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Biden no prevé invitar a Rusia al G7: Casa Blanca

Rusia fue expulsada del entonces G8 en 2014, tras la anexión de Crimea, un territorio que pertenecía a Ucrania. Donald Trump había manifestado estar a favor de que el país fuese invitado.

20 de febrero de 2021
Los analistas han aplaudido la firmeza con la que el presidente ha enfrentado a los mandatarios con los que disiente en temas de seguridad internacional y derechos humanos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no prevé invitar a Rusia a participar en el G7, dijo el viernes la Casa Blanca, a diferencia de su predecesor Donald Trump, quien dijo que estaba a favor de la idea.

“No creo que vayamos a hacer nuevas invitaciones a Rusia o que vayamos a reiterar nuevas invitaciones a Rusia”, dijo la portavoz del Ejecutivo estadounidense, Jen Psaki, a los periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One.

“Obviamente, una invitación así sería formulada en asociación con nuestros socios del G7”, agregó.

Rusia fue expulsada del entonces G8 en 2014, tras su anexión de Crimea de la vecina Ucrania, que nunca fue reconocida por la comunidad internacional.

Trump, quien expresó repetidamente su deseo de mejorar las relaciones con Vladimir Putin, se había ofrecido a invitar al mandatario ruso a la próxima cumbre del G7.

Más temprano el viernes, durante su primer gran discurso de política exterior, al participar por enlace de video en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Biden acusó a Moscú de “atacar nuestras democracias” y a Putin de buscar “debilitar el proyecto europeo y nuestra alianza de la OTAN”.

Pero “no se trata de enfrentar a Oriente contra Occidente (...). No podemos ni debemos volver (...) a los bloques rígidos de la Guerra Fría”, subrayó sin embargo.

El Grupo de los Siete (G7), un club de países democráticos ricos que incluye a Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Japón, realizó el viernes una reunión virtual centrada en la respuesta a la pandemia de coronavirus.

Vladimir Putin, presidente de Rusia

“Actividades desestabilizadoras” de Irán

Por otra parte, Biden llamó este viernes a sus aliados a trabajar con Estados Unidos para responder a las “actividades desestabilizadoras” de Irán en Oriente Medio, un día después de que Washington aceptara participar en conversaciones con Teherán y las potencias europeas para reactivar el acuerdo nuclear con la República Islámica.

Horas antes, Irán había vuelto a pedir a Estados Unidos que levantara todas las sanciones impuestas por el expresidente Donald Trump.

El momento actual es especialmente delicado. En virtud de una ley aprobada por el parlamento iraní, el gobierno planea restringir a partir del 23 de febrero el acceso de los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a algunas instalaciones si Estados Unidos no levanta sus sanciones.

El sábado está previsto que Rafael Grossi, el director de la OIEA, visite Teherán.

Las inspecciones son parte del acuerdo firmado en 2015 por Irán y el llamado grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China) para limitar el alcance del programa nuclear iraní.

Desde que el gobierno de Trump decidió abandonar ese pacto en 2018 y restablecer sanciones económicas contra Irán, Teherán ha ido dejando de cumplir los compromisos que había aceptado en 2015.

En su primer gran discurso sobre política exterior desde que asumió el 20 de enero, Biden abordó este viernes el programa nuclear iraní.

“La amenaza de proliferación nuclear requiere todavía una diplomacia prudente y cooperación entre nosotros”, dijo Biden a sus aliados europeos durante la Conferencia de Múnich sobre seguridad celebrada virtualmente.

“Por eso hemos declarado que estamos dispuestos a retomar las negociaciones del grupo 5+1 sobre el programa nuclear”, dijo.

“También debemos responder a las actividades desestabilizadoras de Irán en Oriente Medio, y vamos a trabajar en estrecha colaboración con nuestros socios europeos y los demás”, precisó desde la Casa Blanca.

Washington y Teherán no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980.

Durante el mandato de Trump, Estados Unidos llevó a cabo una política de presión sobre Irán, al que su gobierno acusaba de apoyar el “terrorismo” y de querer dotarse del arma atómica.

La República Islámica siempre negó que tuviera intención de poseer armas nucleares. El acuerdo internacional de 2015 preveía el levantamiento de sanciones a cambio de que Irán renunciara a la bomba atómica.

Con información de AFP