Rusia
Alexei Navalny: tres años y medio de prisión para el opositor ruso
El líder opositor fue arrestado el pasado 17 de enero luego de regresar a Rusia, tras recuperarse de un envenenamiento sufrido en Siberia.
Un tribunal de Moscú ordenó este martes el encarcelamiento del opositor ruso Alexei Navalny. La jueza Natalia Repnikova dijo que tendrá que cumplir tres años y medio de prisión de su sentencia de 2014, por violar los términos de una libertad condicional y no presentarse a las revisiones judiciales. A dicha condena, le restó casi un año por el tiempo que pasó en arresto domiciliario, por lo que tendrá que cumplir los dos años y ocho meses restantes.
Tras conocer su sentencia, el jefe de la diplomacia de los Estados Unidos, Antony Blinken, condenó la sentencia y exigió la liberación de Navalny: “Reiteramos nuestro llamado al gobierno ruso para liberar inmediatamente y sin condiciones al señor Navalny, al igual que los otros cientos de ciudadanos rusos injustamente detenidos en las últimas semanas por ejercer sus derechos, incluyendo los derechos a la libre expresión y la manifestación pacífica”.
Así mismo, el Reino Unido, mediante un comunicado emitido por el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, exigió “la liberación inmediata y sin condiciones de Alexéi Navalny y de todos los manifestantes pacíficos y periodistas detenidos en estas dos semanas”.
Por su parte, Alexei Navalny exigió su libertad en el tribunal de Moscú tras argumentar que los términos de una sentencia suspendida de 2014 eran “completamente fabricados”, pues el líder opositor afirma que Rusia está tratando de encarcelarlo por un caso que en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos lo había absuelto.
Navalny y su hermano, Oleg, fueron condenados en 2014 por malversar alrededor de $500.000 de 2008 a 2012 en un caso que involucró el uso de un subcontratista en un acuerdo de logística para transportar mercancías para dos empresas, MPK e Yves Rocher Vostok.
En múltiples oportunidades, Navalny ha expresado que las autoridades rusas quieren encarcelarlo por sobrevivir a un ataque de envenenamiento en agosto del año pasado. El opositor de 44 años empezó a sentirse mal durante un vuelo que tuvo que aterrizar de emergencia en Siberia, donde fue hospitalizado. Sus colaboradores y partidarios sospecharon en ese momento de un posible envenenamiento debido a un té que bebió.
Luego de que se conociera la noticia, varios países, entre ellos Francia y Alemania, le ofrecieron asilo y atención médica. Cinema For Peace, una ONG alemana, envió un avión ambulancia con equipo médico y especialistas que lo trasladaron a Berlín.
Semanas después, el gobierno alemán aseguró que encontró rastros del agente nervioso Novichok en el cuerpo de Navalny, que fue fabricado y utilizado por la Unión Soviética. Luego de recuperarse, el líder opositor decidió regresar a Rusia, pero fue arrestado apenas aterrizó en Moscú el pasado 17 de enero, lo que desató una serie de protestas multitudinarias por parte de sus seguidores exigiendo su liberación.
Sin embargo, el Kremlin se negó a abrir un caso penal y rechazó las acusaciones de Estados Unidos y diferentes líderes europeos sobre el supuesto envenenamiento; además, sugirió que si el líder opositor fue realmente envenenado, pudo haber sucedido en territorio alemán.
“Alguien no quería que diera un solo paso en el territorio de Rusia y sabemos por qué. La razón es el miedo del hombre en el búnker”, dijo Navalny refiriéndose al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
“Realmente espero que la gente entienda esto cada vez más. Esto sucederá, no pueden arrestar a todo el país, arrestarían a cinco para asustar a millones. Esto es una demostración de debilidad”, explicó.
Navalny ha sido un crítico de Vladimir Putin y se ha dedicado a exponer la corrupción del gobierno durante más de diez años. Su alcance más grande lo tuvo tras publicar un video que se volvió viral titulado El palacio de Putin: Historia del soborno más grande del mundo, que cuenta con más de 106 millones de reproducciones en YouTube.
Desde que el líder opositor fue arrestado, una serie de manifestaciones se ha tomado las principales calles del país y los policías han detenido a más de 5.000 ciudadanos acusados de incitar a la protesta o violar las restricciones impuestas por el coronavirus.
Los jóvenes que nunca antes habían protestado decidieron expresar su descontento con el Kremlin, lo que desembocó en un desplome del 36 % de la popularidad de Putin entre las personas de 18 a 24 años.
“Voy a seguir luchando. No voy a temerle”, dijo Alexei Nalvany en el tribunal Municipal de Moscú tras conocer su condena.