Andrew Cuomo, el hombre del momento

Cada vez que el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, sale en televisión, su popularidad se dispara. El mandatario estatal ofrece una rueda de prensa diaria desde que se desató la crisis del coronavirus y esa cita lo ha convertido en el hombre del momento en Estados Unidos. A diferencia de Trump, que también hace ruedas de prensa a diario desde la Casa Blanca, las declaraciones del gobernador carecen de pataletas políticas y sacadas de clavos. Se limita a transmitir la información real y las instrucciones relevantes, sazonadas de críticas a los errores de la Casa Blanca, pues como él dice “es casi imposible engañar a un neoyorquino”.

La semana pasada, Cuomo mostró el talante que lo ha convertido en el protagonista de la política presidenciable cuando asumió la vocería de varios gobernadores que quieren concertar esfuerzos para, entre otras cosas, acordar la duración de la cuarentena. Trump, empeñado en abrir la economía del país aun contra el consejo de los expertos, declaró que tenía autoridad absoluta para ordenarles hacerlo y que de no obedecer pagarían las consecuencias. Cuomo contestó que eso sería un acto de un rey, dictatorial y divisorio, defendió el papel de los estados en un sistema federalista y citó al prócer Alexander Hamilton y la Décima Enmienda de la Constitución al respecto.

Andrew Cuomo: el gobernador de Estados Unidos

Andrew Mark Cuomo nació hace 62 años en Queens. Su padre, Mario Cuomo, fue gobernador de Nueva York durante tres periodos, de 1983 a 1994, y aunque nunca fue candidato a la presidencia, muchas veces su nombre sonó para ese cargo. Andrew es gobernador desde 2011 y sigue de cerca los pasos de su padre. Está buscando una tercera reelección y muchos demócratas quieren que se lance como candidato presidencial en las elecciones de noviembre.

Andrew Cuomo entrevistado por su hermano, el periodista de CNN Chris Cuomo, quien tiene coronavirus.

“No, no y no”, así respondió recientemente a la pregunta de si consideraría ser candidato presidencial que le hizo su hermano Chris, presentador de CNN, desde el sótano de su casa, donde se recupera del coronavirus. “¿Lo pensarías?, ¿considerarías lanzarte como posible candidato demócrata en el futuro?, ¿estarías abierto siquiera a pensarlo?”. El gobernador respondió con un “no” tajante y la entrevista se volvió viral, por la encantadora camaradería entre los hermanos y porque millones se hacían esa misma pregunta. Lo cierto es que el gobernador ya no puede ser parte de esa contienda, pues los demócratas ya iniciaron el proceso de primarias sin él y no tendría cómo lograr los delegados necesarios para ganar la candidatura.

“¡Olvídense de la política! Estamos en medio de una guerra!”, le contestó a un periodista la semana pasada. “Hablar ahora de política no es apropiado, es contraproducente y hasta antiestadounidense”. Con esas frases quedó cerrado el tema, ya que en las redes sociales no dejan de crecer el llamado y las peticiones para que se busque una fórmula que le permita aspirar a la Casa Blanca.

Y no le falta razón cuando dice que está demasiado ocupado para pensar en eso. Al fin y al cabo Nueva York se ha convertido en el foco del contagio del coronavirus en el mundo. Los datos de la Universidad Johns Hopkins muestran que allí hay 215.000 personas contagiadas y más de 14.000 muertos. Por eso, pese a que 22 millones de neoyorquinos han perdido su empleo en las últimas cuatro semanas, Cuomo ha decidido extender la cuarentena hasta el 15 de mayo. “Si paramos la cuarentena, la situación sería aún peor”, dijo. También anunció otro paquete de medidas similares a las del resto del mundo, como que los neoyorquinos deban llevar tapabocas en público para las salidas estrictamente necesarias como hacer mercado.

Sus ruedas de prensa ganan elogios por su claridad sin sentimentalismo, pero en especial sus apariciones en el programa de televisión de su hermano han dejado ver el alma y el sentido del humor de los Cuomo. “Gobernador, estamos muy orgullosos de usted por todo lo que hace por el estado, pero eso no justifica que no llame a su mamá. Así esté muy ocupado, a ella le gustaría saber de usted”, eso dijo su hermano menor, una de las estrellas de CNN. “La llamé antes de que empezara tu ‘show’ y por cierto manda a decir que tú eres su segundo hijo favorito. El primero soy yo”.

Chris Cuomo anuncia desde su casa que su esposa, Cristina Greeven, también está contagiada.

Justamente por medio de la cuenta de Twitter del gobernador los estadounidenses se enteraron de que el periodista se había contagiado. “Mi mejor amigo, mi hermano Chris, dio positivo en la prueba de coronavirus”, decía el trino del mandatario estatal, quien remató con un apunte de humor: “Él no es tan fuerte como cree, pero lo suficiente como para salir de esto”. A eso se suma otra noticia preocupante que se supo en el cierre de esta edición: la esposa de Chris, quien no había tenido síntomas de la enfermedad, fue diagnosticada como positiva y recibirá el mismo tratamiento que su marido.

Cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia, Cuomo, entre sus primeras medidas, firmó la que llamó “la Ley Matilda”, en honor a su madre, para prohibir las visitas a los hogares de personas mayores de 70 años. El mandatario estatal ha dicho varias veces que uno de los aspectos más duros en lo personal de esta crisis ha sido no poder ver a su madre. Y añade con humor que ojalá no se entere de la ley que lleva su nombre, pues a sus 88 años le molestaría que quedara en evidencia que tiene más de 70.

Buen miembro de familia y, para muchos, el mejor gobernador de Estados Unidos, Cuomo ha tenido una vida interesante con muchos altibajos. Es soltero. Estuvo casado durante 15 años con Kerry Kennedy, hija del asesinado Robert F. Kennedy, con quien tuvo tres hijas, las mellizas Mariah y Cara, hoy de 25 años, y Michaela, de 22. Después tuvo una relación de 14 años con Sandra Lee, una chef que alcanzó la fama por su programa en televisión sobre comida. Ella asegura ser muy cercana a su expareja y a sus hijas. En una entrevista reciente, Lee dijo que ella y Andrew no estaban saliendo con otras personas y que ella seguía creyendo que él era el amor de su vida.

Times Square era uno de los lugares más multitudinarios de Nueva York. Hoy se encuentra vacío en los días de cuarentena.

Si en efecto las crisis permiten ver el alma de la gente, como dice Cuomo, entonces la suya brilla hoy con luz propia. Su popularidad está por encima del 80 por ciento y se ha ganado el sobrenombre de “el gobernador de Estados Unidos”. Aunque él repite una y otra vez que no quiere hablar de política, obviamente eso es lo único que le interesa. Sabe que es el candidato más opcionado para la presidencia en 2024 y seguramente va a buscarla. Pero ahora se requiere la falsa modestia, pues es consciente de que las posibilidades de llegar a la Casa Blanca dependerán, en gran parte, de cómo juzguen los estadounidenses el manejo que le dio a la crisis del coronavirus en Nueva York.