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Ahora llamar “calvo” a un hombre es acoso sexual, determinó un Tribunal de Reino Unido
La decisión fue adoptada luego de que un operario en electricidad denunció a la empresa que lo despidió en mayo del año pasado.
Un tribunal laboral del Reino Unido determinó que llamar a un hombre “calvo” se puede considerar como acoso sexual.
La decisión fue adoptada luego de que un operario en electricidad denunció a la empresa que lo despidió en mayo del año pasado alegando que había sido víctima de acoso sexual, ya que su supervisor le hizo, presuntamente, comentarios despectivos sobre su calvicie.
El trabajador se desempeñó como electricista durante casi 24 años, pero fue despedido después de un altercado con un superior que lo llamó “calvo de mierda”, informó el diario The Independent.
La querella no se presentó por los términos del insulto como tal, sino como acoso sexual al relacionar esas palabras con su género. Igualmente, pidió procesar a la empresa por despido injustificado.
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Se trata de Tony Finn, de 64 años, un trabajador de la compañía British Bung Company, una pequeña empresa familiar ubicada en el condado de West Yorkshire, quien interpuso la demanda que fue atendida por un tribunal conformado por tres jueces hombres, según información suministrada por The Guardian.
La defensa argumentó que el hombre, que se manifestó “particularmente afligido” al ser llamado calvo, consideró que se trató de un ataque exclusivamente dirigido a él por ser hombre, al tiempo que comparó este hecho con un caso de una mujer que sufrió un ataque por el tamaño de sus senos.
En la demanda se señaló que, el agresor, 30 años menor que el afectado, solía dirigirse en términos parecidos en el entorno laboral. Y este caso lo habría llamado “estúpido, viejo y calvo”, amenazándolo con echarlo.
Igualmente, se solicitó una compensación por sus años de servicio y por haber mantenido siempre una actitud “intachable” durante los años que permaneció en la compañía.
“Cruzó la línea al hacer comentarios personales al demandante sobre su aspecto físico”, señala la sentencia al referirse a los términos usados por el supervisor de la fábrica, Jamie King.
Los magistrados compararon los comentarios contra el trabajador con la de hablar sobre el tamaño de los senos de una mujer.
“El Sr. King pronunció esas palabras con el propósito de atentar contra la dignidad de Finn y crear un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo para él”, de acuerdo con el fallo.
En el texto de la decisión se establece que para el tribunal existe “una conexión” entre la palabra “calvo” y el sexo.
“El abogado de la empresa tenía razón al afirmar que tanto las mujeres como los hombres pueden ser calvos, pero como los tres miembros de este tribunal avalan, la calvicie es mucho más frecuente en los hombres que en las mujeres, por lo que consideramos que está intrínsecamente relacionada con el sexo”, señala el documento.
Según el tribunal, los comentarios de King se alejan totalmente del “lenguaje industrial” apropiado del espacio de trabajo y se formularon con la intención de violar la dignidad del trabajador y “crear un ambiente intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo”.
En el fallo, además del perjuicio y acoso sexual, determinó que Tony Finn había sido despedido sin justa causa. De la misma manera, tiene derecho a recibir una compensación económica, que todavía no ha sido determinada.