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Así es el reversazo generado por delta en el mundo
Ante el incremento de casos de covid provocados por la supercontagiosa variante delta, el mundo vuelve a cerrar sus puertas. En algunas naciones decretaron confinamientos, en otras implementaron el pasaporte sanitario como protección. El gran interrogante es si se cantó victoria antes de tiempo.
Si algo se sabe de la covid-19 es que es imposible adivinar cuál será su siguiente paso. Tras casi un año y medio de pandemia y más de 4 millones de muertos, el mundo creyó que lo peor estaba en el pasado, hasta que llegó la variante delta para comprobar que eso no era cierto. Atrás quedó la idea de que los contagios alcanzarían un pico y bajarían, y se instaló, más bien, la modalidad de que un pico sigue a otro, a tal punto que en Europa ya van por el quinto y se preparan para el sexto.
“La situación está ahora en un momento crítico”, dice Desirée Ruiz, del Hospital del Mar, en Barcelona, España. Y agrega: “Esto es más parecido a la primera ola que ninguna y estamos sobrepasados”. Esa ciudad, la más afectada por delta en el país, es también una buena muestra de lo que sucede en el resto del mundo en diferentes escalas.
Las vacaciones de verano llegaron y con ellas varios agravantes. En la mayoría del planeta se levantaron las más estrictas medidas covid por agotamiento y exceso de optimismo. Los locales de entretenimiento volvieron a abrir, y los primeros en llegar fueron los jóvenes, es decir, la población menos vacunada y más vulnerable a la nueva variante. También los adultos bajaron la guardia, y la inmunidad de rebaño con la que algunos Estados soñaban no será. Millones de personas, aun en las naciones más ricas, se rehúsan a vacunarse.
La emergencia no es solo en España. La variante delta, con presencia en más de 180 países, es hasta 60 por ciento más contagiosa que la original y más resistente a algunas vacunas. La nación con más casos es Reino Unido, donde, en las últimas cuatro semanas, se han contagiado 58.000 personas de las 208.000 que hoy padecen la enfermedad por cuenta de la nueva mutación.
Le sigue Estados Unidos con 16.000 casos confirmados por delta en un mes. Aunque con un aumento de 283 por ciento en una semana, en la que registraron 90.000 contagios diarios, se cree que el porcentaje de delta es mayor. Según Anthony Fauci, asesor médico de la Casa Blanca, las cosas empeorarán en los próximos meses por culpa de la nueva variante. En Florida, por ejemplo, los contagios aumentaron 43 por ciento esta semana como resultado de las vacaciones. La emergencia provocó que algunos estados, como Nueva York, retomaran las restricciones y los cierres.
En naciones como Francia e Italia, donde también delta corre rampante, desde este fin de semana exigen pasaporte sanitario para entrar a los principales atractivos turísticos. En casi todos los países donde retoman el control sanitario, se han registrado también protestas de quienes no quieren vacunarse ni aislarse. Sin embargo, en ninguna nación ha sido tan drástica la reversa como en Austria. Allí, de nuevo, se ordenó el confinamiento de 25 millones de personas por la “amenaza delta”.
Como si se tratara de un mal chiste del destino, la variante, originaria de India, vuelve a poner en jaque a la ciudad de Wuhan, China, epicentro de la primera ola y origen del virus. Después de meses sin infectados, de nuevo el número asciende y las autoridades exigirán vacunas o pruebas a todos sus habitantes.
La amenaza de delta no desaparecerá. Al cierre de esta edición, se reportaron cuatro casos en California de una variante aún más agresiva, bautizada por los expertos como delta plus. Así las cosas, hoy muchos se preguntan si se habrá apresurado el mundo en reabrir tras el primer cierre por la pandemia, una respuesta difícil de contestar teniendo en cuenta que es un virus impredecible.