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“América Latina alberga el 68 % de los asesinatos a líderes ambientales”: Global Witness
En Colombia se ha registrado el asesinato de 322 ambientalistas desde el año 2012.
La organización internacional Global Witness presentó su más reciente informe sobre el panorama del activismo ambiental en todo el mundo y del que señala ha sido “una década de desafío” que pone de relieve el peligro al que, cada vez más, protectores del planeta están expuestos.
En todo el mundo, un total de 1.733 “defensores de la tierra y el medio ambiente fueron asesinados entre 2012 y 2021″, se subraya en el texto denominado Una década de resistencia.
Las cifras para Latinoamérica son alarmantes: en 2021, la región se ubicó como la más peligrosa para quienes dedican su vida a promover y defender el medio ambiente. Brasil, Colombia y México encabezan la lista a nivel global.
Respecto a Brasil, presentó un aumento de los ataques letales desde el año anterior. Entre 2012 y 2021 se contabilizó la muerte de 342 defensores de la tierra. En ese país, al menos un tercio de las víctimas eran afrodescendientes o indígenas y más del 85 % de las muertes ocurrieron dentro de la Amazonía.
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De acuerdo con el análisis de Global Witness, el llamado también pulmón del planeta “se ha convertido en un telón de fondo para la violencia e impunidad con poderosos intereses agrícolas en el centro de la economía de Brasil, centrada en la exportación”.
En el caso de México, 54 defensores perdieron la vida el año pasado, casi la mitad de ellos indígenas (y frente a los 30 de 2020). Aproximadamente dos tercios de los ataques se desarrollaron en los Estados de Sonora y Oaxaca (ambos cuentan con importantes inversiones mineras).
Durante la última década el país norteamericano ha pasado a convertirse en uno de los lugares más peligrosos para esta población, con 154 muertes documentadas en ese periodo. Allí las desapariciones forzadas no pasan a segundo plano: 19 en 2021 dan cuenta de ello.
¿Cuál es el panorama en Colombia?
En el caso de Colombia, la situación no deja de ser menos preocupante al catalogarse como el segundo país donde más se asesinaron a líderes ambientales: 33 el año pasado, para un total de 322 desde el año 2012. El año pasado también marcó para la nación suramericana el quinto aniversario desde que se firmaron los acuerdos de paz con las Farc.
“La preocupación por los hechos de violencia también se ha hecho eco de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, destaca el informe.
Según este reporte, “territorio y conflictos por su control y uso, son temas centrales en la mayoría de los países donde las amenazas contra Defensores de la Tierra y del Medio Ambiente están presentes”. Además, atribuye gran parte de los hechos violentos a “la búsqueda del crecimiento económico basado en la extracción de recursos naturales de la tierra”.
Luego de México, Colombia y Brasil, Filipinas sigue como otra de las naciones más peligrosas con 19 homicidios. Sin embargo, registró un descenso en relación con los 30 casos contabilizados durante 2020.
Global Witness hace un llamado para que los gobiernos realmente ”se comprometan a denunciar e investigar estos asesinatos y, en última instancia, condenar a los culpables ante la justicia”.
Además, presentó algunas recomendaciones para intentar mitigar el impacto de este flagelo.
Por ejemplo, al Gobierno colombiano le sugiere adoptar una hoja de ruta que garantice un entorno favorable y seguro para los defensores. También “implementar las disposiciones del acuerdo de paz”. A la administración del mexicano, Andrés Manuel López Obrador, recomienda establecer un mecanismo del Acuerdo de Escazú y reconocer la situación de la comunidad Náhuatl en la Sierra de Manantlán.