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Miembros de la prensa se reúnen alrededor de los partidarios del asesinado presidente Jovenel Moise que llevan flores, puros, velas y oración para crear un monumento fuera del palacio presidencial en memoria del asesinado presidente Jovenel Moise en Puerto Príncipe, Haití, el miércoles 14 de julio de 2021. Moise fue asesinado el 7 de julio. Foto: AP / Matias Delacroix. | Foto: AP

MUNDO

860.000 dólares habría sido el costo del asesinato del presidente Jovenel Moïse

Un documento conocido por “The Washington Post” reveló un valor cercano a lo que se habrían gastado los autores intelectuales para lograr el crimen.

17 de julio de 2021

El diario estadounidense The Washington Post publicó lo que sería un plan llamado “El nuevo amanecer de Haití” y en el que estaría enmarcado el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Según publicó el medio, todo tuvo un costo cercano a los 860.000 dólares y habría sido planeado por el médico haitiano-americano Emmanuel Sanon, quien quería llegar a la Presidencia de la isla luego de que se ejecutara el asesinato.

Según el diario, fue en Florida, Estados Unidos, donde inicialmente se empezó el plan para “salvar a Haití”, llamado “El nuevo amanecer”. A los asistentes a dicha reunión del 12 de mayo se les dijo que el proyecto estaría dirigido por Christian Emmanuel Sanon, un pastor y médico haitiano-estadounidense de 63 años que ahora está detenido e investigado en Haití.

Parnell Duverger, de 70 años, profesor jubilado que asistió a la presentación de Fort Lauderdale y había redactado el plan de remodelación presentado por Sanon, le señaló al medio que el objetivo de la reunión era convertir “a Haití en una sociedad libre y abierta”.

Jovenel Moïse, desde que inició su mandato, había cosechado grandes enemigos en su país. Él sabía que lo querían apartar de su cargo, y las amenazas se hicieron realidad con su asesinato.
Jovenel Moïse, desde que inició su mandato, había cosechado grandes enemigos en su país. Él sabía que lo querían apartar de su cargo, y las amenazas se hicieron realidad con su asesinato. | Foto: héctor retamal-AFP

Otra de las personas que asistió al encuentro fue Walter Veintemilla, un financiero de Florida que invierte en proyectos de infraestructura, y Antonio “Tony” Intriago, el dueño de una firma de seguridad local también en Florida, según Duverger y otra persona familiarizada con la reunión. “La reunión se convirtió en un precursor de una ambiciosa propuesta escrita compartida entre Sanon y los dos dueños de negocios el mes siguiente y obtenida por The Washington Post”.

Un documento obtenido por The Post referenció los préstamos propuestos por un valor de más de $860,000 para Sanon por el concepto de municiones, equipo, transporte y alojamiento para el personal, y “enumera las fechas de los gastos durante mayo y junio. Tres cuartos de los $860,000 serían cubiertos por Worldwide, según muestra el desglose, y el resto por CTU”.

Las revelaciones hechas por el diario, sobre un gran plan para reconstruir Haití respaldado por Sanon y otros como el costo que tendría el mismo, le agrega información financiera a la investigación sobre el asesinato presidencial que ahora no solo tiene en el ojo de huracán a Colombia, sino a la Policía haitiana y a los guardias de seguridad del difunto mandatario Moïse.

Hasta el momento se han conocido varios detalles de la cooperación y comunicación permanente que están sosteniendo las autoridades colombianas –a través de la Interpol, el FBI y otras instituciones– con las autoridades haitianas, con el fin de esclarecer el papel de los exmilitares colombianos en este magnicidio y desentrañar la responsabilidad de los oficiales haitianos. Sin embargo, aún hay muchos cabos sueltos.

El doloroso relato de Martine Moïse

La esposa del asesinado presidente de Haití relató ante los agentes del FBI el horror que vivió a manos de un grupo de mercenarios. Su historia es desgarradora. Martine se encontraba en la cama, con su esposo, Jovenel Moïse, el presidente de Haití. “Cariño, estamos muertos”, le dijo el mandatario. Así empieza la dolorosa narración de la primera dama haitiana.

Les pidió con voz entrecortada a causa de los nervios que se camuflaran allí, cerraran la cortina y ajustaran con fuerza la puerta. Mientras tanto, los mercenarios avanzaban en busca de su objetivo: el líder de la isla. Su casa en ese momento se estaba convirtiendo en el epicentro de una tragedia que le daría la vuelta a l mundo.

Un hombre dio la orden a mercenarios por teléfono de ejecutar al presidente: aterradora revelación de la primera dama de Haití
Un hombre dio la orden a mercenarios por teléfono de ejecutar al presidente: aterradora revelación de la primera dama de Haití | Foto: Collage Semana con fotos tomadas de la cuenta de Twitter: @martinejmoise

Martine regresó al cuarto donde la esperaba su esposo, según les dijo a los agentes del FBI. En medio de las balas, decidieron esconderse debajo de la cama, apoyando sus caras contra el piso. Querían escapar de los homicidas, pero la estatura no los favorecía. Sus pies quedaron descubiertos.

Los asesinos ingresaron a la fuerza hasta el cuarto presidencial. Según su declaración, siempre escuchó a los mercenarios hablar solo español. Aseguró que mientras los estaban atacando se comunicaban por teléfono con alguien que iba dando las órdenes.

Ella fue la primera a la que le dispararon. La intentaron sacar de donde se escondía, pero la mitad de su cuerpo seguía debajo de la cama. Incluso, alcanzó a decirle al presidente que estaba viva. Los asesinos buscaron al otro lado de la cama al mandatario. Lo sacaron, lo voltearon y, de acuerdo con su relato, lo empezaron a describir: “Alto, delgado, de piel morena”, decían. Ella alcanzó a escuchar que al otro lado del teléfono otro hombre dio la orden de ejecutarlo al confirmar que se trataba del presidente.

La primera dama les dijo a los miembros del FBI que su esposo, el presidente, sabía que querían matarlo, pero que él esperaba que el ataque fuera perpetrado tan pronto saliera del cargo. Asimismo, entregó pistas y aseguró que personas “con mucho poder” podrían estar detrás del magnicidio, especialmente porque el primer mandatario no iba a renovar muchos de los contratos costosos que solo beneficiaban a personas poderosas.