Así es el aterrador museo de la ouija, donde se han presentado fenómenos paranormales

Inaugurado en el 2019, el museo de la Junta de Brujas de Salem en Essex Street ha sido testigo de actividades paranormales después de que su propietario, John Kozik, juntara en este lugar 15 años de colección de ouijas.

El museo alberga hasta un tercio de la colección personal de tableros de Kozik, que suman entre 300 y 500 tableros. Esta es una obsesión que comenzó con su abuela, ya que era ella misma quien usaba una tabla ouija.

Según narra el Boston Globe, el joven Kozik sentía mucha curiosidad de cómo su abuela usaba esta herramienta para “comunicarse con el más allá” y aunque no se le permitía entrar a la habitación donde su abuela usaba la tabla, él espiaba a través de una ventana para identificar qué letras y números se vislumbraba.

“Realmente me atrajeron los tableros de la década de 1940, específicamente, a través de los diferentes motivos y obras de arte que tenían”, aseguró en una entrevista telefónica con el medio, “Empecé comprando una tabla para hacerle compañía a la tabla de mi abuela. Pero a medida que aprendí sobre los foros parlantes, se convirtió en una especie de obsesión”, agregó.

El museo funciona gracias a la astucia de su propietario al momento de vincular a más fanáticos en la página oficial de internet a quienes invita para que les ayude a orientarse en su próximo hallazgo, por lo general encuentra tableros en ventas de propiedades, ventas de garaje o el famoso mercado de las pulgas.

En el interior, el museo de 500 pies cuadrados está ordenado cronológicamente y detalla la historia de los tableros parlantes desde el movimiento espiritista del siglo XIX hasta las referencias de la cultura pop actual en una visita autoguiada.

El diario asegura que algunas tablas cuelgan de las paredes, pero algunas, junto con las planchettes, están encerradas en exhibidores transparentes. Y en su lugar especial se encuentra el tablero original de la abuela de Kozik, el que empezó todo.

Pese a su gran interés en las tablas ouijas, Kosik nunca ha usado una, asegurando que no podría igualar la maestría de su abuela, “no creo que vaya a tener la misma conexión que ella tenía con la junta directiva, así que realmente no lo presiono”, dijo.

Historias paranormales

El propietario de este inusual museo es también tesorero de la Sociedad Histórica Talking Board, por este motivo ha recibido numerosas donaciones de tablas Ouija. Las historias que ha escuchado de sus propios clientes son dignas de contar.

En una historia memorable, Kozik recibió una Ouija envuelta en una mortaja negra con una pequeña Biblia negra adjunta, con una advertencia garabateada en el paquete mientras salía sal. (La sal se usa para neutralizar la tabla, explicó Kozik).

El propietario anterior afirmó que la tabla provocó arrebatos violentos y anormales en un miembro de la familia. “Hay tantos niveles y capas en la historia [de la tabla Ouija]”, dijo. “Independientemente de si les tienes miedo o no crees que te interesen, creo que podrás encontrar algo con lo que conectarte”.

Kozik cree que cada foro parlante funciona de manera diferente para cada uno dependiendo de las creencias y rituales de cada persona. Los buenos (o malos) resultados de una persona con un tablero parlante no afectan la experiencia de otra persona con ese mismo tablero, explicó según el Boston Globe.

¿Qué es y de donde viene la tabla ouija?

Ouija es un tablero parlante fabricado por primera vez en los Estados Unidos en 1890. Un tablero parlante es un tablero impreso con letras y números que utiliza un puntero deslizante para deletrear mensajes de una manera misteriosa.

La tabla que se convirtió en Ouija nació en 1886 en Chestertown, Maryland y recibió su nombre en 1890 en Baltimore, donde se fabricó por primera vez.

Desde los inicios de la Ouija, los periódicos informaron sobre su uso como una forma de comunicarse con los muertos, predecir catástrofes, resolver misterios e incluso cometer crímenes.

A medida que la popularidad de la Ouija crecía a raíz de la Primera Guerra Mundial, se difundió la cobertura periodística sobre Pearl Curran, una ama de casa de St. Louis que usaba la Ouija para hablar con el espíritu de una mujer del siglo XVII llamada Patience Worth.