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Antes y después: así quedó un lujoso edificio recién construido en Acapulco tras el paso del huracán Otis
El gobierno estatal informó que 80% de los hoteles sufrieron daños y han dispuesto unos 40 buses para hacer traslados gratuitos
Al menos 27 muertos, cuatro desaparecidos, hoteles y comercios parcialmente destruidos y comunidades sin luz e incomunicadas es el saldo que deja el paso del huracán Otis por el puerto mexicano de Acapulco, donde una multitud se ha lanzado a saquear supermercados en busca de agua y alimentos.
Este es el primer reporte de víctimas, dado que la zona afectada había estado prácticamente incomunicada desde las primeras horas del miércoles, cuando el meteoro golpeó al Pacífico mexicano como huracán 5, la máxima categoría de la escala Saffir-Simpson.
“Se recibió el reporte del gobierno del estado y del municipal de 27 personas fallecidas y cuatro desaparecidas”, dijo este jueves la secretaría de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, durante la conferencia de prensa presidencial.
En medio de esta tragedia, varios usuarios han publicado en sus redes sociales el “antes y el después” del paso del huracán Otis donde se puede ver claramente la devastación que ha dejado a su paso por Acapulco en donde se esperaba que tocara tierra en categoría 2.
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Una de las construcciones más afectadas y virales fue un lujoso edificio que habían construido en Acapulco dejando sólo algunos muebles dentro del edificio y el resto destruido en toda la parte exterior.
Before & after: This brand new $130 million luxury high-rise in Acapulco, Mexico has been severely damaged by Hurricane Otis. pic.twitter.com/X2PVzxrTIO
— Nahel Belgherze (@WxNB_) October 26, 2023
Según Puente Libre, esta edificación costó alrededor de los 130 millones de dólares y pese a que fue construido bajo la premisa de que aguantaría catástrofes de esta naturaleza no pudo resistir el paso del huracán que destruyó todo a su paso.
En otras fotos publicadas en la red social X también hicieron la comparación del antes y el después del paso del huracán por Plaza Galerías Dianas, la cual también quedó prácticamente destruida.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que los fallecidos son “básicamente en Acapulco” y que tres de los desaparecidos son militares. “Quienes perdieron la vida fue por el efecto del huracán”, dijo al detallar que los vientos derribaron árboles y postes y dañaron viviendas, además de que casi la mitad del puerto seguía sin electricidad.
Ludwing Reynoso, secretario de Gobierno del estado de Guerrero (sur), detalló que la mayoría de los fallecidos fueron arrastrados por algunos de los cauces que cruzan esta ciudad de cerca de 780.000 habitantes. Las calles del puerto, que vive esencialmente del turismo, estaban abarrotadas desde el mediodía de este jueves con gente que miraba asombrada los daños.
Una multitud se lanzó a supermercados, derribaron sus puertas y empezaron a tomar todo lo que tenían a la mano sin que personal de los comercios y autoridades lo impidieran, constató la AFP. “Vamos a sobrevivir como podamos”, justificó Emilio García, un pensionado de 65 años, ante el saqueo de tiendas.
“La desesperación que en un primer momento se da se entiende, pero no puede ser sistemático”, dijo Reynoso al detallar que preparan un operativo de seguridad para prevenir estos actos. Aunque las comunicaciones telefónicas empezaban a reanudarse, son inestables y amplios sectores todavía siguen incomunicados. La autopista del Sol, la vía más rápida desde Ciudad de México, fue reabierta al tránsito.
En Acapulco hay además empobrecidas comunidades que viven en cerros, en casas de viviendas de materiales frágiles. Reynoso reportó que ahí se han registrado sobre todo daños materiales.
Redes de comunicación
Una de las principales avenidas del puerto amaneció cubierta de lodo mientras decenas de personas, muchas con maleta en mano, caminaban ante la ausencia de transporte público y taxis.
Para José Luis Flores, de 72 años y residente de la estadounidense San Diego, las vacaciones se convirtieron en una “tragedia”. “Estamos desorientados, no tenemos comunicación con nuestros hijos. No tenemos señal, andamos buscando señal, energía. No hemos comido nada”, dijo a la AFP.
Algunos de los pobladores se detienen con equipos de prensa para pedirles que les dejen hacer una llamada a familiares o que les envíen un mensaje de que se encuentran a salvo. “Blanca Smith está bien”, dice una pintada en una pared de un hotel que sufrió severos daños.
En aplicaciones de mensajería de teléfonos celulares se han creado grupos a fin de que participen aquellos que buscan tener noticias de los suyos, aunque muchos estaban ya saturados, constató la AFP.
Televisoras locales permiten que las personas se coloquen ante la cámara para enviar mensajes o difunden el contenido de los grupos de “chats” en los que los usuarios suben imagen y datos de sus familiares a los que buscan.
Durante la mañana, miembros del Ejército desalojaban el fango y los escombros de las avenidas costeras, mientras las calles para entrar y salir del puerto registraban al mediodía un tráfico intenso con áreas obstaculizadas.
Punta Diamante, la zona más lujosa y moderna del puerto y donde se erigen hoteles y edificios de departamentos, es una de las más afectadas, con las paredes de varios pisos derribadas. La ocupación turística de Acapulco, con unos 20.000 cuartos de hotel, estaba al 50%, según autoridades.
El gobierno estatal informó que 80% de los hoteles sufrieron daños y que han dispuesto unos 40 autobuses para hacer traslados gratuitos. El aeropuerto permanece cerrado, pero se busca habilitar la pista para establecer un puente aéreo y llevar ayuda. Las aerolíneas han ofrecido trasladar a los turistas desde Zihuatanejo, localizada a 225 kilómetros.
Con información de AFP*