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Aprueban castración química de violadores en Pakistán
La ley contempla además la creación de un registro de criminales sexuales.
Pakistán aprobó el martes una nueva ley contra la violación que autoriza a los tribunales del país a ordenar la castración química de los condenados a violación y a crear cortes para acelerar los procesos, ante las denuncias sobre la impunidad de la que gozan los responsables de estos crímenes.
La Presidencia paquistaní ha detallado en una serie de mensajes publicados a través de su cuenta en la red social Twitter que se crearán tribunales especiales para procesos rápidos y ha agregado que estos organismos tendrán cuatro meses para completarlos antes de emitir sus veredictos.
Asimismo, la ley contempla la creación de un registro de criminales sexuales y prohíbe la publicación de las identidades de las víctimas, mientras que los policías y funcionarios que muestren “negligencia” a la hora de investigar los casos podrían ser condenados a penas de hasta tres años de cárcel.
La aprobación implica que el Gobierno tiene ahora cuatro meses para lograr la ratificación del Congreso.
El primer ministro de Pakistán, Imran Jan, prometió en noviembre “medidas duras y holísticas contra la violación para cerrar todos los agujeros” existentes en la legislación del país tras la violación de una mujer y su hija menor de edad en la ciudad de Kashmore, en la provincia de Sindh.
El incidente tuvo lugar después de que una mujer fuera violada en grupo frente a sus hijos en una de las principales autovías del país, tras lo que un alto cargo policial acusó a la víctima de lo sucedido, lo que desencadenó una oleada de protestas a nivel nacional.
Jan, que ha apostado abiertamente por endurecer las leyes para castigar a los responsables de estos crímenes, ha apuntado incluso a la posibilidad de aprobar que sean condenados a la horca para reducir el aumento de la violencia sexual en el país centroasiático.
Las denuncias han aumentado también por los numerosos casos de violaciones contra menores de edad en el país. Según la ONG Sahil, más de 1.500 niños han sido violados desde principios de año en Pakistán. La ministra de Derechos Humanos paquistaní, Shirin Mazari, apuntó en noviembre a la existencia de “un modo de pensar bestial” que “sigue arrasando con la sociedad”.
La castración química es un método utilizado excepcionalmente como pena judicial en varios países del mundo. Indonesia, Polonia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos son algunos de los que la han implementado.
Hay cárceles en las cuales el uso de fármacos es de vieja data. Por ejemplo, en Whatton, Inglaterra, 100 presos se sometieronen 2017 a un tratamiento químico con inhibidores selectivos como Prozac para disminuir su apetito sexual. En ese centro penitenciario la casi totalidad de los reclusos ha cometido delitos sexuales, y la mayoría de estos son pedófilos.
Con información de Europa Press