Estados Unidos
Biden visita lugar del tiroteo que dejó 21 muertos en una escuela de Uvalde, Texas
El presidente de Estados Unidos acudió al lugar en compañía de la primera dama, junto con quien presentó su saludo a las familias de las víctimas y se comprometió a trabajar por la seguridad de su país.
Cuando su país está en luto por la masacre de 21 personas, la mayoría de ellos menores de edad, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, arribó este domingo en horas de la mañana a la localidad de Uvalde, Texas, para expresar personalmente sus condolencias a las familias de las víctimas del tiroteo en contra de una escuela primaria por parte de un joven de 18 años.
El presidente Joe Biden viajó a bordo del avión presidencial en compañía de la primera dama, Jill Biden; durante su visita, realizó un acto público en memoria de las víctimas, y se reunió con las autoridades locales, heridos, y familiares de las víctimas mortales.
El viaje de Biden a Texas se presenta pocos días después de la masacre ocurrida el pasado 24 de mayo, y en momentos en que han salido a la luz decenas de testimonios de niños que sobrevivieron al inhumano ataque, que acrecentó las alarmas en ese país frente a derecho al porte de armas. Esta situación reaviva el debate sobre este tema en Estados Unidos, en tanto dicho derecho está amparado constitucionalmente y cuenta con un fuerte sector de la población que lo defiende.
Previo a su viaje, el presidente Biden elevó un mensaje sobre la pertinencia de que se trabaje en la prevención de futuros escenarios, como el ocurrido en Uvalde, recordando que recientemente su país también estuvo en luto, debido a una matanza, inspirada en el odio racial, que tuvo lugar en la localidad de Búfalo, estado de Nueva York.
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Reiterando su compromiso y posición frente al rechazo del uso de armas, el presidente advirtió en la necesidad de hacer de Estados Unidos un lugar más seguro, advirtiendo que es consciente del fuerte debate y división de posiciones existentes frente al uso de armas en su país.
El mandatario recordó que, aunque “no se pueda hacer que los dramas sean ilegales”, sí se debe trabajar en medidas que sirvan para prevenir escenarios como la matanza en la escuela primaria, y otras tantas que han enlutado a sus conciudadanos.
En un discurso pronunciado el pasado sábado en el que hizo alusión a la grave situación, el mandatario pidió “a todos los estadounidenses en este momento para que se unan y hagan oír sus voces y trabajen juntos para hacer de esta nación lo que puede y debe ser”.
En paralelo con las múltiples historias de los sobrevivientes, las cuales denotan el grado de frialdad con que el pistolero, un hombre identificado como Salvador Ramos, perpetró la matanza, también se ha conocido un pronunciamiento de mea culpa por parte de las autoridades policiales, quienes, tras las múltiples denuncias de los padres de familia, reconocieron que hubo errores en el operativo para atender a la alerta de tiroteo, afirmando sus demoras para ingresar al centro educativo, donde finalmente dieron de baja al responsable.
Sobre la denuncia que pesa en contra de las autoridades, se señala que estos tardaron cerca de una hora en ingresar al plantel educativo, pese a que, incluso, desde el interior de la edificación varios niños abogaban por ayuda. En su momento, los agentes presentes en el lugar señalaron que el ingreso no se dio, esperando la llegada de una unidad especializada.
Entre los testimonios de los menores que sobrevivieron a la matanza se encuentran varios que decidieron lanzarse al suelo para fingir su muerte; otros, se sirvieron de la sangre de sus propios compañeros heridos o asesinados para hacerla pasar por propia.
Además de las secuelas físicas que presentan algunos de los niños que fueron impactados por las balas, una constante en varios de los sobrevivientes son las secuelas psicológicas que ello dejó, pues según recogen varios medios de comunicación local, estos presentan cuadros de ansiedad, traumas y pesadillas.
En el lugar de la tragedia se levantó un memorial en recuerdo de las víctimas, donde con cruces blancas, arreglos florales y mensajes se rinde homenaje a la memoria de los fallecidos.
Precisamente, este lugar es visitado por el presidente y la primera dama de Estados Unidos durante su visita de este domingo, cita en la que Biden también se reunió con el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Irónicamente, días después de la ocurrencia de la matanza en Uvalde, a varios kilómetros de allí, también en el estado de Texas, en la ciudad de Houston, se desarrolló el encuentro de los asociados de la Asociación Nacional del Rifle, NRA, principales promotores y defensores del uso de las armas en Estados Unidos.
Frente al tiroteo, recientemente la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, también se pronunció para advertir que “no permitiremos que aquellos que están motivados por el odio nos separen o nos asusten”, recordando que en semanas anteriores Estados Unidos también sufrió la matanza de Búfalo.
En su pronunciamiento, Harris señaló que “el Congreso debe tener el coraje de enfrentarse, de una vez por todas, al lobby de las armas y aprobar leyes razonables de seguridad de armas”, en una publicación a través de las redes sociales.
Sobre el tiroteo de Uvalde, este ha sido considerado como el más crudo y fuerte que ha padecido Estados Unidos en los últimos 20 años.