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Biden amplía la cuota de refugiados que admitirá EE. UU.
Tras meses de críticas por el manejo de la situación migratoria en su país, el mandatario Joe Biden anunció que ampliará la cuota de refugiados que ingresan legalmente a su país. Hoy comenzó el proceso de unir familias separadas en la frontera.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció hoy que va a subir a 62.500 la cuota anual de refugiados que admitirá el país, después de que su decisión de mantener el mínimo de 15.000 marcado por el gobierno de Donald Trump generara una ola de críticas.
“Esto borra una cifra históricamente baja establecida por el anterior gobierno (de 15.000), que no refleja los valores de Estados Unidos como nación que acoge y apoya a los refugiados”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
El anuncio se dio poco después de que se diera otra importante noticia relacionada con migración, en especial con las familias divididas durante la administración Trump. Estados Unidos va a comenzar esta semana a la reunificación de las familias separadas en la frontera con México, con el reencuentro de cuatro madres apartadas de sus hijos, anunció este lunes el gobierno de Joe Biden.
El secretario del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas, indicó que cuatro madres que huyeron de “situaciones extremadamente peligrosas en sus países de origen” van a ser reunidas con sus hijos tras haber sido separados en la frontera entre Estados Unidos y México. Mayorkas celebró este avance después de que el gobierno de Joe Biden estableciera en febrero un equipo especialmente dedicado a rastrear a las familias y reunirlas, encabezado por el propio secretario.
“El grupo de trabajo ha realizado un progreso crítico en unos pocos meses y va a seguir trabajando sin descanso para darles a las familias la oportunidad de reunirse y sanar”, indicó Mayorkas, que es el primer latino y el primer inmigrante en encabezar este Departamento que se ocupa –entre otras tareas– de la seguridad en la frontera.
Según medios estadounidenses, dos de las familias beneficiadas son una madre mexicana y una hondureña que fueron separadas de sus hijos a finales de 2017. Algunos de los niños que se reencontrarán con sus padres tenían solo tres años cuando fueron apartados.
La política de Trump de “tolerancia cero” a la inmigración irregular comenzó a ser aplicada en 2017 y fue anunciada formalmente en 2018. Mediante la separación de las familias –en su mayoría centroamericanos que huyen de la violencia– el gobierno republicano buscaba disuadir a los migrantes de que emprendieran el viaje al norte. Su implementación, que se estima afectó a cerca de 5.000 menores, fue suspendida ante una ola de indignación nacional y mundial. Incluso Biden calificó esta política como una “vergüenza moral y nacional”.
Mayorkas expresó su alegría ante el inicio del proceso de reunificación y por el hecho de que estas “cuatro madres puedan abrazar a sus hijos después de tantos años” e indicó que esto es solo el “principio” del programa.
No está claro cuántos niños todavía están lejos de sus padres, pero se estima que pueden llegar hasta 1.000.
Una búsqueda complicada por la pandemia
El gobierno de Trump guardó archivos incompletos e hizo muy poco para cooperar con las organizaciones que intentaron reunir a las familias con sus hijos. Los pocos datos disponibles surgieron en su mayoría de demandas judiciales que intentaron rastrear a padres que habían sido deportados lejos de sus hijos que permanecieron en Estados Unidos.
Esta tarea fue complicada, ya que muchos de los migrantes son originarios de zonas rurales y comunidades ubicadas en áreas de difícil acceso, una tarea logística complicada además por la pandemia y por los dos huracanes que arrasaron a América Central durante el otoño boreal.
Años después de la separación, los padres enfrentan posibles barreras culturales e idiomáticas con hijos que puede que tengan vagos recuerdos de ellos. El gobierno no aclaró si se va a permitir a las familias la residencia legal en Estados Unidos, en un momento en que el Gobierno enfrenta críticas de los republicanos que afirman que su enfoque sobre la inmigración ha provocado un efecto llamada y creado una “crisis” en la frontera.
En marzo se registró un alza del 71 % en la detención de indocumentados en la frontera, con respecto al mes anterior.