MUNDO
Abren centros de votación en Nueva York y costa este de EE. UU.
A medianoche, el centro de votación del pequeño poblado de Dixville Notch, en New Hampshire, había sido el primero en abrir, como dicta la tradición.
Llegó la hora de la verdad. Los centros de votación abrieron sus puertas este martes a primera hora en la costa este de Estados Unidos, en el arranque formal de unos comicios que determinarán si el actual presidente, Donald Trump, sigue cuatro años más en la Casa Blanca, o si, por el contrario, llega al despacho oval el candidato demócrata, Joe Biden.
Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Maine han sido de los primeros estados en dar arranque a la jornada electoral, a las 6:00 de la mañana hora local.
Buildings across New York City have been boarding up windows as businesses brace for Election Day results that could bring unrest in the city. https://t.co/yirNQhBIdO pic.twitter.com/On6xCGnysp
— The New York Times (@nytimes) November 2, 2020
El estado de Pensilvania, una de las joyas de la corona en esta carrera, abre las puertas de sus centros de votación a las 7:00.
Estados Unidos cuenta con seis zonas horarias distintas, por lo que pasarán varias horas desde que los colegios comiencen a cerrar en la costa este a las 7:00 de la noche, hasta que lo hagan en Alaska.
De momento, casi 100 millones de estadounidenses han votado por adelantado antes de que los colegios electorales abrieran las urnas este martes, lo que supone el 72,3 por ciento del total que votó en los comicios de 2016, según los datos de US Election Project.
It’s Election Day, which means:
— Max Rose (@MaxRose4NY) November 3, 2020
Go vote!
And—no more commercials! pic.twitter.com/k4QAvmTZMP
Esta jornada electoral marca la división y la crispación en Estados Unidos, arrasado por la pandemia y la crisis económica.
El país espera unos comicios marcados por la incertidumbre, ya que el alto porcentaje de votos emitidos por correo por la pandemia de la covid-19 hacen difícil que el resultado se sepa esta misma noche, y el presidente ya adelantó que sus abogados están listos para un litigio.
Dixville Notch, una aldea de doce habitantes del noreste de Estados Unidos, ya había cumplido con su tradición de ser la primera localidad en abrir las urnas a medianoche.
Biden, que fue vicepresidente de Barack Obama y tiene 77 años, está por encima en las encuestas desde hace meses y espera lograr llegar a la Casa Blanca en su tercer intento.
It all comes down to this.
— Joe Biden (@JoeBiden) November 3, 2020
Go vote: https://t.co/eoxT07uII9 pic.twitter.com/0Sj7qlj5Bl
El mandatario saliente, de 74 años, se apoya en su incombustible energía, que le permitió mantener un ritmo frenético con el que promete volver a dar una sorpresa, con las encuestas en contra, tal y como lo hizo en 2016.
“Vamos a tener otra maravillosa victoria”, afirmó Trump ante una multitud en Grand Rapids, Michigan, el mismo lugar en el que cerró su campaña en 2016.
En su final de campaña en Pittsburgh, Biden afirmó que su objetivo será “sanar al país” y llamó a “levantarse y recuperar” la democracia.
La carrera electoral estuvo marcada por la pandemia de covid-19, que ha dejado más de 231.000 muertos en el país.
Biden acusa al mandatario –que estuvo hospitalizado tras contraer covid-19– de “propagar” el virus en sus mítines y Trump ha respondido amenazando con que su oponente va a “cerrar” el país.
Entre tanto, el FBI advirtió de potenciales enfrentamientos en Portland, una ciudad que se ha convertido en símbolo de la división en Estados Unidos y escenario de protestas contra el racismo.
Ante la incertidumbre, ciudades como Washington y Nueva York blindaron comercios y oficinas para protegerse de eventuales disturbios.
Para Trump, el mensaje ante la violencia se ha centrado en repetir su mantra de “ley y orden” y acusar a su rival de ser “socialista”, advirtiendo que bajo su mandato Estados Unidos podría convertirse en Cuba o Venezuela.
Los demócratas –que intentaron sin éxito un juicio político contra Trump por abuso de poder– alertaron, por su parte, sobre las consecuencias potencialmente devastadoras de un segundo mandato.
Dos visiones se enfrentan. Por un lado, el presidente, con su lema “Estados Unidos primero” y que, pese a que pasó cuatro años en el gobierno en Washington, se sigue considerando ajeno a la clase política.
Del otro, un veterano de la política con 36 años en el Senado y ocho como vicepresidente, y que, este año, se impuso en las primarias con un mensaje simple: vencer a Trump, a quien calificó como el “peor presidente” de la historia.
Con información de agencias Europa Press y AFP.