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Aguas residuales de Roma podrían ayudar a prevenir futuras pandemias: ¿por qué?
Investigadores en Italia detectaron en las aguas residuales que la covid-19 estaba en el país desde noviembre de 2019.
Las aguas residuales de las ciudades pueden convertirse en una fuente de información para los científicos que buscan respuestas en muchas enfermedades como la covid-19.
Aunque puede parecer desagradable, en las aguas residuales de Roma los antropólogos determinaron sobre la dieta de las antiguos romanos, ahora los científicos buscan alertas tempranas para enfermedades como la covid-19.
Los informes sobre el coronavirus se han establecido gracias a las pruebas clínicas, pero algunos expertos señalan que en estas aguas se puede encontrar información más clara sobre la enfermedad.
En el Instituto de Salud de Italia, científicos han estudiado las aguas residuales de todo el país. En la investigación encontraron que el virus ya estaba en la nación europea desde noviembre de 2019, meses antes de reportar los primeros casos, así lo dio a conocer un informe de CNN.
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Según destacó el mencionado medio de comunicación, monitorear detalladamente las aguas residuales se convirtió en una potente herramienta para detectar enfermedades.
“Esto nos permite anticipar que el virus está presente. En este caso específicamente de ómicron”, comentó la investigadora Elisabetta Suffredini, en palabras recogidas por CNN. La científica añadió que los análisis en las aguas residuales permiten crear una alerta temprana y “permite entender cómo está distribuido el virus y cómo se está propagando”.
Según los científicos, las heces humanas tienen rastros genéticos de la covid-19, para poderlo detectar días antes que sea analizado en pruebas clínicas.
En Italia están haciendo un sistema de monitoreo de aguas residuales, un proyecto que está liderado por la doctora Giuseppina La Rosa. La experta señala que las aguas son como “ojos en todo el territorio que cuentan lo que está circulando entre la población”.
Un informe del Banco Mundial se había enfocado en este tema de analizar las aguas residuales para rastrear la propagación de la covid-19 de una forma más barata en América Latina y el Caribe.
Esta tecnología, que complementa los estudios clínicos, permite que las autoridades “cuenten con una herramienta amplia, sostenible, temprana y equitativa para mejorar las respuestas de salud pública”, sostiene el Banco Mundial en un comunicado.
Una forma menos convencional de rastrear la propagación de la enfermedad es mirar debajo de nuestros pies, en nuestra red de alcantarillado. Las heces de una persona con la covid-19 transportan el virus, que pasa de esa forma a las aguas residuales.
Las personas que trabajan en los servicios de agua y de saneamiento de las ciudades pueden recoger muestras de aguas residuales que, una vez analizadas, permiten determinar la concentración del virus para estimar el alcance de la enfermedad en la población que usa el sistema de alcantarillado.
América Latina y el Caribe es uno de los epicentros de la epidemia, con algunas de las tasas de mortalidad más altas del mundo y más de 1,56 millones de muertos registrados desde el comienzo de la pandemia.
“La pandemia de la covid-19 ha supuesto para muchos países de la región la pérdida de años de logros en materia de desarrollo y ha puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar nuevas herramientas para poder prepararse y responder mejor a futuras crisis”, estima en el comunicado Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Italia implementó la vacunación obligatoria contra la covid-19 a una población específica
El pasado 15 de febrero entró en vigor en Italia la normativa que obliga a los trabajadores mayores de 50 años a presentar su certificado sanitario reforzado que se obtiene al haberse aplicado las tres dosis de la vacuna contra la covid-19 o cuando la persona está recuperada del todo de la enfermedad.
Las personas mayores de 50 años que sean sorprendidas sin el conocido pase verde podrán enfrentarse a una multa de entre 600 y 1.500 euros y también serán sancionados los dueños de las empresas donde laboran, con entre 400 y 1.000 euros. Los adultos que no presenten esta documentación podrán enfrentarse a tener que abandonar sus trabajos y se asumirá como una ausencia injustificada.
Es importante mencionar que a partir del primero de febrero esta población debe presentar el certificado sanitario para ingresar a supermercados o establecimientos de ocio.
Pese a la medida, algunos días atrás (11 de febrero) la nación aprobó eliminar el uso de mascarilla al aire libre y autorizó la reapertura de las discotecas. “Me parece bien, siempre que sea bueno para el turismo y que tengamos cuidado, aunque no la llevemos puesta”, sostiene en Roma el turista español José Ignacio Santiago a la AFPTV.