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¿Con Trump, es el fin de la educación pública en Estados Unidos?
La nueva ministra, la republicana Betsy DeVos, es una multimillonaria que ha priorizado los colegios privados y religiosos. Su postura le pega al corazón de muchos estadounidenses.
Después de una apretada votación, el Senado de Estados Unidos confirmó el nombramiento de la candidata de Donald Trump, Betsy DeVos para dirigir el Departamento de Educación, un nombramiento que ha provocado el rechazo no solo del Partido Demócrata sino también de gran parte del sector académico estadounidense.
DeVos, de 59 años, es una exitosa empresaria y filántropa que en los últimos diez años le ha declarado la guerra al sistema educativo estadounidense. La empresaria, que llegó a presidir el Partido Republicano en Michigan, impulsó la creación de las escuelas charter y el uso de dinero público para financiar escuelas privadas y religiosas.
Su pasado empresarial, el hecho de que haya donado a las campañas políticas de varios republicanos que hoy votaron a su favor, así como una pobre actuación en la audiencia de presentación de su plan frente al Senado provocaron una campaña ciudadana en su contra, sobre todo en las redes sociales.
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De hecho, este lunes en un intento por frustrar la segura posesión de DeVos, los senadores demócratas celebraron discursos durante las 24 horas anteriores a la votación con el objetivo de protestar el nombramiento de una candidata que consideraban no estaba cualificada para el puesto y lograr que alguno de los senadores republicanos se ‘torciera‘.
Sus acciones lograron ser efectivas, pero no suficientes. Dos senadores republicanos decidieron ir en contra del mandato de su partido y votar en contra de la nominación de DeVos, lo que hizo que la votación quedara empatada 50-50. Sin embargo, para desempatar la contienda, el voto definitivo lo tuvo el vicepresidente Mike Pence, que como se esperaba votó a favor de la nominación de DeVos.
El riesgo de la educación pública
La nueva secretaria de educación estadounidense, Betsy DeVos. Foto: AFP
La educación en Estados Unidos depende de los Estados y las ciudades, tanto para definir los programas escolares como para contratar a profesores, pero es el titular de esta cartera quien gestiona el presupuesto anual de 68.000 millones de dólares.
“DeVos es una reformadora, que pondrá en jaque la burocracia de Washington. Va a ser una gran secretaria de Educación para nuestros hijos”, celebró el presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter al conocer el resultado de la nominación.
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Y es precisamente ese carácter reformista el que tiene preocupado tanto a los demócratas como a miembros del sector educativo estadounidense. Dentro de sus propuestas, DeVos afirma que piensa mejorar la calidad escolar con “mayor control local y más atención a padres, estudiantes y maestros”. Pone de ejemplo su rol en la educación en Michigan, en donde un 80% de las escuelas son chárter, es decir, administradas por compañías privadas.
Desde Michigan, ha defendido privatizar la educación mediante el esquema de cupones, a través de los cuales el gobierno les paga a las familias de forma individual para que inscriban a sus hijos en escuelas de gestión privadas.
Este modelo, sin embargo, ha sido objeto de varias críticas. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) aseguró que el trabajo de DeVos en Michigan consistió en promocionar las escuelas privadas sin tener en cuenta el daño hecho a las escuelas tradicionales pese a las "numerosas pruebas" que las primeras no son más exitosas que estas últimas.
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Por otro lado, la Asociación Nacional de Educación, el sindicato de maestros más grande del país, afirmó en un comunicado que DeVos "ha impulsado constantemente una agenda corporativa para privatizar y desprofesionalizar la educación pública".
DeVos y su familia también han hecho campaña a favor de un menor control de las escuelas "charter" de Michigan. Sus críticos aseguran que ese menor control les permite sacar adelante una agenda creacionista y evangélica.
Pero quienes la apoyan sostienen que es la persona indicada para reformar un sistema educativo que consideran hoy en día "carece de buena calidad".
En el pasado, varios congresistas republicanos han cuestionado los programas de gasto del gobierno federal, bajo el argumento de que más inversión no es necesariamente la mejor forma de lograr una mejor educación.
También consideran que el gobierno debe utilizar fondos provenientes de los impuestos a familias de bajos recursos para que estas puedan inscribir a sus hijos en escuelas privadas, como una mejor alternativa a los centros públicos.