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Asiáticos podrían tener sus días contados debido a la contaminación excesiva
Más de la mitad de la población mundial vive en este continente.
La calidad del aire es uno de los factores que permite tomar el pulso de la calidad de vida que se presenta en cada una de las naciones; asimismo, de diagnosticar riesgos latentes a tiempo con el fin de que una sociedad pueda salvaguardarse de los peligros a los que se expone por acciones propias o ajenas, como es el caso de Asia.
Este continente, que se extiende desde el Bósforo en Türkiye hasta las costas japonesas, concentra más de la mitad de la población del mundo (4,56 mil millones de personas). En esta región se encuentran cuatro de los cinco países más poblados del mundo (India, China, Indonesia y Pakistán).
Por lo anterior, la producción en este continente, en especial en su franja oriental, ha ocasionado serios problemas de polución entre sus habitantes, incluso a territorios extranjeros.
Debido a esta problemática, una más como consecuencia de las acciones humanas que ha provocado el calentamiento global, los Gobiernos de todo el mundo han debido prestar atención a la calidad ambiental de sus territorios.
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Esto sucede porque si no se trata a tiempo este tipo de situaciones, la condición de salud de toda una comunidad podría verse en aprietos, ocasionando una crisis sanitaria compleja de solucionar.
¿Qué dicen los reportes?
Dada la necesidad de conocer la situación actual del aire en distintas sociedades, el Índice de Calidad de Vida del Aire (AQLI) es uno de los recursos más importantes con los que se cuenta para conocer qué tan contaminado o no se encuentra el aire que la población de un área determinada respira.
Este índice tiene como base la concentración de partículas PM2,5 en el aire, las cuales son muy pequeñas y pueden incluir metales, químicos, hollín y polvo. Asimismo, estas partículas se relacionan con problemas de salud respiratorios y cardiovasculares.
De acuerdo en este indicador, la contaminación por estas finas partículas representa el “mayor riesgo externo” para la salud en humanos a nivel global. De hecho, se compara con el tabaquismo en cuanto a disminución de la esperanza de vida, estando muy por encima de riesgos por consumo de alcohol y agua en mal estado, así como accidentes de tránsito.
El AQLI, en su informe más reciente, ha aseverado que algunas naciones se enfrentan a “retos monumentales” para preservar la calidad del aire, como Bangladesh, Nepal, India y Pakistán.
En estos países, en donde los niveles de contaminación son alarmantes, los expertos han expresado que si este índice continúa al alza (o se mantiene), los pobladores de estos territorios podrían perder entre uno y seis años de vida con base en la pésima calidad del aire que respiran.
Esto porque, solo en Nepal, el promedio de partículas PM2,5 es casi 20 veces más alta que los límites fijados por la Organización Mundial de la Salud.
Lo que dicen los organismos de control
De acuerdo con los expertos, si se siguen los lineamientos de la OMS para reducir la contaminación por estas partículas, se podría aumentar la esperanza de vida en 2,3 años. Por esto es importante que los Gobiernos de territorios cuya contaminación está por encima del límite comiencen a trabajar en idear planes para que las próximas mediciones se encuentren bajo los límites de polución aceptados.
No obstante, la contaminación no se detiene en las fronteras geopolíticas, por lo que el llamado es a actuar como sociedad para reducir los niveles de contaminación en cada una de las comunidades afectadas o no, para así mejorar la calidad de vida de todas las nacionalidades.
Un ejemplo de estos esfuerzos para mitigar el impacto del cambio climático es la firma del Acuerdo de París en 2015. No obstante, algunos científicos aseveran que se deben realizar acciones más fuertes para que este documento no sea obsoleto en unos cuantos años dada la celeridad que presenta este fenómeno.