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Angela Merkel felicita al socialdemócrata Olaf Scholz y reconoce su victoria | ¿Quién es él?
El líder político de 63 años, sin gran carisma, venció en las legislativas presentándose como un gestor tranquilo y experimentado, cualidades esenciales para los alemanes.
La canciller alemana Angela Merkel felicitó al socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz por su “éxito” en las elecciones. El anuncio supone una desautorización a Armin Laschet, el candidato conservador y a quien ella había respaldado.
Laschet, jefe del partido de la CDU de la canciller, no felicitó a su rival hasta este miércoles, dijeron fuentes del SPD y de la CDU. En vez de reconocer la prioridad de su oponente para convertirse en canciller, Laschet defiende desde el domingo la legitimidad de su partido para negociar con los verdes y los liberales las posibilidades de formar una mayoría.
Vea al embajador de Alemania, Peter Ptassek, hablar del legado de Angela Merkel.
Angela Merkel, que se prepara para dejar su puesto una vez que el Parlamento designe a su sucesor, envió un mensaje a Scholz el lunes, un día después de las elecciones, según su servicio de prensa, pero no se hizo público hasta el miércoles.
Desde las elecciones, las críticas contra Armin Laschet, líder del partido que se empeña en querer formar un gobierno pese a los malos resultados obtenidos en las urnas, aumentan cada día, incluso entre los conservadores. Los socialdemócratas han dicho que desean formar un ejecutivo de coalición con los ecologistas y los liberales del FDP, con Olaf Scholz como canciller. “Estamos de acuerdo en elegir como canciller a Olaf Scholz lo antes posible”, dijo el líder del grupo parlamentario del SPD, Rolf Mützenich, este miércoles.
Los dirigentes de los verdes y los liberales del FDP se reunieron el martes por primera vez desde las elecciones para ver cuáles son sus puntos de acuerdo para negociar después una alianza con la CDU o más probablemente con el SPD.
¿Qué significa la llegada de Olaf Scholz?
La victoria de los socialdemócratas en Alemania obedece más a su candidato a canciller Olaf Scholz que al propio partido, para quienes la centroizquierda europea está lejos de brillar como hace 20 años. El Partido Socialdemócrata (SPD) alemán venció las elecciones legislativas del domingo con un 25,7 % de los votos, pero por estrecho margen por delante del candidato de los conservadores de la canciller alemana Angela Merkel (24,1 %).
Este resultado es “impensable” para un partido “moribundo” hace un año, cuando las encuestas le auguraban un 15 % de votos, según estos expertos, pero se trata sobre todo de una apuesta por Scholz, según Sébastien Maillard. “Había que encontrar un sucesor digno de Merkel”, lo que encarna el actual ministro de Finanzas y vicecanciller de la coalición gobernante, agrega el director del Instituto Jacques Delors, en referencia al socialdemócrata.
Maillard rechaza así la existencia de una “dinámica de izquierdas”, ya que “los temas sociales no protagonizaron la campaña”. Este hecho podría quedar más claro en los próximos meses cuando se negocie la futura coalición. Tanto los socialdemócratas como los conservadores intentarán liderar una futura coalición. Para ello, buscarán el apoyo clave de los verdes (14,8 % de votos) y de los liberales del Partido Democrático Libre (FDP, 11,5 %).
“Si los liberales llegan al poder, ya no será de centroizquierda, ya que, en temas económicos, son muy conservadores”, según Tara Varma, del centro de reflexión Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).
“Desierto”
La victoria del SPD confirma una tendencia en Europa. En el norte, los socialdemócratas gobiernan en Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia, a los que se sumará en breve Noruega. Algo inédito desde los años 1950.
Los socialistas de Pedro Sánchez están a las riendas en España desde 2018 y la centroizquierda gobierna también en la vecina Portugal y en otro país del sur de Europa, el archipiélago mediterráneo de Malta. Aunque no están al frente, partidos de esta tendencia forman parte de las coaliciones en Luxemburgo y Bélgica, y de un ejecutivo “de tecnócratas” en Italia. ¿Se puede hablar entonces de una primavera de la izquierda europea?
En total, alrededor de una decena de los 27 países de la Unión Europea (UE) cuentan con al menos un partido de esa tendencia en el poder, una progresión respecto al “desierto” de los últimos años, según Pascale Joannin. Pero “la época de los grandes partidos de izquierda quedó atrás”, asegura la directora general de la Fundación Robert Schuman, que pone como ejemplo a los socialistas franceses. En 2017 lograron un 6,36 % en la presidencial.
El último periodo de éxitos de la socialdemocracia europea remonta a entre 1998 y 2002, con Lionel Jospin como primer ministro en Francia; Tony Blair, en el Reino Unido, y Gerhard Schröder, en Alemania.
Crisis de la covid-19 como oportunidad
Sin embargo, la centroizquierda sufre en Europa una marcha de votantes, algunos de los cuales están a los extremos. El bipartidismo reinante en sus años de éxito ya no existe y ahora necesita a menudo socios para gobernar.
“Ya no existe un consenso sobre los valores”, apunta Maillard, quien le augura no obstante un brillante futuro, si consigue aprovechar el apoyo social a la transición ecológica como futuro colchón electoral.
La actual coyuntura es además más favorable a la centroizquierda, que tiene una creciente demanda de “protección sanitaria, económica, social” por parte de los ciudadanos europeos, apunta Tara Varma, del ECFR. “Con la crisis de refugiados o con la crisis del euro, existía la idea de que era la derecha la que mejor protegía las fronteras” o garantizaba “una buena gestión económica”, abunda Ignacio Molina, del Real Instituto Elcano.
Pero con la actual crisis sanitaria y económica vinculada a la pandemia, “hay una idea de que la socialdemocracia es mejor gestionando el gasto público y la salud pública”, agrega Molina. Y “con un 25 % del voto, consigue gobernar”.
*Con información de la AFP.