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BBC indemniza a exsecretario de la princesa Diana, ¿por qué?
Luego de 25 años se logró llegar a un acuerdo entre las partes.
La BBC anunció este jueves 17 de marzo que había pagado una “suma sustancial” para compensar al exsecretario privado de Lady Di, el señor Patrick Jephson, quien dimitió después de que una entrevista con la princesa se obtuviera con métodos engañosos.
En la entrevista, emitida en 1995 y con una audiencia de 23 millones de personas, Diana admitió adulterio.
Jephson, que pasó ocho años con la princesa como secretario privado y asesor entre 1988 y 1996, dimitió dos meses después.
“La BBC acepta y reconoce que se causó un grave daño al comandante Jephson, como resultado de las circunstancias en las que se obtuvo la entrevista de 1995 con Diana, princesa de Gales”, dijo la cadena pública británica en un comunicado.
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La BBC indicó que le había pagado “una suma sustancial por concepto de daños y perjuicios, que [Jephson] tiene la intención de donar en su totalidad a organizaciones benéficas británicas de su elección”.
“Después de más de 25 años, es un alivio llegar por fin a una conclusión de este doloroso episodio”, dijo Jephson a una reconocida agencia de noticias.
También aseguró que donaría el dinero a un hospital infantil de Gales del que Diana, princesa de Gales, era madrina. El periodista de la BBC Martin Bashir había sido acusado de falsificar documentos para obtener la entrevista que lanzó su carrera al estrellato.
¿Cuáles fueron los engaños de Bashir?
La paranoia de la princesa de Gales sobre un posible encierro en un manicomio facilitó que Bashir lograra la primicia. Primero contactó a Charles Spencer, hermano de Diana, para contarle que su exjefe de seguridad, Alan Waller, recibía pagos de la prensa y del MI5, servicio de seguridad del Reino Unido. Lo propio hacían Patrick Jephson y Richard Aylard, secretarios privados de Diana y Carlos, respectivamente.
Pero todo resultó falso. Y hay más: de sus encuentros con Bashir, Charles, hoy conde Spencer, tomó notas y concluyó que el comunicador fabricó un total de 32 mentiras.
Aseguró que las cartas de Diana eran interceptadas, que le instalaron dispositivos en su auto para rastrearla, que sus teléfonos estaban chuzados, que su chofer le vendía historias al tabloide Today y que Richard Kay, del Mail, compró a los trabajadores del gimnasio donde entrenaba para que husmearan en sus cosas.
En cuanto a Carlos, le dijo que estaba deseoso de que ella iniciara el divorcio y se radicara en Estados Unidos, o que él había dicho que no descansaría hasta ver a Victoria (la esposa de Charles) muerta.
Más sensacional aún fue el bulo de que el príncipe sostenía un romance con Tiggy Legge-Bourke, niñera de sus hijos William y Harry, y quien había abortado un bebé de él. Por eso, le narró, ya no la quería su hijo William, cuyo reloj de regalo llevaba un micrófono para espiarla.
De otros miembros de la familia real inventó que Felipe, padre de Carlos, andaba hablando mal de ella. De su cuñado, el príncipe Eduardo, afirmó que tenía sida, en tanto que la reina Isabel estaba mal de corazón y sufría un trastorno alimenticio.
Con información de AFP