Argentina

Así amanece Argentina, tras las elecciones legislativas que golpearon al Gobierno y a Kirchner

Desde 1983 el peronismo, iniciado por Juan Domingo Perón, encarnado por los Kirchner y ahora por el presidente, no perdía el control del quórum en el Senado.

15 de noviembre de 2021
Cristina Fernández y Alberto Fernández, antes de las elecciones del domingo.
Cristina Fernández y Alberto Fernández, antes de las elecciones del domingo. | Foto: Getty Images

El Gobierno del presidente Alberto Fernández perdió el control del Legislativo este domingo 15 de noviembre por la noche, cuando se fue conociendo poco a poco que Juntos por el Cambio, el partido político del expresidente Mauricio Macri, ganaba y ganaba escaños. Y aunque fue una dura derrota, los medios argentinos esperaban un knock out que no se dio.

Este no es un hecho menor, pues desde 1983 el peronismo, iniciado por Juan Domingo Perón, encarnado por los Kirchner y ahora por el presidente Alberto Fernández, no perdía el control del quórum en el Senado, por lo que ya no podrá pasar proyectos por sí mismo y tendrá que negociar para sacar adelante iniciativas fundamentales para los dos años de gobierno que tiene por delante.

Los medios locales afirman que la más golpeada de todas, tras estas elecciones, es la vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, pues además de perder el control del Senado, tendrá que enfrentarse ahora a varios miembros de su propio movimiento, pues la mayoría de los nuevos legisladores pertenecen al ala menos “obediente” y están más del lado del presidente.

El gobierno peronista de centroizquierda pasaría de tener 41 de 72 senadores a tan solo 35, según el escrutinio de más del 90 % de los votos.

“A la mayor brevedad posible voy a dirigirme a los representantes de la voluntad popular y a las fuerzas políticas a las que representan, para acordar una agenda tan compartida como sea posible. Una oposición responsable y abierta al diálogo es una oposición patriótica. Nuestro pueblo necesita ese patriotismo”, anunció el domingo el presidente en un tono pausado y conciliador.

“Precisamos que la relación entre el gobierno y el Congreso Nacional, en la Cámara de Diputados y en el Senado, sea fructífera, por el interés general de nuestro país”, resaltó.

La economía castigó al Gobierno

En medio de una dura crisis económica, con una inflación anual de más del 50 % y una pobreza que afecta al 40 % de la población, Argentina debe negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo acuerdo que reemplace el stand-by por 44.000 millones de dólares de 2018.

“En esta nueva etapa profundizaremos nuestros esfuerzos para llegar a un acuerdo sustentable con el FMI. Debemos despejar las incertidumbres que conllevan deudas insostenibles como esta. Y debemos hacerlo preservando las condiciones que nos permitan seguir por el sendero de la recuperación con generación de empleo, apuntando al tiempo a una reducción persistente del mal inflacionario”, indicó Fernández.

De no lograr un nuevo convenio, debería pagarle al FMI en 2022 más de US$19.000 millones y en 2023 otro tanto.

En las últimas semanas, el Gobierno impulsó urgentes medidas económicas y un control de precios para paliar la inflación galopante, que acumuló un aterrador 41,8 % entre enero y octubre, una de las más altas del mundo.

Pese a la presión por conseguir un acuerdo con el FMI, Fernández insistió este domingo en que “a quien diga que el problema con el Fondo Monetario Internacional puede ser resuelto en cinco minutos le digo que negociar no es obedecer”.

Argentina recién emerge de una recesión que empezó en 2018 y se profundizó con un derrumbe del 9,9 % del PIB en 2020 por la pandemia de covid-19, en medio de una extensa cuarentena. El crecimiento del 9 % previsto para este año retrotraerá la situación a 2019, cuando Fernández asumió la Presidencia de la República.