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“Basta de corrupción”: Bernardo Arévalo, nuevo presidente de Guatemala, se pronuncia tras su victoria
El dirigente de izquierda tomará las riendas del país centroamericano desde 2024.
El domingo 20 de agosto se llevaron a cabo las elecciones presidenciales de Guatemala, en las que el socialdemócrata Bernardo Arévalo arrasó con los resultados, pues obtuvo el 58 % de los votos, dejando a la ex primera dama Sandra Torres, con el 37 % tras el conteo de los votos según el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Luego de su victoria en las elecciones del país centroamericano, reiteró su promesa realizada en campaña de trabajar en contra de la corrupción, pues Guatemala ocupa uno de los primeros lugares dentro de la lista de los países que sufren de este flagelo. “Vamos a recuperar la confianza en el Estado y en la democracia”, afirmó al conocer los resultados de la votación.
En sus primeras declaraciones frente a la prensa guatemalteca, Arévalo mencionó de forma contundente: “Basta de corrupción El pueblo de Guatemala ha hablado contundentemente. Ahora, unidos con el pueblo, lucharemos contra la corrupción”.
Por otro lado, Andrés Manuel López Obrador y Nayib Bukele, presidentes de los países vecinos, México y El Salvador, respectivamente, lo habrían llamado para felicitarlo y ponerse de acuerdo en la organización de una agenda común para trabajar juntos próximamente por el futuro de sus naciones.
El nuevo presidente, que se posicionará oficialmente en su cargo desde el 14 de enero del 2024, está bajo la mira de la élite política que ha dirigido el país durante los últimos años, y quien ha sido acusada en varias ocasiones por no llevar un proceso transparente en sus operaciones.
A propósito de esto, el sociólogo, escritor y dirigente político Miguel Ángel Sandoval afirmó ante la prensa: “La victoria de Arévalo significa una derrota de la vieja política, del oficialismo y de los nostálgicos de la Guerra Fría. Se inicia una época distinta para nuestro país y habrá que estar movilizados para una transición en paz”, mostrando su apoyo al dirigente del nuevo gobierno.
Bernardo Arévalo de León, quien ocupará el cargo presidencial durante los próximos cuatro años, en reemplazo del actual mandatario Alejandro Giammattei, fue uno de los favoritos durante toda la época de campaña, y según sus declaraciones públicas, llegó a este cargo para generar un importante cambio en su país, el cual se verá reflejado en temas como la reducción de la pobreza, la violencia y corrupción, pues estas son algunas de las razones por las que cada año, una gran cantidad de guatemaltecos, deciden emigrar del país en busca de mejorar su calidad de vida.
Estados Unidos está dispuesta a trabajar con Arévalo
William Pop, embajador del país norteamericano dirigido por Joe Biden, y Thomas Peyker, representante de la Unión Europea, demostraron su disposición para trabajar con el nuevo presidente de Guatemala. “De parte de mi gobierno, la posición es que dejen a los que fueron electos gobernar y asumir el poder”, mencionó Pop ante la televisión guatemalteca.
Por otro lado, Peyker afirmó: “Lo que va a ser importante ahora es un consenso a nivel nacional para garantizar la gobernabilidad”.
¿Quién es Bernardo Arévalo?
El académico de 64 años Bernardo Arévalo de León consiguió este domingo la presidencia virtual de Guatemala y logró emular el Gobierno de su progenitor, Juan José Arévalo Bermejo, quien entre 1945 y 1951 consolidó una de las Administraciones más relevantes en la historia del país.
De la mano del partido Movimiento Semilla, el candidato progresista pretende devolver a Guatemala una “primavera” similar a la del Gobierno de su padre, una etapa durante la cual se alcanzaron importantes avances en favor de los ciudadanos, como el Seguro Social y la libertad de emisión del pensamiento.
Antes de saltar a la vida política, Arévalo era conocido como un académico dedicado a escribir libros y artículos sobre las relaciones cívico-militares y seguridad. También tuvo su paso por la diplomacia, ya que entre 1995 y 1996 fue embajador de Guatemala en España y un año antes había sido viceministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del expresidente Ramiro de León Carpio.