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Afganos esperan dar con sobrevivientes del sismo de magnitud 6,3 que dejó 2.000 muertos en Herat
El epicentro estaba a unos 40 kilómetros (25 millas) al noroeste de la ciudad de Herat
La tragedia en Afganistán no termina y muchos siguen aferrándose a la esperanza de que aún es posible encontrar a sobrevivientes. Rescatistas y residentes seguían excavando este martes, 10 de octubre, entre los escombros en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, tres días después de que uno de los terremotos más letales en la región dejó más de 2.000 muertos.
En otras partes de la región, la gente abría tumbas para sus seres queridos fallecidos en el sismo de magnitud 6,3 del sábado. En un campo baldío en el distrito de Zinda Jan, una excavadora retiraba montones de tierra para dejar espacio para una larga fila de sepulturas.
El epicentro estaba a unos 40 kilómetros (25 millas) al noroeste de la ciudad de Herat, la capital de la provincia, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Varias de las réplicas han sido potentes, incluyendo una que el lunes hizo que los residentes en la ciudad saliesen corriendo de sus casas.
Miles de muertos y heridos
“Es muy difícil encontrar a un familiar de una casa destruida y minutos después enterrarlo en una tumba cercana, de nuevo bajo tierra”, dijo Mir Agha, procedente de la capital provincial, que se unió a los cientos de voluntarios que ayudaban a la población local en Zinda Jan.
Janan Sayiq, portavoz de la agencia nacional de catástrofes del Gobierno talibán, dijo que el sismo causó miles de muertos y heridos, pero no dio más detalles. Funcionarios del Talibán habían reportado antes más de 2.000 decesos en Herat.
“Mucha gente vino de distritos lejanos para sacar a gente de entre los escombros”, relató Jalid, de 32 años, en el pueblo de Kashkak del distrito rural de Zinda Jan. “Todo el mundo busca cuerpos, aunque no sabemos si queda gente debajo de los escombros”.
Un sismo sin precedentes
Las autoridades locales y nacionales dieron cifras de muertos y heridos contradictorias. Sin embargo, el ministerio responsable de la gestión de catástrofes anunció el domingo que este “sismo sin precedentes” dejó un balance de 2.053 muertos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que 11.000 personas y 1.655 familias fueron afectadas por el temblor y sus réplicas.
Naciones Unidas declaró que el distrito de Zinda Jan era la zona más afectada, con 1.294 muertos y 1.688 heridos. Además, 485 personas — 191 hombres y 294 mujeres — estaban desaparecidas. Seis escuelas del distrito quedaron destruidas, afirmó la ONU.
Cerca de 2.000 casas de 20 aldeas quedaron en ruinas, según los talibanes. En la zona afectada solo hay un hospital público.
“Sepultados”
En el pueblo de Sarboland, cerca del epicentro del sismo, se pueden ver casas destruidas, entre las que salían enseres personales mientras que hombres retiraban los escombros.
“En cuanto se produjo el primer temblor, todas las casas se derrumbaron”, declaró Bashir Ahmad, de 42 años. “Los que estaban dentro de las casas quedaron sepultados. Hay familias de las que no tenemos noticias”, añadió.
Nek Mohammad, de 32 años, estaba trabajando cuando se sintió el primer temblor. “Volvimos a casa y vimos que no quedaba nada. Todo se había convertido en arena”, explicó, añadiendo que encontraron unos 30 cadáveres.
La provincia de Herat, en la frontera con Irán, tiene cerca de 1,9 millones de personas según datos del Banco Mundial de 2019.
Afganistán sufre terremotos con frecuencia, sobre todo en la cordillera del Hindu Kush, cerca de la unión entre las placas tectónicas euroasiática e india.
*Con información de AFP y AP