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Atención: Rusia anuncia que se reserva el derecho de tomar “medidas severas” tras ataques con drones en Moscú y Crimea
Uno de los drones neutralizados por Rusia se estrelló cerca del Ministerio de Defensa
Rusia se reserva el derecho de tomar “severas represalias” tras los ataques con drones atribuidos a Ucrania contra la ciudad de Moscú y la península anexada de Crimea, dijo la diplomacia rusa en un comunicado. “Consideramos estos sucesos como un nuevo recurso de métodos terroristas por parte de los dirigentes políticos y militares de Ucrania, para intimidar a la población civil”, aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los ataques se registraron entre la noche del domingo y la madrugada de este lunes. “La voluntad de Occidente de ver un agravamiento de la situación (el conflicto) se encuentra detrás de los actos descarados de los neonazis ucranianos”, aseguró la diplomacia rusa, prometiendo “encontrar y castigar” a todos los culpables.
“Estos ataques no tenían ningún sentido desde un punto de vista militar. Condenamos este nuevo crimen de régimen de Kiev y pedimos a las organizaciones internacionales que lo evalúen adecuadamente”, añadió el Ministerio.
Según dijo a AFP una fuente ucraniana de Defensa, que pidió el anonimato, el ataque contra Moscú fue “una operación especial del GUR”, los servicios de inteligencia militar ucraniano. De acuerdo con el ejército ruso, dos drones ucranianos fueron “neutralizados y se estrellaron” sin dejar víctimas, uno de los cuales cayó cerca del Ministerio de Defensa y el otro en un centro comercial del sur de Moscú.
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En Crimea, un bombardeo ucraniano con drones alcanzó un depósito de municiones, en un distrito del norte de la península anexada, informó este lunes 24 de julio el gobernador ruso Serguéi Asksionov.
La región de Moscú no había sido atacada por drones desde hacía casi tres semanas. El ataque se produjo después de que Kiev prometiera responder a los bombardeos rusos en Odesa del pasado fin de semana, que causaron dos muertos y destruyeron una catedral.
El 4 de julio, cinco drones fueron derribados en la región moscovita, según las autoridades. El ataque perturbó el funcionamiento del aeropuerto internacional de Vnúkovo. Por otro lado, se produjo un ataque de “casi cuatro horas” contra una infraestructura portuaria ucraniana de la región de Odesa y destruyó un hangar de grano, indicó el lunes el ejército ucraniano.
En el frente, Kiev afirmó el lunes que le arrebató más de 16 km2 a las fuerzas rusas la semana pasada en el este y en el sur del país, casi dos meses después de haber empezado su contraofensiva.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, prometió que habría “represalias” a los tiros de “19 misiles” rusos contra Odesa, cuyo casco histórico fue incluido a principios de año en la lista de patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco.
La ciudad portuaria, que ha sido blanco frecuente de bombardeos rusos, fue atacada en la madrugada del domingo. Dos personas murieron y otras 22 resultaron heridas, de las que al menos cuatro eran niños.
La catedral de la Transfiguración resultó muy dañada, algunas de sus paredes se derrumbaron y varios iconos fueron incendiados. El templo, inaugurado hace más de 200 años, fue destruido por los soviéticos en 1936 y reconstruido a principios de los años 2000.
Rusia y el acceso a Zaporiyia
La compañía nuclear ucraniana Energoatom ha asegurado este lunes que las autoridades rusas tienen “algo que ocultar” al no permitir que el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) tenga acceso total a las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia.
Según ha relatado el jefe de la comisión reguladora de Energía Atómica del Estado, Oleg Korikov, “los invasores obviamente tienen algo que ocultar” porque “el nivel de militarización en la central nuclear de Zaporiyia ha aumentado significativamente”.
Por su parte, expertos del OIEA han realizado ya varias inspecciones de las instalaciones sin que por el momento hayan localizado ningún artefacto explosivo, si bien es cierto que denuncian no tener acceso total a las instalaciones.
Con información de AFP y Europa Press*