Aumenta riesgo de erupción: autoridades filipinas en máxima alerta por expulsión de lava desde el volcán Mayón

Autoridades de Filipinas y habitantes de las zonas próximas al volcán Mayón se encuentran en alerta máxima, luego de que la pasada noche del domingo, la actividad de este se incrementara, generando la expulsión de una importante cantidad de material volcánico o lava, que puso de manifiesto la necesidad de seguir avanzando con la evacuación de la zona ante el inminente peligro.

El volcán Mayón es el más activo de ese país, y la expulsión de una ‘lengua de lava’ de cerca de medio kilómetro de longitud planteó un reto y una amenaza para los pobladores locales, obligando a que fuera puesto en vigilancia permanente por parte de las autoridades de emergencia de ese país.

De acuerdo con los especialistas, el riesgo de erupción del volcán Mayón fue elevado al máximo nivel, por lo que el llamado de las autoridades de ‘desalojo’, fue extendido a cerca de 13.000 personas que habitan en el sector; una cifra que representa la afectación de un estimado de 3.760 familias, según detallan medios internacionales, basados en datos del Servicio de Emergencias de la provincia de Albay.

Si bien un importante número de habitantes ya comenzó con la evacuación, en la zona aún quedan algunas personas que se resisten a abandonar la falda del volcán.

A través de imágenes dadas a conocer por agencias internacionales, se puede apreciar la magnitud de la actividad en la que ha entrado el volcán con la importante expulsión de lava la noche anterior, y la presencia de una imponente columna de humo que ha dispersado ceniza en un importante radio.

Autoridades locales han advertido que el nivel de lava en el volcán ha subido, apreciándose una mayor cantidad de material en la zona del cráter principal, situación que también se ha visto marcada por un aumento en la presión interna del volcán.

Medios internacionales han citado el reporte de las autoridades, en el que se advierte que durante la jornada del pasado domingo, aumentó la actividad del volcán, sugiriendo a su vez el aumento en los escenarios de expulsión y caída de rocas, llegando a un total de 261 episodios.

A su vez, y como medidor determinante del aumento del riesgo, en la zona también se reportó la ocurrencia de un total de 21 movimientos telúricos, o temblores asociados con la activación de la actividad volcánica, por lo que el nivel de alerta actual se mantiene en el nivel 3 de 5.

Si bien actualmente se ha evidenciado una activación de la actividad volcánica, los mayores temores de las autoridades geológicas de Filipinas se refieren a los efectos que podría tener o alcanzar el volcán en el término de una semana, explicando que una gran erupción llegaría a registrarse en los próximos días.

Como consecuencia de las labores de evacuación requeridas y llamadas por las propias autoridades estatales, el Gobierno también dispuso el aumento del pie de fuerza con presencia de policías y soldados, los cuales fueron dispuestos para establecer un radio de seguridad de 6 kilómetros de distancia del volcán, con el objeto de prevenir mayores riesgos para la población en caso de que estos eventualmente intenten volver a sus casas.

A través de las redes sociales se difunden videos que dan cuenta de la elevada columna de humo.

De momento una de las principales consecuencias de las que han advertido las autoridades de Filipinas, más precisamente el Ministerio de Salud, es el aumento de los niveles de dióxido de azufre en la zona, por cuenta del material expulsado por el volcán.

En ese sentido, la autoridad sanitaria ha propendido por escenarios de alerta a las poblaciones próximas al volcán, señalando los grandes riesgos y peligros que sugiere la inhalación de dichos gases, llamando a que se mantenga la debida distancia de la zona de influencia del volcán.

Conscientes de las necesidades y demandas sociales derivadas del movimiento de migración producto de la evacuación, desde el gobierno filipino también se desplegó una jornada de entrega de ayudas alimenticias a los afectados, con la disposición de cerca de 38.000 cajas de comida, que componen las provisiones necesarias para el suministro de comida durante 15 días a una familia.

Las autoridades son conscientes del atractivo turístico en que se puede convertir la erupción del volcán, pero han reiterado su llamado a la población para salir de la zona, y mantenerse lo más alejados posibles del fenómeno natural debido a los riesgos que ello acarrea.

Sobre la última gran erupción de este volcán, las autoridades la ubican en el año 2018, hace apenas 5 años, recordando a su vez que en su momento este fenómeno afectó a 75.000 personas que debieron ser retiradas de urgencia del lugar ante el peligro del fenómeno natural.