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A cuatro asciende el número de muertos por explosión en un edificio de Madrid
El último deceso es el de un cura de 36 años que se encontraba gravemente herido.
El balance de la fuerte explosión provocada por un escape de gas que destrozó el miércoles un edificio del centro de Madrid subió a cuatro muertos, después de que un cura falleciera en las últimas horas, anunciaron el jueves las autoridades religiosas.
El religioso, de 36 años, había sido ordenado sacerdote en junio y era uno de los once heridos registrados el miércoles tras la conflagración. El edificio está ubicado en una calle del centro de la capital española, es propiedad de una parroquia y en él vivían varios sacerdotes.
El cura “había sido trasladado al hospital a causa de las heridas” y falleció “poco después de la 01H30 de la madrugada”, indicó el arzobispo de Madrid en un comunicado.
Dos peatones y una persona que estaba reparando una caldera del edificio también murieron a causa de la explosión, según las autoridades, que indicaron en un primer momento, por error, que entre las víctimas figuraba una mujer de 85 años.
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Me pasan este vídeo impresionante de los primeros momentos tras la explosión en la Calle Toledo en Madrid pic.twitter.com/BbgwKthjxS
— Leonardo Vélez M. (@leo23velez) January 20, 2021
También informaron de un desaparecido que, al final, resultó ser uno de los fallecidos.
Por su parte, el ministerio búlgaro de Relaciones Exteriores precisó que una de las víctimas era un ciudadano búlgaro de 47 años.
La explosión causó graves daños materiales. En algunas partes de este edificio de seis plantas, ubicado en la calle Toledo, la fachada se vio literalmente reventada por la violenta deflagración.
Sin embargo, no hubo que lamentar heridos en la residencia de ancianos ni en la escuela aledaños al edificio en el que se produjo la explosión.
Los hechos
La explosión retumbó por todos los alrededores de la Puerta de Toledo. Uno de los testigos dijo que, “fue como un terremoto, pensé que era una bomba”.
Los hechos se registraron sobre las tres de la tarde del miércoles, según la Policía Nacional, se produjo una explosión en el edificio de la calle de Toledo número 98 de la capital, a menos de un kilómetro de la Plaza Mayor y a 15 minutos a pie de la Puerta del Sol. El edificio, de siete plantas, quedó completamente destrozado y la angustia se apoderó de las personas que transitaban por el lugar.
Desplegados en la calle Toledo más de 120 agentes especializados de Policía Nacional: UIP, UPR, TEDAX, Subsuelo, SMA, Policía Científica, Seguridad Ciudadana, Información y Guías Caninos.
— Policía Nacional (@policia) January 20, 2021
Se continúa trabajando en el aseguramiento del lugar#Madrid #Explosión pic.twitter.com/3g6SnbngHb
En varias plantas del inmueble, ubicado en la calle Toledo, la fachada saltó por los aires y apenas quedó en pie la estructura del edificio. Una columna de humo salía del interior, mientras los bomberos trataban de apagar las llamas, constató un periodista de la AFP.
Decenas de vehículos de emergencias se desplazaron a la zona, llena de cascotes y escombros, y los servicios de emergencias médicas levantaron una carpa amarilla para atender a los heridos de la explosión que causó terror en los vecinos.
“Estábamos en casa y hemos visto temblar nuestras ventanas y todo el edificio que se ha movido”, dijo a la AFP Simona Garufi, una mujer de 45 años que vive a 600 metros de la explosión.
“Ha sonado como una explosión. Todo el mundo abrió sus ventanas y miró hacia afuera. El ruido fue muy, muy fuerte”, explicó Lorenzo Fomento, un comercial de 43 años italiano que estaba trabajando desde su casa cercana al lugar.
Valentín Moreno se encontraba a cien metros del lugar cuando escuchó “una explosión muy grande”. “Creí que era una bomba pero parece que fue una explosión de gas”, indicó este agente de ventas de 48 años.
La capital española se estaba recuperando todavía de una histórica nevada caída hace casi dos semanas, seguida por una ola de frío glaciar que ha dificultado la retirada del hielo y la nieve todavía presentes en numerosas calles.
Precisamente debido a la presencia de hielo en el exterior, los alumnos de la escuela se quedaron dentro de las clases durante el recreo, lo que les protegió de la lluvia de escombros caída sobre el patio del colegio por la explosión.
“Esto podría haber sido una tragedia gigantesca”, aseguró el alcalde madrileño.
*Con información de AFP