Tanques turcos toman posiciones a lo largo de la frontera Turco-Siria cerca a Suruc, Turquía. (AP) | Foto: AP

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Al Qaeda es tan peligroso como lo era cuando Osama bin Laden era el líder del grupo, según experto

Saif al-Adel, también conocido como “la espada de la venganza”, sería el nuevo líder de la organización terrorista.

25 de febrero de 2021

La organización terrorista, paramilitar y yihadista Al Qaeda, responsable de los ataques perpetrados a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, tiene nuevo líder. Saif al-Adel, también conocido como “la espada de la venganza”, al parecer será el sucesor de Ayman Zawahiri, quien tomó el mando tras la muerte de Osama bin Laden en 2011.

El nuevo líder terrorista es un exgeneral militar egipcio de 60 años, está escondido en Irán y es buscado hace décadas por el Gobierno de Estados Unidos. El coronel Richard Kemp, un experto británico especializado en terrorismo, se atrevió a afirmar que sería aún peor que Osama bin Laden.

“Comparado con Zawahiri, es probable que sea un líder mucho más eficaz. Al menos igual o más que Osama bin Laden”, apuntó.

El supuesto ascenso al poder de Saif se produce tras los rumores de la muerte de Zawahari. Estos rumores sirvieron como un agente catalizador para las agencias de inteligencia, por lo que tuvieron que prepararse para los posibles planes en manos del nuevo líder de la organización.

Zawahari tomó el puesto de Osama bin Laden una vez fue asesinado por Estados Unidos. Sin embargo, no se le ha visto en años.

“Podría atraer miembros de ISIS”

El coronel Richard Kemp, que supervisó los movimientos de Saif para el Gobierno estadounidense en la década de 2000, dijo que “es muy probable que sea el nuevo líder, ya que es muy respetado entre Al-Qaeda, pero, fundamentalmente, también entre el Estado Islámico”.

Además, agregó que “no solo podría ser el nuevo jefe de Al Qaeda, sino que también podría atraer miembros de ISIS a unirse a Al Qaeda o causar algún tipo de fusión entre los dos”, pues según Kemp “hay cooperación entre grupos como este, pero Saif es tan respetado que podría provocar una cooperación aún mayor”.

El FBI anunció que ofrece una recompensa de US$10 millones por su cabeza. Según el comunicado, el líder terrorista es buscado por “conspiración para matar a ciudadanos de Estados Unidos, para asesinar, para destruir edificios y propiedades estadounidense y para destruir los servicios de defensa nacional de EE. UU”.

Así mismo, es señalado de ser cómplice de los atentados de 1998 contra las Embajadas norteamericanas en Tanzania y Kenia, en los que perdieron la vida 224 personas.

Sin embargo, durante los años 80, Al-Adel luchó contra el Ejército soviético en Afganistán y se mantuvo en el territorio hasta la caída de los talibanes en 2001, pero luego huyó a Irán en donde se cree que está actualmente.

Por esta razón, Kemp sugirió que la influencia iraní en el grupo podría representar un enorme problema, pues Teherán podría usar la red para castigar a Estados Unidos sin tener una responsabilidad directa.

“El estatus venerado de Saif con el movimiento, así como su profunda experiencia como líder de inteligencia, seguridad militar y planificador terrorista, lo convierten en un emir potencialmente peligroso”, dijo Ali Soufan, experto en antiterrorismo del FBI.

Esta situación se produce luego de que varios funcionarios estadounidenses advirtieran que Occidente enfrenta la doble amenaza de ISIS y Al Qaeda, este último ha recuperado poder en Afganistán bajo la protección de los talibanes a lo largo de la frontera con Pakistán.

Arresto de Khalid bin Umar Batarfi

La primera semana de febrero, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó, a través de un informe presentado ante el Consejo de Seguridad, que el jefe del grupo armado Al Qaeda en la península Arábiga (AQAP), Khalid bin Umar Batarfi, fue arrestado en Yemen en octubre de 2020.

Esta operación realizada en la ciudad de Al Gaydah también concluyó con la muerte de Saad Atef al-Awlaqi, quien se desempeñaba como el segundo al mando.

Batarfi, de 40 años, se unió a Al Qaeda antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y con el paso del tiempo se unió a la filial en Yemen. El Gobierno de Estados Unidos lo consideraba muy peligroso. El líder terrorista asumió el cargo tras la muerte de Qassim Al-Rimi en un ataque aéreo estadounidense en Yemen. Además, es el primer líder de la organización capturado vivo.