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Advierten que derrame de crudo en Perú dejará un daño “irreparable” en áreas protegidas

En días pasados se confirmó que el crudo derramado al mar en Perú fue el doble de lo informado.

30 de enero de 2022
Así se ve desde el aire la mancha de petróleo en algunas zonas marítimas de Perú
Así se ve desde el aire la mancha de petróleo en algunas zonas marítimas de Perú | Foto: Getty Images / Christian Vinces

En Perú, un equipo de brigadistas limpiaban de manera rápida este sábado tres reservas naturales donde anidan aves marinas, y una veintena de playas de la costa central del país que sufrieron un daño “irreparable” por el derrame de casi 12.000 barriles de crudo hace dos semanas.

“En realidad este es un desastre ecológico irreparable”, dijo a la AFP el jefe de la Reserva Nacional de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, Oscar García, durante una inspección de la playa Cavero en Ventanilla, 20 km al norte de Lima.

En días pasados se conoció que la cantidad de crudo derramado en el mar en Perú fue el doble de lo que se había informado hasta ahora, anunció este viernes el Gobierno, mientras que la justicia prohibió salir del país por 18 meses a cuatro directivos de la petrolera española Repsol y ordenó la “incautación” del buque tanque involucrado.

Tenemos una cifra hasta el momento de 11.900 barriles” vertidos al mar el 15 de enero, en vez de los 6.000 informados hasta ahora, dijo el ministro de Medio Ambiente, Rubén Ramírez, en rueda de prensa.

Repsol confirmó que la cifra de crudo vertido al mar es superior, pero dio una cantidad menor a la indicada por el ministro.

El derrame, calificado como “desastre ecológico” por el Gobierno peruano, ocurrió mientras el buque tanque Mare Doricum, de bandera italiana, descargaba en la refinería de La Pampilla en Ventanilla, 30 km al norte de Lima, de propiedad de Repsol. La empresa atribuyó el accidente al oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga.

La mancha negra de crudo ha sido arrastrada por las corrientes marinas a unos 140 km al norte de la refinería, según la fiscalía, provocando la muerte de una cantidad indeterminada de peces y aves marinas.

Además, dejó sin trabajo a cientos de pescadores artesanales, que han protagonizado protestas contra la compañía española.

“A la fecha se tiene ya 4.225 barriles recuperados” del mar y de las playas, poco más de un tercio del total, explicó el viceministro Mamani.

Por su lado, Repsol expresó en un comunicado en Lima que “la cantidad de petróleo derramado es de 10.396 barriles y de esto, el 35 % ya ha sido recuperado”.

Prohibición judicial

La justicia peruana prohibió este viernes salir del país durante 18 meses a cuatro directivos de la petrolera, entre ellos el presidente de Repsol Perú, el español Jaime Fernández-Cuesta Luca de Tena, mientras avanzan las investigaciones del derrame.

“Se declara fundado el requerimiento de la fiscalía”, dijo el juez Romualdo Aguedo en una audiencia virtual, al dictar la orden para prohibir la salida de los cuatro directivos.

La justicia peruana aprobó además este viernes la “incautación” del buque involucrado en el derrame, que estaba con prohibición de zarpar de la Capitanía de Puerto del Callao, informó la fiscalía.

El buque permanece fondeado a seis millas del puerto del Callao, contiguo a Lima, mientras cientos de brigadistas limpian el crudo en una veintena de playas.

Disposición a colaborar

Tras la decisión del juez, en Madrid la petrolera garantizó que continuará “cooperando plenamente” con la justicia peruana y aseguró que su principal preocupación es la “limpieza del medio ambiente”.

“Continuaremos cooperando plenamente con cualquier investigación criminal, como ya lo estamos haciendo con la investigación preliminar en curso”, indicó Repsol en un correo electrónico enviado a la AFP en Madrid.

“Nuestra principal preocupación es la limpieza del medio ambiente. Repsol está poniendo todos sus esfuerzos en los trabajos de limpieza con la máxima rapidez para avanzar en la limpieza de las zonas afectadas”, agregó la empresa.

El jefe de Repsol Perú será investigado por la fiscalía como presunto “autor” del delito de “contaminación del ambiente en agravio del Estado” peruano, y los otros tres directivos como “cómplices”.

La ley peruana tipifica penas de entre cuatro y seis años de prisión para este delito, indicó la fiscal Rosa Gonzales en la audiencia, iniciada el jueves y cerrada este viernes.

Los coacusados son los peruanos Renzo Alejandro Tejada Mackenzie (jefe del terminal marítimo 2 de la refinería La Pampilla), Gisela Cecilia Posadas Jhong (gerente de Calidad y Medio Ambiente) y José Gregorio Reyes Ruiz (gerente de Seguridad).

Fernández-Cuesta es un economista que trabaja para Repsol desde 2010 y dirige la filial de Perú desde hace tres años. Reyes es un ingeniero químico con 23 años en Repsol, mientras que Posadas es licenciada en química con 15 años en la compañía y Tejada es oficial de marina mercante.