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Abandonen Afganistán de inmediato: El llamado de Estados Unidos y Alemania a sus ciudadanos
Las alertas fueron emitidas después de que los talibanes afirmaran haber tomado varias ciudades importantes del país.
La ofensiva de los talibanes que se han tomado varias ciudades principales de Afganistan llevó a los gobiernos de Alemania y de Estados Unidos a lanzar una alerta a los ciudadanos de esos países para que abandonen de inmediato ese país.
“En el contexto de los actuales enfrentamientos militares entre las fuerzas de seguridad afganas y los talibanes, la situación general de seguridad se ha deteriorado”, señala en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania.
El documento señala, además, que “se solicita urgentemente a los ciudadanos alemanes que se encuentren en el lugar que utilicen los vuelos programados para salir pronto del país”, agrega el texto.
Por su parte, la Embajada de EE. UU. en Kabul instó “a los ciudadanos estadounidenses a salir de Afganistán inmediatamente utilizando las opciones de vuelos comerciales disponibles”.
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“Dadas las condiciones de seguridad y la reducción de personal, la capacidad de la embajada para ayudar a los ciudadanos estadounidenses en Afganistán es extremadamente limitada incluso dentro de Kabul”, advirtió la misión diplomática.
Asimismo, la embajada estadounidense señaló que los vuelos nacionales y las rutas de transporte terrestre fuera de Kabul están muy limitados y sujetos a cancelación o cierres.
Captura de Kandahar y otras ciudades estratégicas
Un portavoz de los talibanes declaró este jueves que el movimiento político-paramilitar tomó el control de toda las ciudades de Kandahar y Herat ,la segunda y la más grandes de Afganistán y su principal centro de comercio, de acuerdo con el canal Al Arabiya.
El movimiento anunció que también se apoderó del distrito de Khokhi, ubicado en la parte este de la provincia de Logar, a 80 kilómetros de la capital del país.
Horas antes, los insurgentes anunciaron la captura de la estratégica ciudad de Ghazni, situada a 150 kilómetros de Kabul en la importante carretera Kabul-Kandahar y que sirve de punto de unión entre la capital afgana y las unidades militares desplegadas en el sur del país.
Asimismo, los talibanes se apoderaron de la sede de la Policía en Herat, la tercera ciudad más grande del país, elevando a once las capitales provinciales del país que tienen bajo su control, de acuerco con informaciones allegadas a AFP.
Los talibanes “se lo llevaron todo”, aseguró la fuente, señalando que las fuerzas afganas se habían retirado “para evitar más daños en la ciudad”, hacia una base militar en Guzara, un distrito vecino.
Piden a la comunidad internacional “medidas serias” ante la “brutal” ofensiva de los talibán
Entre tanto, el Gobierno de Afganistán reclamó este jueves a la comunidad internacional que “adopte medidas serias” para evitar los “ataques brutales” de los talibán contra varias capitales de provincia y ha denunciado que los mismos han derivado en “crímenes de guerra”.
“El Gobierno de Afganistán ha trasladado a la comunidad internacional la grave preocupación del Ejecutivo y el pueblo de Afganistán ante los brutales ataques de los talibán contra ciudades, que han derivado en crímenes de guerra, flagrantes violaciones de los Derechos Humanos y una catástrofe humanitaria en Afganistán”, señaló el Ministerio de Exteriores.
Señaló a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter que la delegación afgana en Doha ha pedido a la comunidad internacional “medidas serias” para “evitar los ataques de los talibán contra civiles”, así como el inicio de “negociaciones sinceras” para un alto el fuego “inmediato”.
“El Ministerio de Exteriores reitera que la continuación de los sangrientos ataques de los talibán, en colusión con terroristas regionales e internacionales, no sólo llevará a una catástrofe humanitaria y la prolongación de la guerra en Afganistán, sino que exacerbará el extremismo violento e incitará a los terroristas de la región, lo que supone una amenaza grave e irreparable para la seguridad colectiva de la región y el mundo”, señaló.
Hizo énfasis en que “detener la violencia y los crímenes de los talibán, en colusión con terroristas regionales e internacionales, no sólo va en interés de Afganistán, sino de todo el mundo, especialmente de los países de la región”.
Los talibanes han logrado importantes avances territoriales durante la última semana y controlan en estos momentos diez de las 34 capitales provinciales, incluida Ghazni, que ha sido tomada por los insurgentes a primera hora de este jueves.
El gobernador de Ghazni, Duad Laghmani, y otros altos cargos de las autoridades provinciales han sido detenidos después de abandonar la ciudad con destino a la capital, Kabul, según confirmó el portavoz del Ministerio del Interior, Miruais Stanekzai, en declaraciones a la cadena de televisión afgana Tolo TV.
Los consejeros locales Nasir Ahmad Faquiri y Amanulá Kamran habían acusado horas antes a Laghmani de cerrar un pacto con los insurgentes para entregarles la ciudad y añadieron que sólo un pequeño número de miembros de las fuerzas de seguridad atrincherados en el edificio de los servicios de Inteligencia están haciendo frente a los atacantes.
