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Amazon reportó millonarias pérdidas en el primer trimestre de 2022; sus acciones se desplomaron
La compañía perdió 3.800 millones de dólares debido a una inversión que cayó.
Amazon tuvo una facturación conforme a lo esperado por el mercado en el primer trimestre, de 116.400 millones de dólares, pero perdió 3.800 millones de dólares debido a una caída por inversiones en el fabricante de autos eléctricos Rivian.
Las acciones del gigante de la venta online caían alrededor de 8 % en los intercambios electrónicos fuera de hora tras el cierre de Wall Street, en particular por previsiones de crecimiento de ventas más débiles de lo anticipado para el actual trimestre por un alza generalizada de costos.
Además, las acciones de Amazon se hundieron alrededor de un 10 % en las operaciones posteriores al cierre tras los resultados.
La compañía atribuyó la pérdida de 7.600 millones de dólares como consecuencia de su inversión en el fabricante de automóviles eléctricos Rivian Automotive. Rivian, en la que Amazon lideró una inversión de 700 millones de USD en 2019, ha visto caer sus acciones en más del 75 % desde su exitosa salida a bolsa en noviembre de 2021.
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Por otra parte “la pandemia y la posterior guerra en Ucrania han traído un crecimiento y desafíos inusuales”, dijo en un comunicado el CEO de Amazon, Andy Jassy.
“Hoy, dado que ya no estamos persiguiendo la capacidad física o de personal, nuestros equipos están totalmente enfocados en mejorar la productividad y la eficiencia de costos en toda nuestra red de cumplimiento (...) Vemos un progreso alentador en una serie de dimensiones de la experiencia del cliente”, concluyó en el comunicado.
Crean el primer sindicato de trabajadores de Amazon en EE. UU.
Los trabajadores de Amazon en Nueva York aprobaron el viernes constituir el primer sindicato del coloso de la web, lo que marca un hito para esa compañía que se oponía a la sindicalización de sus empleados.
Los trabajadores del depósito Staten Island JFK8 aprobaron por 2.654 contra 2.131 por la sindicalización, según el recuento de la agencia federal de relaciones laborales.
El simple hecho de que se haya realizado un escrutinio “ya es histórico”, dijo a la AFP Christian Smalls, presidente del pequeño grupo sindical de actuales y antiguos empleados de Amazon a quienes les tomó varios meses recoger las firmas de al menos un 30 % de los asalariados del almacén con el fin de poder organizar una votación.
Al salir rápidamente del edificio entre dos series de conteos de papeletas, Smalls dijo que “no está sorprendido” de que el “sí” haya ganado en este resultado.
Lo que estaba en juego era la capacidad de Amazon de mantenerse libre de sindicatos en su mercado doméstico, un estatus que ha protegido ferozmente desde la creación de la empresa en la década de 1990.
“Bienvenidos al primer sindicato de Amazon en Estados Unidos”, tuiteó el organizador Christian Smalls.
Amazon alega que la sindicalización dañará las relaciones directas entre la empresa y los trabajadores y será un salto a lo desconocido y no garantiza que los trabajadores tengan mejores salarios o seguridad laboral.
Ahora la atención se centra en Bessemer (Alabama), donde el sindicato nacional de la distribución al que los empleados querían unirse parecía preparado para una segunda derrota reñida, tras la ocurrida hace un año, al final de una campaña muy mediática seguida incluso por la cúpula del estado.
El jueves en la noche, el “no” lideraba con 993 papeletas contra 875 por el “sí”, pero aún quedaban 416 papeletas “reñidas” que decidirán el resultado. En las próximas semanas una audiencia debe decidir si estas papeletas deben ser abiertas y tomadas o no en cuenta, a lo que podrían seguir otros recursos legales.
Esta segunda votación había sido ordenada por la agencia estadounidense a cargo de los derechos laborales (NLRB), al estimar que Amazon infringió las reglas durante el primer intento el año pasado en Bessemer.
Sin importar lo que pase, Stuart Appelbaum, presidente del sindicato RWDSU, se felicitó de que Bessemer haya lanzado el año pasado un “movimiento”, y mencionó a otros depósitos de Amazon, entre ellos el de Staten Island, pero también a Starbucks.