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Argentina, la patria del papa en donde los “nones”, que no profesan ninguna religión, buscan respuestas espirituales más allá de la Iglesia
La mayoría de los latinoamericanos son cristianos, y el catolicismo sigue siendo la religión predominante.
En la patria del papa Francisco, hay una mujer que cree en los ángeles y dice que son extraterrestres. Otra orgullosamente se identifica como bruja. Y hay un gurú espiritual tan disgustado por la opulencia del Vaticano que dejó la Iglesia para ayudar a otros a conectarse espiritualmente fuera de la religión organizada.
Los tres son excatólicos que se han unido a muchos otros argentinos en las crecientes filas de quienes no tienen filiación religiosa. Conocidos como “nones” —que puede traducirse como “ninguna”, por “ninguna religión”— se identifican como ateos, agnósticos, espirituales pero no religiosos o, simplemente, nada en particular.
Pablo Robles dice que una mejor etiqueta para él sería “todo”, dado que tiene una rica vida espiritual fuera de la religión.
“Yo estaba escuchando esa misa … al lado de una columna de oro más grande que mi departamento”, dijo Robles. “Me hizo mucho ruido, un ruido tan grande … que ahí dije: ‘Esto no es verdad. Me están hablando de una cosa y están haciendo otra’”.
De regreso en Argentina, comenzó a buscar respuestas en la astrología, el budismo y el sufismo, el lado místico del islam. Ahora utiliza la música, el yoga y el reiki para ayudar a otros a conectarse espiritualmente.
“Siento que están creciendo… porque es un momento donde las estructuras y las instituciones ya no muestran coherencia y las personas necesitan tener libertad, y no un aval de una institución”, dijo después de meditar en un templo budista zen en Brasil, donde enseña meditación y yoga.
La influencia de la Iglesia ha disminuido
Cada vez más argentinos buscan ahora respuestas espirituales más allá de la Iglesia: en el yoga, el tarot, la astrología y las creencias fuera de la religión.
“El crecimiento de los sin religión de pertenencia en el país del papa es muy llamativo”, declaró Hugo Rabbia, profesor de psicología política en la Universidad Nacional de Córdoba.
Dijo que el porcentaje de personas que no se identifican con una religión en Argentina se duplicó en los últimos 15 años. Eso es similar a Estados Unidos y algunos otros países.
“Coincide con una serie de debates públicos sobre derechos sexuales y reproductivos que han incidido fuertemente en el posicionamiento de algunas personas respecto a las religiones tradicionales”, dijo Rabbia.
Una iglesia más tolerante
“Ante todo estar allí donde están los jóvenes”, dijo. “Es una pastoral de presencia, de cercanía, de acompañamiento, de no acercarnos a las personas con una actitud de jueces que vienen a juzgar precisamente los comportamientos morales de las personas”.
El desencanto con la Iglesia ha llevado a algunos a abandonar formalmente el catolicismo, incluido Lin Pao Rafetta. Forma parte de la Coalición Argentina por un Estado Laico, que lidera un movimiento de apostasía.
“Empece a tener una serie de razones para abandonar la institución”, refirió Rafetta, quien fue despedido de una universidad jesuita como profesor de historia del arte después de renunciar a la fe en una “apostasía colectiva”. Otros argentinos también firmaron sus renuncias.
Rabbia dijo que muchos en las crecientes filas de los nones conservan algunas de las creencias sin formar parte de la Iglesia.
Caminos espirituales
Esto es evidente en Capilla del Monte, el centro espiritual de Argentina. La ciudad de la provincia de Córdoba, a unos 800 kilómetros (500 millas) al noroeste de Buenos Aires, tiene fama de atraer una energía poderosa y, según algunos, incluso actividad alienígena.
Un grupo se reunió recientemente en una meseta con vista al cerro Uritorco, donde algunos creen que hay una ciudad extraterrestre enterrada. Mientras pasaba plumas de cóndor, Fabián Kloss bailaba alrededor de una hoguera al son de los tambores antes de meditar dentro de una pirámide.
“Hace siete años comencé este camino espiritual. Vine aca a Capilla (del Monte) buscando ovnis”, dijo Kloss, quien asistió a una escuela católica, pero dejó la religión para seguir un camino espiritual. “Más allá de lo que vi, de la experiencia, fue el sentir —se siente una sensación de paz, de bondad, de amor—... y me di cuenta que en realidad no estaba buscando ovnis, sino algo, algo que tenía que buscar para mi vida”.
Búsquedas similares atraen a turistas espirituales desde lejos. Neiva Santos, una arquitecta brasileña, se distanció del catolicismo cuando tenía poco más de 30 años.
“La religión para mí... siempre fue una parte que no me permitía ser quien yo soy de verdad … siempre controladora, siempre poniendo pecados, siempre con culpabilidad y siempre en las cosas que están más buenas de la vida”, explicó Santos.