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Según cifras de la ONU, más de 1.360 personas han muerto o desaparecido en el Mediterráneo central en lo que va de año.
Según cifras de la ONU, más de 1.360 personas han muerto o desaparecido en el Mediterráneo central en lo que va de año. | Foto: Reuters / Juan Medina

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Bebé de dos meses murió en un éxodo migratorio olvidado por otras crisis como la de Ucrania; ONG extienden alerta global

Según el Ministerio del Interior italiano, en lo corrido de 2022 han arribado a ese país europeo casi 99.000 migrantes en botes. En el mismo periodo de 2021 se reportaron unos 63.400.

30 de diciembre de 2022

Organizaciones internacionales pusieron en 2022 la lupa ante otras crisis de las que, aseguran, la guerra entre Rusia y Ucrania puso en el olvido, como el éxodo migratorio que anualmente emprenden miles de personas. Se trata, en la mayoría de los casos, de una búsqueda de mejores oportunidades, no solo con la esperanza puesta en Estados Unidos y el ‘sueño americano’ sino Europa, como el destino de otros.

Hace solo dos semanas, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) confirmó la muerte de un bebé de dos meses, luego de que un grupo de migrantes naufragara en inmediaciones de la costa de Lesbos, en Grecia. La operación de asistencia concluyó con el rescate de 34 personas, quienes tuvieron que recibir “cuidados urgentes”.

“Nos encontramos al grupo en completo estado de shock por la muerte del bebé y por la terrible experiencia que acababan de padecer”, dijo el coordinador de proyectos de MSF, Teo Di Piazza, en su cuenta de Twitter. Otras organizaciones humanitarias como Sea Eye y Mission Lifeline lograron rescatar a 90 migrantes en el Mediterráneo central.

Los menores de edad han estado entre quienes enfrentan el riesgo de morir en el trayecto hacia Europa. El 17 de diciembre se informó que unos 63 ciudadanos fueron sacados de un bote en condiciones inadecuadas para navegar, en este había por lo menos una docena de menores de edad sin acompañante, de acuerdo con lo confirmado por Sea Eye.

Un hombre que no podía caminar, fue encontrado en el bosque en la sección fronteriza de Kabeliai, en Lituania, y llevado al hospital Druskininkai.
Un hombre que no podía caminar, fue encontrado en el bosque en la sección fronteriza de Kabeliai, en Lituania, y llevado al hospital Druskininkai. | Foto: MSF / Vidmantas Balkunas/BNS

El punto de partida para quienes esperan que el Viejo Continente les abra las puertas es África. Las embarcaciones en que emprenden su travesía son consideradas por organizaciones no gubernamentales como “no aptas” para intentar arribar, vía marítima, a cualquier parte de la Unión Europea (UE). Las condiciones del mar, y el solo hecho de emprender un viaje en época de invierno, suponen uno de los mayores peligros.

Alerta ante las “crisis olvidadas”

Médicos Sin Fronteras enfatizó en que la solidaridad global se ha puesto de relieve, pero no de una forma equitativa para todas las crisis que por años han azotado a algunos países, con la población civil como la afectada directamente. Una posición compartida por el Instituto de Estudios Sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) que destaca cómo la asistencia con Ucrania no disfraza que “la ayuda se ha estancado desde 2018 (en otras partes)”.

“Hay 32 conflictos armados activos sobre los que también hay que invertir en ayuda humanitaria y soluciones política”, subrayó MSF, ONG que remarca en la comunidad internacional una desigualdad en cuanto a la distribución y financiación, dependiendo de qué crisis se trate y poniendo en evidencia un “doble rasero”.

Para el codirector de IEACH, Jesús A. Núñez, “instintivamente sensibiliza más” dado que “ocurre en Europa, en nuestra casa (...). Sentimos económicamente lo que está pasando en Ucrania”, ya que repercute en los precios de los alimentos y combustible.

Miembros del equipo logístico de MSF distribuyen mantas en el campo de desplazados de Nyin Deng Ayuel, en el condado de Twic. Tras huir de la violencia en Agok, miles de personas se han quedado sin lo básico para sobrevivir.
Miembros del equipo logístico de MSF distribuyen mantas en el campo de desplazados de Nyin Deng Ayuel, en el condado de Twic. Tras huir de la violencia en Agok, miles de personas se han quedado sin lo básico para sobrevivir. | Foto: MSF / Scott Hamilton

MSF explicó que, además de la guerra en Europa del Este, el agravamiento de la situación en otras partes del mundo responde a los efectos que ha dejado la pandemia de coronavirus. Según ese organismo, pese al “milagro científico” de las vacunas, la inmunización sobre otras enfermedades se desplomó.

“Estamos viendo brotes de cólera, de enfermedades infecciosas en otros lugares que tienen que ver con el debilitamiento de los programas rutinarios de salud”, comentó el responsable de la unidad de emergencia de MSF España, Aitor Zabalgogeazkoa.

*Con información de Europa Press.