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2020 ¿El año del Brexit?
Reino Unido se enfrenta a la etapa más crítica de su historia reciente. El primer ministro, Boris Johnson, ganó las elecciones con la promesa de que logrará sacar a su país del bloque como sea. Pero el reino lleva 3 años en un tira y afloje. Guía para entender el Brexit.
El 2019 fue un huracán político para Reino Unido por cuenta del mismo embrollo de los últimos 3 años: el Brexit. Pero, ¿cómo entender el enredo que ha puesto en jaque al que solía ser un gran imperio? Y, más importante aún, ¿qué va a pasar ahora?
El Brexit transformó la naturaleza de la democracia británica. En 2016, pasó lo inesperado cuando el entonces primer ministro del Partido Conservador, David Cameron, convocó a un referendum para que los ciudadanos votaran si querían permanecer o no en la Unión Europea. Contra todos los pronósticos, ganó el "no", pues obtuvo el 52 por ciento de los votos (frente al 48 por ciento del "sí"). Ello, a pesar de que Cameron hizo campaña a favor de permanecer en la UE. En cuestión de horas, el premier anunció su renuncia. Hace un par de meses, Cameron dio una entrevista en la que manifestó que le preocupa enormemente las consecuencias que ello pueda tener. Y, acusó al actual primer ministro, Boris Johnson, de comportarse "atrozmente" durante la campaña del referendum del Brexit. Y es que Johnson, lideró esa campaña con mentiras. Dijo por ejemplo que permanecer en la UE le costaba a su país 350 millones de libras esterlinas a la semana. Y eso, le generó líos con la justicia. Aún así, logró calar en el electorado.
Tras la renuncia de Cameron, Theresa May, también conservadora, subió al poder ese mismo año. Pronto, May se vio desbordada por el Brexit, pues fue incapaz de unificar a los tories (o conservadores), y en vez, se aisló. Durante su discurso de posesión, dejó entreveer la ingeniudad de su proyecto. "A la vez que abandonamos la Unión Europea, forjaremos nuestro nuevo papel en el mundo. Valiente y positivo. Haremos del Reino Unido un país que funcione, no solo para unos pocos privilegiados, sino para todos". Quizá el error de May fue ser demasiado tibia en un tema de naturaleza polarizante: el Brexit.
Quizá el error de May fue ser demasiado tibia en un tema de naturaleza polarizante: el Brexit. No logró convencer con su intento de lograr una salida pactada de la UE. Por eso el Parlamento, entonces compuesto por una mayoría de su propio partido, rechazó tres veces el acuerdo de divorcio al que llegó May con la UE. Por cuenta de esos problemas de gobernabilidad, May no tuvo más opción que renunciar. Tras tres años de estancamiento político, entregó las llaves del número 10 de Downing Street el histórico 24 de mayo de 2019.
¿El paso a seguir? Una votación interna del Partido Conservador que dio como ganador al polémico Boris Johnson, quien según varios allegados, incluyendo a su ex jefe, Max Hastings no es apto para el servicio público. Hastings llegó a decir que aunque “sería fantasioso comparar el ascenso de Johnson al estallido de la guerra mundial, fuerzas similares están en juego".
El primer ministro, Boris Johnson, ahora tiene una sólida mayoría en el Parlamento para sacar a su país de la Unión Europea bajo sus términos. La incertidumbre es una constante.
Johnson, desde su época de periodista, se dedicó a atacar a la Unión Europea. La pintaba como un monstruo chupasangre que succionaba dinero de Reino Unido. Así, subió al poder con un discurso xenófobo, y prometido mano dura contra los migrantes, quienes consideraba robaban los empleos de los británicos. Representa el ala más radical del Partido Conservador. Propuso sacar a su país a las malas de la UE, aún cuando ello representa un riesgo enorme. Por eso, el Parlamento, de mayoría conservadora, le bloqueó sus proyectos. Y luego, en venganza, Johnson echó a militantes de su propio partido, entre los que se encontraba el nieto de Winston Churchill. Así, perdió su mayoría parlamentaria y se vio atado de brazos. Por eso, pidió ir a elecciones anticipadas. El Parlamento accedió a regañadientes.
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En las elecciones del 12 de diciembre Johnson obtuvo una mayoría abrumadora. Ahora podrá concretar su plan de salida sin impedimentos. Según sus cálculos, eso será en el 2020. Así, el futuro de Reino Unido, y de la Unión Europea es incierto. Johnson deberá rediseñar las relaciones comerciales de su país, ahora que no forma parte de la UE, y perderá los beneficios que ello le representa. Por ejemplo, un tercio de la comida que ponen los británicos en su mesa viene de la UE sin aranceles. Ahora, deberán pagar más por sus alimentos. Pero eso no es lo peor. Hay efectos migratorios y humanitarios, para solo mencionar unos pocos de los cambios negativos que deberán enfrentar millones en su día a día. Y además, Johnson deberá enfrentar el movimiento separatista de Escocia, cuya primera ministra, Nicola Sturgeon, anunció un nuevo referendo al respecto. Ese tema promete tensiones crecientes a futuro, pues los escoceses no quieren dejar la Unión Europea. Pero es el primer ministro el que tiene la última palabra, y no hay razón para pensar que Johnson dejará que el país se independice. Independientemente de lo que pase, el 2020 promete pasar a la historia como el año en el que Reino Unido se aisló del mundo.