MUNDO
Alemania podría aplicar un “confinamiento corto” para contener la pandemia del coronavirus
La medida es apoyada por la canciller Angela Merkel, según indicó un portavoz del Gobierno alemán.
Alemania ha sufrido un alza en el número de contagios diarios en las últimas semanas que podría haberse identificado durante la Semana Santa, días en los que no hubo medidas restrictivas para los ciudadanos.
Ante la tercera ola de contagios, que se teme sea más fuerte que las anteriores, la canciller Angela Merkel se mostró en acuerdo con aprobar para su país un “confinamiento corto y unánime” que reduzca los niveles de contagios diarios.
“El sistema de salud está sometido a una presión amenazadora”, advirtió Ulrike Demmer, portavoz del Gobierno, en una rueda de prensa. “Por eso se justifican los llamados a un confinamiento corto y uniforme”, consideró. El número de pacientes en cuidados intensivos “ha aumentado un 5% en un día”, advirtió la portavoz del gobierno.
“Necesitamos una incidencia inferior a 100”, argumentó Demmer, advirtiendo que los datos actuales probablemente sean parciales debido al largo fin de semana de Pascua.
Lo más leído
Uno de los posibles candidatos a suceder a la canciller, el líder del partido conservador CDU, Armin Laschet, defendió en los últimos días un confinamiento de “dos o tres semanas” para bajar la tasa de incidencia hasta que la campaña de vacunación surta efecto. Sin embargo, se mostró impreciso sobre las modalidades, especialmente en lo que respecta a posibles nuevos cierres de escuelas y guarderías.
Estas declaraciones se dan tan solo unos días después de la Semana Santa, tiempo para el cual la canciller alemana decretó algunas medidas restrictivas para evitar un elevado número de contagios y que tras el rechazo de los gremios económicos y los sectores políticos, tuvo que echar para atrás.
En su momento, Merkel reconoció haber cometido “un error” y pidió “perdón” por haber intentado endurecer las restricciones contra la covid-19 en Alemania en la semana de Pascua, con el cierre de comercios y oficios religiosos. La tercera oleada epidémica se volvió un viacrucis para la canciller, cuyo partido está en caída libre en las encuestas, hasta el punto de volver a barajar las cartas a seis meses de las elecciones que marcarán el final de sus 16 años al mando de Alemania.
En un discurso solemne la canciller entonó el ‘mea culpa’. “Un error debe llamarse error y, sobre todo, debe corregirse”. “Este error es únicamente mío”, admitió Merkel, pidiendo “perdón a los alemanes”, antes de acudir al Bundestag, la cámara baja del Parlamento.
La idea del endurecimiento de las medidas por cinco días durante Semana Santa (del 1 al 5 de abril) que quería imponer la canciller fue pensada, según manifestó, “con las mejores intenciones”, pero “no se puede hacer en un lapso corto”, afirmó. Ante los diputados, la mandataria reiteró sus disculpas y aseguró que confiaba plenamente en su gobierno.
“La situación es grave. El número de casos aumenta exponencialmente y las camas de cuidados intensivos se vuelven a llenar”, advirtió la canciller previo a la Semana Santa.
Entre tanto, en Alemania también ha crecido la preocupación de que las mutaciones del SARS-Cov-2 tengan efectos irreparables en la lucha contra la pandemia y haga que los planes de vacunación sean insuficientes, no solo en ese país, sino en el mundo.
Por esta razón, algunas regiones de Alemania confirmaron que estaban negociando con Rusia una posible compra de la vacuna Sputnik V, con el fin de avanzar más rápidamente en la inmunización, aunque sin poner en riesgo las relaciones políticas que mantiene la Unión Europea con este país.
El ministro Jens Spahn justificó su decisión explicando que la Comisión Europea había anunciado que no negociaría la compra de la vacuna Sputnik V en nombre de los 27 estados miembros, como había hecho con otras vacunas contra la covid-19.
“Las entregas [rusas] deberían tener lugar en los próximos dos, cuatro, o cinco meses para que la situación actual cambie realmente”, dijo Spahn, criticado por la lentitud de la campaña de vacunación. “De lo contrario, de alguna manera u otra igualmente tendremos vacunas, más que suficientes”, añadió el ministro.