Autoridades paraguayas confirmaron la muerte de cabecilla de la guerrilla EPP

A través de una rueda de prensa entregada la noche del pasado lunes, el presidente de Paraguay, Mario Abdó Benítez, confirmó a los habitantes de su país, y al mundo, que el pasado domingo, en el marco de confrontaciones adelantadas por efectivos del Ejército de su país con miembros de grupos insurgentes, fue dado de baja el líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un guerrillero conocido como Osvaldo Villalba.

Según detalló el presidente paraguayo, en la operación también fueron dados de baja otros dos altos cabecillas de la referida agrupación delictiva, uno de los cuales fue identificado como Luciano Argüello.

En su intervención, Mario Abdó Benítez destacó la operación adelantada por las autoridades armadas de su país, para dar de baja al denominado líder del EPP, precisando que el operativo estuvo a cargo de la Fuerza de Tarea Conjunta de Paraguay, en un enfrentamiento que tuvo lugar poco antes del medio día del domingo.

Según detalló el líder político de Paraguay, el enfrentamiento que permitió dar con la importante baja de insurgentes ocurrió en un sector conocido como el Cerro Guasú, zona que queda ubicada a escasos 300 kilómetros de la ciudad de Asunción, capital del país, y que es considerada como una región de recurrentes enfrentamientos entre efectivos de las fuerzas armadas de Paraguay y miembros de los grupos insurgentes y narcotraficantes.

Tras confirmar la identidad de los dos los abatidos, Benítez destacó la importancia de la acción, refiriendo que, además de la cabeza del grupo delictivo; Osvaldo Villalba, y de Luciano Arguello, se presume que la tercera persona también sería un miembro de la organización criminal. no obstante, “su identidad todavía está por confirmarse”, precisó el mandatario.

Según recogieron medios locales sobre la operación, además del abatimiento de los tres guerrilleros, en el lugar se habría logrado la incautación de importante material de guerra, destacando la presencia de morrales cargados de proyectiles.

En el lugar, además fue incautado un fusil y un artefacto explosivo de fabricación casera, según recogen medios locales que reseñan este importante logro para las autoridades paraguayas.

Tras el abatimiento del líder guerrillero, Mario Abdó Benítez elevó un llamado especial a los otros miembros de la organización criminal, ahora acéfala, para que se entreguen o se pongan a disposición de las autoridades, advirtiendo que el Ejército de su país avanza tras sus rastros, y que, de no entregarse, podrían correr la misma suerte del líder guerrillero abatido.

En su llamado, Benítez elevó un llamado a los guerrilleros a volver a la legalidad, afirmando además que “esta no es la forma de luchar por unos ideales”.

“Hacemos de nuevo un llamado para que tengamos paz en Paraguay, para que no tengamos hechos de violencia entre paraguayos”, advirtió el presidente de ese país, abogando por la oportunidad de un ‘Paraguay en paz’.

“Depongan las armas y nosotros les damos todas las garantías por someterse al debido proceso”, señaló el presidente en su llamado a los delincuentes.

Tras conocerse la noticia de la muerte de los líderes guerrilleros, también han surgido voces de organizaciones de defensa de Derechos Humanos como la llamada Codehupy, Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay, que anunció que podrá la lupa sobre las acciones de las autoridades en esa clase de escenarios, advirtiendo que investigará de forma ‘exhaustiva e imparcial’ los hechos que han rodeado referida muerte.

Lo anterior en tanto el colectivo de ONG agremiados en Codehupy, han señalado que la guerra que adelanta el Estado de Paraguay contra las agrupaciones criminales no resulta efectiva, pero sí, por el contrario derivaba en altos costos, y daños colaterales de los que eran víctimas las familias de la zona.

Sobre el líder guerrillero abatido, los medios locales han referido que este tenía 39 años y presentaba un largo proceso al interior de la organización criminal, a la cual había ingresado décadas atrás cuando aún era un menor de edad.

La vinculación de Villalba a la guerrilla paraguaya, se dio a través de su hermana, Carmen, quien paga una pena de 17 años de prisión y quien también ha sido condenada por intento de fuga de prisión.

Dentro del prontuario del abatido guerrillero, se encuentra su participación en el mediático secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas, así como en otros hechos de la misma envergadura.

En cuanto a Arguello, el segundo guerrillero abatido, las autoridades paraguayas han precisado que este hombre sería miembro de la ACA; Agrupación Campesina Armada, y ante el exterminio de los miembros de esa agrupación, buscó refugio, vinculándose a la EPP.

El presidente Benítez, quien difundió a través de sus redes sociales apartes de la rueda de prensa, sentenció que “seguiremos luchando frontalmente contra los grupos criminales en el Paraguay”.