MUNDO

Activistas de EE. UU. lamentan la deportación de venezolanos a Colombia

“Las políticas dañinas como el Título 42 siguen vigentes más de un año después de asumir el cargo Joe Biden”, denunció una vocera del Comité Internacional de Rescate.

2 de febrero de 2022
El estudio se realizó para identificar la cohesión social y cooperación entre los diferentes actores de interés, que intervienen en la dinámica de atención a población migrante.
Colombia es el principal receptor de refugiados y migrantes venezolanos que huyen de la crisis social y humanitaria de su país. | Foto: Por: MILAGROS PALOMARES

Un rechazo contundente al inicio de la deportación de migrantes venezolanos que ingresaron de manera ilegal a Estados Unidos por la frontera de México, expresó este 1.° de febrero la organización Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés).

A través de un breve comunicado, la directora de Inmigración de IRC, Olga Byrne, lamentó la información que difundió la cadena de noticias CNN en Español, la cual aseguraba que el Gobierno del presidente Joe Biden envió a Colombia a inmigrantes venezolanos tras rechazar su entrada al país por fronteras de manera irregular.

De hecho, esta información fue confirmada por la agencia de noticias AP, que reseñó que los dos primeros venezolanos fueron expulsados el pasado jueves 27 de enero después de entrar ilegalmente a Estados Unidos desde México, y que funcionarios de Migración Colombia afirmaron que llegaron al país en un vuelo comercial.

“A pesar de los compromisos anunciados por la administración de Estados Unidos en los primeros 100 días, las políticas dañinas como el Título 42 siguen vigentes más de un año después de asumir el cargo”, señaló el comunicado del Comité Internacional de Rescate.

El Título 42 es una restricción fronteriza para regresar a migrantes que intentan ingresar por la frontera con México para evitar la propagación de la covid-19. Esta medida de salud pública fue implementada durante el gobierno del expresidente Donald Trump y se ha mantenido durante la administración de Joe Biden.

La vocera de esta organización defensora de los derechos de la población migrante acotó que “las expulsiones por Título 42 privan a los solicitantes de asilo del debido proceso y, en cambio, los envían de regreso a condiciones peligrosas, similares, si no peores, a aquellas de las que escaparon. En ciertos casos, los envían a terceros países, como Colombia, que durante años han dado un paso adelante para recibir a los solicitantes de asilo venezolanos”.

El retorno obligado de estos migrantes venezolanos representa una violación a sus derechos humanos debido a que estas personas, en su mayoría, son consideradas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como solicitantes de asilo y son sujetos de protección internacional.

El principio de no devolución es un principio fundamental del derecho internacional que prohíbe al país que recibe refugiados, devolverlos a un país en el que correrían el riesgo de ser perseguidos por raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política.

Los tratados internacionales que se estarían violando con las expulsiones de los venezolanos serían la Convención de Ginebra de 1951, el Protocolo sobre los Estatutos de los Refugiados de 1967 y el Acuerdo de Cartagena de 1969.

Aunque la canciller de Colombia Marta Lucía Ramírez desmintió que se recibirán más migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos, el presidente Iván Duque dijo todo lo contrario este 1.° de febrero.

En su pronunciamiento, el mandatario pidió colaboración de los países con grandes recursos económicos para que Colombia pueda seguir recibiendo a los venezolanos que están siendo deportados desde Estados Unidos.

El jefe de Estado aseguró que quienes llegarán a territorio nacional en los próximos días serán ciudadanos de Venezuela que vivían en Colombia, pero que no han recibido el denominado Estatuto de Protección Temporal, sino que estaban cobijados con las anteriores condiciones migratorias.

Ante esto, el presidente Duque reiteró el llamado a la comunidad internacional, sobre todo a las potencias mundiales, para que apoyen a Colombia con la integración de la población refugiada y migrante de venezolanos que asciende a 1,8 millones de personas, que han salido huyendo de su país por la crisis económica y social que afrontan.