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Biden y la primera dama viajarán a Texas con motivo de la tragedia en escuela
El mandatario lamentó la masacre en la que fueron asesinadas 21 personas, entre ellas 19 niños.
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, confirmó este miércoles que viajará a Texas junto al presidente Joe Biden, con motivo de la tragedia de la escuela primaria de Uvalde, en la que el adolescente Salvador Rolando Ramos asesinó a 21 personas, entre ellas 19 niños de entre 8 y 10 años.
“Por supuesto que vamos a visitar Texas”, señaló tras ser preguntada por los periodistas durante un evento en el aeropuerto internacional Washington Dulles, informó la cadena NBC.
La primera dama de EE. UU. envió sus condolencias a las víctimas y pidió rezar en un intento por “usar la voluntad y el coraje que Dios” da a cada uno “para actuar unidos con sentido común en la protección de los más pequeños”.
Tras disparar a su abuela, que se encuentra en estado grave, Ramos, de 18 años, irrumpió en la escuela primera de Uvalde, en Texas, donde ejecutó a 19 niños y dos maestros tras atrincherarse con ellos en una de las aulas del centro.
Ramos, cuyas motivaciones se desconocen, fue finalmente abatido por un agente de la Policía Fronteriza de Estados Unidos que estaba fuera de servicio, pero que fue el primero en acudir junto a otros dos agentes al lugar de los hechos.
El ataque dejó otras 17 personas heridas, aunque la mayoría de ellas han sido ya dadas de alta. Aquellas que siguen ingresadas no corren peligro, informó el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien en rueda de prensa descartó que la tragedia tenga que ver con el fácil acceso a las armas de fuego y sí a un problema de salud mental de quienes cometen estos actos.
EE. UU. está solo en su respuesta a la violencia con armas
Desde hace casi una década, la revista satírica The Onion (La cebolla) suele repetir el mismo titular cada vez que se produce una matanza en Estados Unidos: “No hay forma de prevenirlo, el único país donde habitualmente se produce”, un sentimiento de impotencia que comparten muchos estadounidenses.
La publicación lo ha reproducido en 21 ocasiones desde 2014, un ritual similar al de las banderas a media asta, los minutos de silencio y las condolencias de los congresistas, que incluso pueden derramar alguna lágrima. Pero luego, no ocurre nada al respecto.
Es la segunda vez que ‘The Onion’ reproduce este titular en menos de dos semanas, tras el ataque racista contra un supermercado en Búfalo, norte del estado de Nueva York (este), en el que un supremacista blanco mató a 10 personas negras.
La masacre en Texas se suma a las trágicamente famosas de Columbine, Sandy Hook, Parkside.
Pese a la conmoción general, a nivel legal no se ve cambiar nada. En muchas partes del país, comprar un arma es ahora más fácil que nunca.
La falta de respuesta a la violencia contrasta con lo que pasa en otras partes del mundo.
En 2019 un supremacista blanco atacó dos mezquitas en la ciudad neozelandesa de Christchurch, matando a 51 personas e hiriendo a docenas más. Menos de un mes más tarde, el país prohibió el uso civil de casi todas las armas semiautomáticas y los rifles de asalto.
En una entrevista en The Late Show with Stephen Colbert, un programa muy popular de la televisión estadounidense, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, declaró: “Cuando vimos lo que pasó, todo el mundo dijo: nunca más”.
“Nos correspondía a nosotros, los políticos, responder”, afirmó, dejando en evidencia la falta de acción en Estados Unidos.
‘Carnicería’
Ardern descartó el miedo a que un control de las armas pueda influir en actividades como la caza.
“Tenemos necesidades legítimas de armas en nuestro país, para cuestiones como el control de pestes o proteger la biodiversidad”, declaró. “Pero no necesitas armas semiautomáticas de tipo militar para hacerlo”, alegó.
Para el ministro australiano de Economía, Jim Chalmers, “es difícil imaginarse que un gran país como Estados Unidos pueda seguir así, con esta violencia causada por las armas, estas matanzas atroces”.
El portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, acusó a Estados Unidos de no hacer frente a la violencia de las armas ni al racismo.
“El Gobierno estadounidense no ha hecho nada sustancial para resolver estos problemas en las últimas décadas”, sostuvo.
No todos los políticos estadounidenses reaccionan igual. El presidente Joe Biden recordó tras la última matanza que “este tipo de tiroteos rara vez ocurren en otras partes del mundo”.
“¿Por qué queremos vivir con esta carnicería? ¿Por qué permitimos que siga ocurriendo?”, se preguntó.
Instó a los congresistas a que se enfrenten al poderoso lobby de las armas de la National Rifle Association (NRA), que ha dado miles de millones de dólares, en particular a políticos conservadores, para que no modifiquen la legislación y la hagan más restrictiva.
El Congreso ni siquiera ha podido legislar para que se pueda verificar el historial del comprador ni aumentar la edad mínima para comprar un arma o permitir a los jueces que prohíban que las armas caigan en manos de personas potencialmente peligrosas.
“La diferencia entre Estados Unidos y otros países no es que no haya gente con ideas homicidas, sino que no pueden ir a cualquier supermercado y comprar armas que matan a 20 niños en dos minutos”, resumió el senador por Connecticut, Chris Murphy, a la cadena MSNBC, tras abogar en el Senado por imponer un control estricto a las mismas.
*Con información de Europa Press y la AFP.