Así puede acceder a la ciudadanía italiana si tiene ancestros de ese país

Los meses recientes, en varios países de América Latina han mostrado un creciente interés de algunos sectores de la población por migrar a Estados Unidos o Europa en busca de un mejor futuro, aprovechando a su vez algunas de las ventajas que han abierto países interesados en la migración cualificada, ante la falta de mano de obra en algunos sectores, y también con el deseo de reactivar sus tasas de natalidad.

En ese sentido, resulta idóneo también para algunas personas, aprovechar algunas ventajas que se derivan de sus ancestros; en caso de ser descendientes de migrantes europeos, en tanto esos países, como Italia, España, Alemania, y otros, han abierto canales para la nacionalización de algunos de sus ‘descendientes’.

Así, la otrora diáspora migrante que llegó a países de América Latina, en épocas de la guerra, busca capitalizar a su favor esa migración, incentivando el regreso y la nacionalización de nuevas generaciones.

Sin embargo, dicho trámite reviste de algunos requisitos para ser acreedores a los beneficios de la doble nacionalidad.

En el caso de la nacionalidad italiana, este país está abriendo nuevos hilos para la llegada de las nuevas generaciones, ofreciendo este beneficio a través de la regla de obtención de la nacionalidad basada el principio de ‘jure sanguinis’, que se basa en el derecho adquirido por sangre.

Así, como es evidente, este derecho se adquiere al ser descendiente de un nacional italiano, lo que debe ser comprobado a través de una serie de requisitos y documentos.

En ese mismo sentido, otro de los principios de otorgamiento de nacionalidad, en el caso de Italia, se refiere al “jus soli”, que es el derecho adquirido por nacer en su territorio.

Así, basado en estos dos caminos, actualmente Italia está abriendo la puerta para la aplicación a su nacionalidad, lo que resulta atractivo para los latinos en tanto reviste una serie de interesantes beneficios, incluido el pasaporte europeo, situación que representa gran atractivo en tanto ese país hace parte de la UE, y lo que ello también podría representar en términos de acceso a educación.

Según refieren expertos, el acceso a nacionalidades como la italiana también revisten interés desde el punto de vista de las garantías en el acceso a salud y la facilidad de compra de vivienda en su territorio.

Así, los requisitos para acceder a la nacionalidad italiana parten por identificar la línea de ascendencia para demostrar el derecho a la nacionalidad.

En ese sentido, dentro de los criterios se encuentra el tener un antepasado italiano masculino que estuviese vivo máximo en marzo de 1861.

En el caso de los niños, estos también pueden aplicar a la nacionalidad en caso de que su madre sea de ciudadanía italiana esta hubiese nacido después del primero de enero de 1948.

En medio del proceso, los aplicantes deben vivir en Italia durante al menos tres años, permaneciendo al menos seis meses y un día al año

En medio del proceso, es importante también tener en cuenta que el solicitante debe pagar impuestos.

La lista de apellidos que están contemplados en la medida son:

Abate

Abà

Labate

Abatino

Abatantuono

Abaterusso

Abaticola

Achilla

Achille

Achilleo

Achillini

Chiletti

Chiloni

Chilesotti

Anes

Anesin

Anesini

Annes

Annesi

Annesin

Deanesi

De Anesi

Bianco

Bianchi

Dal Bianco

Bianchini

Bianchetti

Biancone

Lo Bianc

Bottari

Bottarelli

Bottarini

Bottarin

Bottaro

Espósito

Espositi

Degli Sposti

Fiore

Di Fiore

Fiorelli

Fiorucci

Fiorio

Fioribello

Flores

Giovannetti

Di Giovanni

Della Giovanna

Giannelli

Giannoli

Giani

Giannelli

Giannetti

Da Rossa

Lo Russo

La Russa

Larossa

La Russa

Larussa

Larossa

La Rossa

Natale

Natali

Natalino

Nalato

Nadali

Nalesso

Nadin

Ricci

Riccio

Rizzi

Rizzo

Rizza

Rizzati

Risso

Lo Riccio

La Riccia

La Rizza

Ricciuto

Sorace

Soraci

Surace

Suraci

Soracca

Soracchi

Soracco

Zanella

Zanoli

Zannier

Vani

Vannucci

Vannicelli

Vanno

Vani

Vanetto