Judicial
Altos mandos de Bukele habrían hecho un pacto con las pandillas para bajar cifras de homicidios, según CNN
La cadena asegura que el Departamento de Justicia está llevando la investigación. Busca saber si, a cambio de mejores condiciones carcelarias, los jefes de las maras están ayudando al gobierno a reducir el crimen.
La impresionante cárcel que construyó Nayib Bukele ha sido registrada por los medios de todo el mundo. Pero CNN hizo una particular lectura de lo que está sucediendo en El Salvador. El periodista Stefano Pozzebon, de la cadena, hizo un video en el cual explica una tesis diferente de por qué Bukele levantó esta prisión.
Explica que el país centroamericano tiene la más alta población carcelaria de la región por la presencia de dos grupos criminales, conocidos internacionalmente como maras: MS13 y Mayo 18. Para luchar contra estos, el país lanzó una ley de emergencia nacional que le permitió a Bukele hacer arrestos masivos.
Esto llevó a que el país tuviera el 2 por ciento de su población tras las rejas. Pozzebon agrega que la ley abrió la puerta para que esos procedimientos pudieran hacerse de manera expedita, incluso saltándose algunos requisitos procesales. La ley ha sido prorrogada ya once veces.
“El presidente Bukele es todo un personaje”, narra el periodista. Las imágenes muestran al mandatario en una intervención ante sus propias tropas: “Dios, tú me pediste paciencia, pero estos sinvergüenzas no quieren trabajar por el pueblo”, dice, y recuerda que se hizo llamar a sí mismo el dictador más cool del mundo y que quizá no hay un presidente que crea más en los bitcoines que él.
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CNN agrega que hay algo desconocido por ahora sobre ese fenómeno: que el Departamento de Justicia acusa a altos mandos del gobierno de hacer alianzas con las mismas pandillas. Según el periodista, a cambio de mejores condiciones carcelarias, las pandillas se comprometerían a bajar la tasa de homicidios para que “parezca que su enfoque duro con el crimen está funcionando”.
CNN no da más detalles sobre el tema.
Muros de 12 metros, mallas de 15.000 voltios y cámaras térmicas, así es la seguridad en la megacárcel
Los 70.000 metros cuadrados de construcción, en el extenso terreno que se destinó para el Centro de Confinamiento para el Terrorismo en El Salvador, estarán vigilados por ocho anillos de seguridad, el principal, una línea de defensa digna de un búnker. SEMANA recorrió los dos kilómetros en línea recta que separan la cárcel, del resto del mundo.
Esta megacárcel tiene como frontera unos robustos muros de 12 metros de altura, adornados con mallas electrificadas de 15.000 voltios, una barrera impenetrable que convierte cualquier objeto o persona en una diminuta pieza en los zapatos de un gigante de concreto.
Los muros laterales tienen una longitud de dos kilómetros en línea recta que separan la cárcel de una zona completamente despoblada, incluso vigilada por un volcán. No hay, a menos de 40 kilómetros, espacios o zonas urbanas, lo que garantiza que será más fácil detectar cualquier irregularidad en los alrededores.
“Se trata de una construcción con todos los requisitos y con tecnología de punta para garantizar que ningún terrorista que ingrese a pagar su condena pueda escapar. Se adoptaron modelos de centros penitenciarios en todo el mundo para construir la que será la cárcel más grande de América”, dijo Romeo Rodríguez, ministro de Obras Públicas de El Salvador.
Luego de estos muros de contención se encuentran otros siete filtros de seguridad que reducen en altura, pero igualan en sistemas de vigilancia y monitoreo, las 24 horas del día. Los muros interiores están protegidos con las mallas electrificadas y torres de vigilancia con funcionarios de custodia.
“Se trata de una malla especial que no solo tiene una dirección, que permite al custodio vigilar a los terroristas, sino que puede incluso mutilar el dedo de quien intente arrancarla, pues cuenta con un filo delgado que garantiza la seguridad del custodio y del mismo espacio”, dijo Héctor Antonio Saldaña, ingeniero de Centros Penales de El Salvador.
Al interior de la cárcel y desde un centro de datos se controlan las cámaras de seguridad que aparecen en todos los espacios y con una resolución que permiten registrar todo lo que ocurre a más de 200 metros de distancia. Las imágenes son sorprendentes.
“El centro de control permite hacer monitoreo constante las 24 horas de los terroristas que permanecen privados de la libertad y conocer exactamente cuáles son sus actividades anticiparnos a cualquier evento que alterar la tranquilidad del penal”, explicó velar mino García director del Centro de Confinamiento para el Terrorismo de El Salvador.
Adicionalmente a los muros de contención, las mallas electrificadas y las cámaras detección de calor, el personal de custodia tendrá un grupo de inteligencia que se encargará de recolectar información de modo que pueden anticiparse a cualquier eventualidad.