El homicidio de un exsecretario de la vicepresidenta y exmandataria de Argentina, Cristina Kirchner, desató una dura polémica en el país. La oposición lo calificó de "crimen de gravedad institucional", un comentario que este domingo el presidente Alberto Fernández consideró "canallesco".
El cuerpo de Fabián Gutiérrez, de 47 años, fue hallado semienterrado y envuelto en una sábana en el patio de una casa en El Calafate, 2.700 km al sudoeste de Buenos Aires, donde el hombre tenía una de sus residencias. El juez que investiga el homicidio dijo no tener "indicios de una causa política".
Gutiérrez, que había estado detenido y procesado en 2018, era "imputado colaborador" (para morigerar su situación procesal) en la llamada "causa de los cuadernos", una presunta trama de sobornos en la obra pública durante los gobiernos kirchneristas (2003-2015) y que involucra a empresarios, exfuncionarios y a la exmandataria.
La coalición opositora Juntos por el Cambio, liderada por el exmandatario Mauricio Macri (2015-2019), calificó la muerte de Gutiérrez como "un crimen de extrema gravedad institucional", en un comunicado que advirtió sobre una "posible conexión de su muerte con delitos federales", en alusión a la causa por corrupción.
"El documento de la oposición sembrando dudas sobre la muerte de Gutiérrez es canallesco", reaccionó el presidente en declaraciones este domingo a radio Milenium.
"Es una miserabilidad absoluta. Queremos saber qué sucedió con Fabián Gutiérrez, pero solo insinuar que eso es motivo de la causa de los cuadernos y que el Gobierno puede estar involucrado en eso, es una actitud tan miserable que es difícil de entender", agregó.
El Ministerio de Seguridad aclaró que nunca pidió ser un testigo protegido, por lo que no contaba con custodia oficial.
Gutiérrez, oriundo de la provincia de Santa Cruz (sur), bastión histórico de los Kirchner, de quienes estuvo cerca desde su juventud, se alejó del cargo de secretario de la expresidenta en 2010.
Dueño de una gran fortuna, según la prensa argentina, desde entonces residía entre Buenos Aires y la villa turística de El Calafate, cercana al glaciar Perito Moreno.
Tras la declaración de uno de los cuatro jóvenes detenidos, el cuerpo de Gutiérrez fue encontrado el sábado envuelto en una sábana en el fondo de una casa cercana a su residencia, donde se habría perpetrado el crimen, de acuerdo con las primeras pesquisas.
El cadáver presentaba golpes en la cabeza y un corte de arma blanca en el cuello. En ese lugar se hallaron también un televisor y un equipo de música, robados del domicilio de la víctima, dijo el juez Carlos Navarte. Uno de los cuatro detenidos, de 20 años, mantenía una relación afectiva con la víctima. "Pudo haber un desacuerdo, una desavenencia, una pelea, y eso llevó al hecho...", dijo el juez a radio Mitre.
El caso desató una andanada de acusaciones opositoras en las redes. "Si nos ganan los que odian, estamos muertos como sociedad. Los que odian no gobiernan, escriben en Twitter", advirtió Fernández.
Familiares de Gutiérrez pidieron en un comunicado "a los periodistas y dirigentes de todo el arco político" que dejen actuar a la justicia "apartándose de hacer especulaciones dolorosas, interesadas, de todo tipo y color".