Por su parte, fuentes gubernamentales afganas confirmaron a la cadena de televisión qatarí Al Yazira que el Ejecutivo ha ofrecido a los talibán un Gobierno de unidad, siempre y cuando los combates lleguen a su fin.
En este sentido, la Presidencia indicó que el plan de paz que baraja el Gobierno no ha registrado cambios, en un rechazo implícito a las informaciones en este sentido, tal y como ha recogido la cadena de televisión afgana 1TV.
Críticas de EE. UU.
Entre tanto, el embajador estadounidense en Afganistán, Ross Wilson, señaló que durante la jornada que “las afirmaciones de los talibán en Doha no van en línea con sus acciones en Badajshán, Ghazni, Helmand y Kandahar”.
“Los intentos de monopolizar el poder a través de la violencia, el miedo y la guerra sólo llevarán al aislamiento internacional”, indicó el diplomático a través de un mensaje publicado en Twitter ante los avances de los talibán.
La embajada estadounidense aseguró además que “el aumento de la violencia por parte de los talibán, incluida la ejecución de tropas afganas que se habían rendido, supone una muestra de la falta de respeto por los Derechos Humanos”.
“No eliminen los avances a nivel de Derechos Humanos de Afganistán durante los últimos 20 años”, dijo, tras resaltar que estas ejecuciones son “profundamente preocupantes” y actos que “podrían equivaler a crímenes de guerra”.
De otro lado, la embajada condenó “firmemente” el arresto “ilegal” de “varios miembros del Gobierno afgano, incluidos líderes civiles y oficiales de las fuerzas de seguridad” a manos de los talibán.
“Fuentes creíbles indican que los talibán han detenido a funcionarios provinciales y a miembros de la Policía en muchos lugares”, señaló. Entre ellos estaría el gobernador de la provincia de Fará, según la agencia afgana de noticias Pajhwok.
“Estas acciones son inaceptables y contradicen la afirmación de los talibán sobre su apoyo a un acuerdo negociado en el proceso de paz en Doha”, aseguró tras señalar que “conatrastan con su retórica sobre garantizar la seguridad de líderes afganos y tropas en zonas recientemente tomadas por los talibán”.
Por ello, reclamó la liberación “inmediata” de todos los detenidos, así como que el grupo inicie negociaciones “cuanto antes y en su totalidad” para “poner fin al sufrimiento del pueblo afgano y allanar el camino para un acuerdo político inclusivo que beneficie a todos los afganos”.
En este contexto, el primer ministro de Pakistán, Imran Jan, aseguró que los talibán comunicaron que no negociarán con Kabul mientras Ashraf Ghani siga como presidente, semanas después de señalar que los insurgentes no quieren ahora un acuerdo político debido a que consideran que pueden lograr una victoria militar.
“La condición es que, mientras Ghani esté allí, (los talibán) no van a hablar con el Gobierno afgano”, indicó Jan, quien señaló que este mensaje le ha sido trasladado por parte de la delegación talibán en Doha.
Jan cuestinó además a Washington y explicó que “Estados Unidos piensa que Pakistán debe limpiar el caos que se ha expandido durante 20 años en Afganistán”, según informó la cadena de televisión paquistaní Geo TV.
Advertencia de Alemania
Por su parte, el ministro de Exteriores de Alemania, Heiko Maas, advirtió a los talibanes que si establecen un califato en Afganistán no recibirán “ni un céntimo más” de ayuda al desarrollo por parte de las autoridades del país europeo.
Maas dijo en declaraciones a la cadena de televisión alemana ZDF que estos fondos ascienden en estos momentos a cerca de 430 millones de dólares. El Ejército alemán se retiró recientemente como consecuencia del repliegue estadounidense.
“Los talibán también lo saben”, indicó tras señalar que es probable que los insurgentes quieran participar y dominar el Gobierno en Afganistán. En ese caso, será decisiva la forma que adopte la futura Constitución del país y qué derechos otorgue al pueblo, destacó.
Entre tanto, el Gobierno de Dinamarca se está preparando para evacuar del país al personal afgano ante los avances de los talibán. Según las informaciones recogidas por la DPA, el personal afgano en la Embajada en Kabul y los que fueran parte del personal durante los últimos dos años podrán viajar a Dinamarca con sus parejas e hijos menores de edad.
El ministro de Exteriores de ese país, Jeppe Kofod, señaló que unos 45 trabajadores afganos han pedido ayuda a las autoridades danesas, antes de resaltar que la mayoría de ellos han trabajado como traductores para la legación diplomática.
Por último, su homólogo de Finlandia, Pekka Haavisto, confirmó que esa nación europea dará igualmente protección a los afganos que trabajaron con los diplomáticos y los militares del país desplegados en Afganistán a causa del riesgo de represalias ante el avance de los talibán.
Con información AFP y Europa Press