Así fue la audiencia en la que Donald Trump se declaró inocente de intentar revertir los resultados de las elecciones

De pie, con los brazos a lo largo del cuerpo, el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump afronta a una jueza a quien responde: “No culpable”. Un instante solemne que contrasta con la efervescencia que ha rodeado su llegada a este juzgado federal de Washington a responder ante la justicia por los cargos que se le acusan.

Cerca de la sala del tribunal se encuentra el Capitolio, el templo de la democracia estadounidense atacado por sus partidarios el 6 de enero de 2021, un sombrío día en la historia del país. El expresidente compareció por su implicación en hechos que desembocaron en este seísmo. Ataviado con su eterna corbata roja, Trump llegó con sus abogados a la sala, en la que también se hallaba Jack Smith, su bestia negra.

Este fiscal especial de barba recortada está a cargo de las investigaciones federales contra el millonario republicano. Cinco metros y una mesa de madera los separaban entre miradas que denotan el odio que tiene el expresidente contra Smith, quien se ha convertido en su mayor antagonista de los últimos tiempos.

Durante los minutos en los que ambas partes esperaban a que llegara la jueza, Smith miró con insistencia a Trump. El expresidente, en campaña para la nominación republicana a las presidenciales de 2024, parecía esquivarlo, hablaba con sus abogados, movía las manos como para pasar el rato.

“Tiempo”

La magistrada Moxila Upadhyaya llegó enfundada en su túnica negra. Detrás de su sillón colgaba una bandera estadounidense. Fue la primera comparecencia de Trump ante un magistrado en el caso por el que se le acusa de haber intentado alterar el resultado de las elecciones de 2020.

La jueza enunció los cargos contra el favorito para las primarias republicanas. Donald Trump se mantuvo inmóvil, mirando hacia la jueza, aparentemente atento. Cuando él se levantó, ella le preguntó cómo iba a responder a los cargos que se le imputan. “No culpable” a todos, contestó él, antes de volver a sentarse.

La vista, que duró media hora, era procesal. Pero la defensa prepara sus argumentos. En cuanto al calendario, el “juicio sin demora” solicitado por la fiscalía no deja suficiente margen para preparar la defensa, aseguran sus abogados.

“Necesitamos tiempo” para estudiar grandes cantidades de datos, alegó uno de ellos, John Lauro. La jueza respondió: “Puedo garantizar a todos que habrá un proceso y un juicio justos”. Donald Trump dejó hablar a sus abogados y después salió de la sala. Minutos después, ante la prensa, dijo ser un “opositor político” víctima de una “persecución” en un “día muy triste” para Estados Unidos.

Turistas

Se fue de la misma forma que llegó, con una caravana de coches negros, seguido en directo por la televisión estadounidense. Y, como ya sucedió en las otras dos vistas de los últimos meses, había un hervidero de gente en el exterior de la corte. Además del centenar de periodistas acreditados para seguir el juicio dentro del tribunal, había decenas más fuera, bajo un cielo gris.

Muchos policías federales y municipales patrullaban las aceras, algunos con perros rastreadores. No faltaron espectadores ni manifestantes, uno de los cuales hizo ondear una enorme bandera de “Trump 2024″ frente a la entrada de la corte.

También se acercaron turistas que estaban de visita en la capital de Estados Unidos. Tom Kerr, 78 años, lo consideró una “especie de espectáculo”. Liam, de 12 años, llegó con su padre de Texas (sur) para “ver el convoy de Trump y todo eso”. Espera que “la justicia prevalezca” en este caso. Camille Decont, una estudiante francesa, quedó “impresionada”. “El caso Trump es un asunto mundial”, añadió su padre, François Paolini.

*Con información de AFP.