MUNDO
A 11 muertos y 64 heridos asciende el número de víctimas tras bombardeos rusos en Kiev
Rusia amenazó con réplicas aún más “severas” en caso de nuevos ataques por parte de Kiev.
Las autoridades y la Presidencia le aconsejaron a la población civil mantenerse resguardados en sus refugios, luego de los bombardeos rusos que se han registrado en la capital de Ucrania y en varias provincias de la nación. El primer saldo que brindaron las autoridades notificó que tras los bombardeos en Kiev se registraron 11 muertos y 64 heridos, mientras que aún están a la espera de confirmar las cifras de muertos y heridos en las ciudades Zaporizhzhia y Lviv (Leópolis).
“Ucrania está bajo un ataque de misiles, nos han informado de que muchas ciudades de nuestro país han sido atacadas”, anunció en Telegram un responsable de la presidencia, Kyrylo Timoshenko.
El Ejército de Ucrania confirmó que Rusia lanzó 75 misiles contra la nación. “Por la mañana, el agresor lanzó 75 misiles. 41 de ellos fueron derribados por nuestra defensa aérea”, dijo el jefe del Ejército ucraniano, el general Valeriy Zaluzhny, en Telegram.
El dolor de la guerra
Un bonito parque lleno de árboles llamado Taras Chevtchenko, en el centro de Kiev, fue el objetivo de un misil que dejó un cráter profundo y desfiguró el área de juegos para niños. Un fino humo blanco se escapa aún del hoyo. Las ramas de los árboles que lo rodean están cortadas limpiamente.
Poco después de las 08:00 el lunes, dos misiles golpearon este barrio señorial, con menos de un minuto de intervalo, y a 300 m el uno del otro.
En la calle que bordea el parque, las ventanas de los edificios volaron en pedazos. Trozos de cristal cubren el suelo. La onda de la explosión arrancó la puerta de un restaurante. Los empleados se afanan por barrer los escombros.
El misil creó un cráter en la calzada, levantando el asfalto. Varios vehículos estacionados al lado no son ya más que armazones torcidos y ennegrecidos.
La muerte en un instante
Una canalización se vio afectada. Como un riachuelo, el agua desciende la calle que lleva a la principal arteria del centro de la ciudad. Sentado en un banco más abajo del parque, Ivan Poliakov todavía está pálido. Al joven de 22 años le cuesta expresarse.
“Estoy en shock. Llegué a Kiev esta mañana. Iba andando por la calle... cuando sucedieron las explosiones”, relató.
“Vi a niños y a mujeres llorar. Me gusta Kiev, la gente es buena, son valientes. Pero en un instante... Llega la muerte”.
Ksenia Riazantseva y su marido viven en la calle que bordea el parque, del lado del patio, justo enfrente del área de juegos para niños. “Estábamos durmiendo y escuchamos la primera explosión”, en el cruce de las calles, contó a AFP.
“Nos despertamos y fuimos a verificar, y entonces llegó la segunda explosión (en el parque). No comprendíamos lo que pasó”, prosiguió.
“Vimos el humo, y después los autos, y nos dimos cuenta de que ya no teníamos ventana. Suerte que vivimos del lado del patio”, añadió esta profesora de 39 años.
“Hay una universidad, dos museos, no hay objetivo militar o algo similar. Tan solo matan civiles”, concluyó enojada.
Para Serguii Agapov, un hombre que estaba repintando el marco de un busto sobre el muro de un edificio en frente del parque, no hay dudas, los ataques son represalias después de la explosión del sábado, 8 de octubre, en el puente de Crimea.
¿Por qué?
“Después del puente de Crimea, todo comenzó. Ayer Zaporiyia, hoy Kiev. Sí, pienso que son represalias, muy horribles y crueles porque los civiles sufren”, dijo.
Sienten “miedo y el deseo de que termine pronto. No comprendemos por qué nos hacen esto, ¿cuál es el objetivo de todo esto?”, añadió.
Después de los ataques, los viandantes escaseaban en la calle Krechtchatyk, la principal arteria del centro de la ciudad, que atraviesa la plaza Maïdan. Las numerosas tiendas siguen cerradas.
*Con información de AFP.
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