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Análisis: claves para entender el conflicto entre Israel y Palestina; ¿cuánto más se extenderá y por qué es importante más allá de Medio Oriente?
Hasta este lunes los muertos en Israel se situaban en más de 800 y en la Franja de Gaza, la cifra de fallecidos se elevaba a casi 700.
La atención mundial permanece en Medio Oriente, a raíz de una nueva escalada del conflicto entre Israel y Hamás. Los ataques no se detienen, mientras organizaciones como Human Rights Watch instaron a ambas partes a respetar el derecho internacional, pues los civiles nuevamente están en el blanco de la disputa.
“Los ataques ilegales y la represión sistemática que han afectado a la región durante décadas continuarán mientras no se tengan en cuenta los derechos humanos y la rendición de cuentas”, aseveró el organismo en un comunicado. Las divisiones ya se han hecho presentes en el espectro internacional.
Este lunes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hizo un llamado a las autoridades israelíes, al considerar que las agresiones “indiscriminadas” contra la población de Gaza no llevaban a otro punto más que a una intensificación del conflicto. Para analizar los escenarios, SEMANA conversó con tres especialistas sobre los principales puntos.
EE.UU., principal aliado de Israel
Uno de los puntos iniciales es Estados Unidos como el aliado más importante de Israel y lo que ello significa. Felipe Medina Gutiérrez, profesor de Estudios de Medio Oriente de la Pontificia Universidad Javeriana, explica que la fuerte relación tiene su punto origen en 1948 con el telegrama de reconocimiento como Estado del entonces presidente Harry Truman.
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“A lo largo de décadas el cabildeo en Washington ha dado grandes frutos para Israel, siendo fundamental el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos - Israel (AIPAC por sus siglas en inglés)”, puntualiza. En cuanto a un mayoritario apoyo a Israel, Medina considera que ello responde a “acuerdos de normalización lucrativos”.
Sobre el respaldo que reciben, de otro lado, los palestinos se destacan naciones como Kuwait, Yemen, Qatar e Irán. El fin de semana el presidente de este último, Ebrahim Raisi, extendió su apoyo a lo que llamó “legítima defensa”.
Por su parte, Emilio Rufail, director argentino del Observatorio de Medio Oriente de la Universidad Abierta Interamericana, destaca otro aspecto sobre la fuerte relación con Estados Unidos: al tener “una de las comunidades de judíos más grande (entre 6 y 7,5 millones), los cuales se han organizado, creando grupos de presión que influyen en la política exterior estadounidense sobre Medio Oriente”.
Consecuencias más ‘inmediatas’
Sobre los efectos de esta escalada, el especialista en temas de Medio Oriente y Terrorismo, Joseph Hage, dijo a SEMANA que, en principio, se podrían poner en pausa los diálogos entre Arabia Saudita e Israel para la normalización de relaciones. Como segundo aspecto está la división global.
“La comunidad internacional se ha dividido en dos campos: unos, a favor de los palestinos, y otros de los israelíes. (...) Estados Unidos no va a permitir que Israel tenga una dificultad para la defensa. El problema más grande está en la Franja de Gaza” por el corte de suministros básicos. “Este asedio va a ser bastante duro”, aseguró Hage.
También han sido ya notorias las discrepancias; por ejemplo, entre España y la Unión Europea como tal, luego de que el bloque pusiera en revisión sus programas de asistencia a los palestinos. En vilo está un paquete de 691 millones de euros.
¿Cuánto más durará el conflicto?
Ahora uno de los principales interrogantes es cuánto tiempo se mantendrán las hostilidades, para lo cual, analistas como Felipe Medina mantienen distancia sobre una fecha estimada. “No tenemos certeza. Anteriormente la mediación inmediata de Egipto con ayuda de los países del golfo Pérsico fue vital para frenar la guerra”. Este panorama podría “indicar una duración más extensa y la posible participación de otros actores como Hezbolá”.
Para él, la salida a este conflicto dependerá de cuánto tiempo más dure la ocupación israelí en territorios palestinos. En octubre del año pasado una comisión internacional, designada por la ONU, la había determinado como ilegal por “su permanencia y las políticas de anexión de facto”.
Emilio Rufail describe de “difícil resolución” los enfrentamientos. “El primer ministro Netanyahu expresó que esta será una guerra larga, ya que buscará desarticular la amenaza constante de Hamás desde Gaza”. La escalada “generará, sin duda, una importancia crisis humanitaria y numerosas víctimas civiles (...). Los caminos para alcanzar la paz están bastante lejos”.
¿Qué diferencia esta escalada de las anteriores?
En diálogo con SEMANA el analista, Joseph Hage, enfatizó en que las tensiones anteriores no tenían precedentes en alusión a las víctimas ni las acciones perpetradas. “Es una operación militar muy bien planificada” y señaló a Irán de haber respaldado financieramente la acometida, aunque la República Islámica, ha negado las acusaciones.
Hage califica de “prematuro” cuáles serían los pasos necesarios para lograr una solución pacífica. “Va a haber una invasión, limitada o entera, de la Franja de Gaza para aniquilar al cuerpo militar de Hamás (...). Mientras haya facciones palestinas que rechazan la existencia del Estado de Israel (...), una negociación no va a lograr la paz”, sostuvo.
Por su parte, para el profesor Medina, “la situación actual puede detenerse si Israel decide acabar con su ocupación ilegal del territorio palestino. Mientras esto subsiste veremos la repetición de este escenario en los años venideros (...) El bloqueo total a Gaza que impedirá agua y alimentos no hará sino agudizar la crisis”.