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Bashar al Asad y sus últimos minutos en el palacio presidencial de Siria: así engañó y “traicionó” a sus colaboradores
Así fue el plan del dictador sirio para huir de Damasco rumbo a Rusia.
La historia de Siria se partió en dos desde el pasado 8 de diciembre, cuando se confirmó la caída de Bashar al Asad, el dictador que sometió durante más de dos décadas a la nación siria a todo tipo de abusos. Los rebeldes lograron ingresar al Palacio Presidencial, mientras que el mandatario huyó y horas después se confirmó que estaba en Rusia.
El periódico The New York Times sorprendió este domingo al revelar cómo fueron las últimas horas de Al Asad en el poder, minutos antes de que los rebeldes empezaran a celebrar la victoria.
De acuerdo con el prestigioso medio, mientras que las tropas insurgentes se desplazaban hacia la ciudad de Damasco, capital de Siria, el personal del presidente estaba preparando un discurso con el objetivo de enviar un mensaje que permitiera acabar la guerra civil que dejó miles de muertos desde hace muchos años.
Se estaban ultimando los detalles para que Bashar al Asad hablara a la nación, un equipo de filmación se encontraba instalando cámaras y luces, preparando la escenografía perfecta para el discurso que sería transmitido por la televisión estatal de Siria.
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De acuerdo con fuentes que hablaron con el periódico, el jefe de Estado iba a revelar un plan con el que compartiría el poder con miembros de la oposición. Mientras esto ocurría, Al Asad no mostró ningún sentimiento de miedo por lo que pudiera pasar, no había alarma alguna en él.
Al tiempo, la defensa del palacio presidencial y en general de la ciudad de Damasco fue reforzada ante cualquier eventualidad, según reseña The New York Times. Sin embargo, esa calma que mostró Bashar al Asad se trataba, al parecer, de un engaño. Después del anochecer abandonó la ciudad, voló de manera silenciosa hasta una base militar rusa y, posteriormente, cogió una avión para ir a Moscú.
“Bashar al Asad abandonó su país de forma tan secreta que algunos de sus ayudantes permanecieron en palacio horas después de su partida, esperando un discurso que nunca llegó”, menciona el medio estadounidense.
La noticia del viaje del dictador sirio se conoció hasta después de la medianoche, se generó un pánico total entre los colaboradores que de inmediato abandonaron el palacio presidencial. El miedo fue tal que incluso dejaron las puertas abiertas, lo que facilitó el acceso de los rebeldes.
Por su parte, Maher al Asad, hermano de Bashar y líder de la Cuarta División Blindada del Ejército sirio, abandonó esa misma noche la ciudad, lo hizo con otros altos mandos militares a través del desierto hacia Irak. Hasta ahora su paradero es desconocido, no se sabe qué le pasó.
De acuerdo con informes secretos mencionado por The New York Times, durante los últimos días en el poder, Bashar al Asad intentó conseguir ayuda militar de otras naciones, habló con funcionarios de Rusia, Irán e Irak, pero no tuvo ningún éxito.
Incluso, según comenta el mencionado medio norteamericano, diplomáticos de varios países buscaron la forma de expulsar al dictador de una manera tranquila, evitando que ocurriera una guerra en Damasco. De hecho, una de las propuestas era que le pasara el poder a su jefe militar, pero esto finalmente no sucedió.
Al Asad abandonó el país de manera silenciosa, engañando al personal que le ayudaba en el palacio presidencial y, mientras que muchos de ellos tuvieron que enfrentar a los rebeldes, el dictador se encontraba en Rusia con tranquilidad de que nada le pasaría.
Para muchos, según menciona The New York Times, el escape de Al Asad es una traición a las personas que fueron fieles a él durante muchos años.
Ahora, el dictador está en Moscú mientras que los rebeldes vigilan el palacio presidencial. La comunidad internacional, por su parte, está con total hermetismo de lo que pasará con Siria. El régimen cayó y hay más preguntas que respuestas acerca de lo que será el futuro de una de las naciones más golpeadas por la guerra.