Mundo
Algo es algo
El país más aislado del mundo comienza a abrir sus puertas.
Desde que comenzó la revolución contra el comunismo en Europa, hubo quienes pusieron a Albania como punto de referencia, para afirmar que cuando este país de 3 millones de habitantes entrara en la onda de la perestroika el mundo ya no sería el mismo.
Por eso, los anuncios del dirigente Ramiz Alia sobre el interés de su gobierno en establecer relaciones con los Estados Unidos y con la Unión Soviética, han hecho sensación en muchas cancillerías. La razón es que Albania, aparte de ser uno de los últimos bastiones del comunismo estalinista en el mundo, ha sido, por lo menos durante los recientes 15 años, tal vez el país más aislado del mundo.
Albania comenzó a encerrarse en sus fronteras casi desde el establecimiento del gobierno comunista en 1945. El país se convirtió en satélite de la Unión Soviética hasta 1961. En ese año, el líder Enver Hoxha aprovechó la crisis entre la URSS y la China para alinearse con la posición más ortodoxa de esta última. Pero esa relación también terminó, en 1978. Desde entonces, Albania es un país totalmente cerrado al mundo exterior.
Desde que Hoxha falleció hace cinco años, el país viene siendo dirigido por Ramiz Alia, quien hasta hace dos semanas no había dado ninguna señal de querer integrarse a los tiempos que corren. Sus intenciones de restablecer relaciones internacionales y de integrar al país a la conferencia de Helsinki sobre seguridad e integración europeas, junto con la apertura de fronteras y la autorización de las religiones, han creado grandes expectativas sobre un país que ha hecho de la xenofobia una forma de vida.-