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Biden ya fue informado sobre la rebelión de mercenarios rusos: desde la Casa Blanca piden calma para evaluar la situación
Los paramilitares rusos ya hacen presencia en algunas regiones.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya ha sido informado de la situación en Rusia tras el estallido de la crisis provocada por la rebelión del grupo de mercenarios Wagner, un conflicto que ha cogido casi desprevenidos a los servicios de Inteligencia occidentales, mientras fuentes de la Casa Blanca piden calma para evaluar la situación y evitar cualquier malentendido que pueda exacerbar todavía más la tensión con Moscú.
Según estas fuentes de la cadena CNN, responsables de Estados Unidos así como de países aliados todavía no quieren valorar en profundidad lo que está ocurriendo porque el presidente ruso, Vladímir Putin, en este momento tan delicado, podría sobre reaccionar a cualquier comentario.
No obstante, altos responsables de la Administración Biden ya han mantenido en las últimas horas reuniones de emergencia, para evaluar una situación que “ha ocurrido tan rápido que ha cogido a Estados Unidos y a Europa por sorpresa”.
“Era imposible saber”, ha dicho una de estas fuentes sobre las tensiones entre Wagner y el Ejército ruso, “cuánto era palabrería y cuánto era real, porque la tensión llevaba mucho tiempo aumentando sin que pasara nada en absoluto”. Fuentes de Inteligencia europeas han coincidido en que “estaba claro que la temperatura iba subiendo”, pero poca gente podía predecir lo que el líder de Wagner, Yevgeni Prigozhin, estaba planeando de verdad.
Estas mismas fuentes, no obstante, sí que han puesto un plazo inicial de cara a un posible giro del conflicto, al estimar que los mercenarios de Wagner comenzarán a padecer, en un plazo de 24 a 48 horas, los efectos de la falta de munición y combustible tras romper sus vínculos con el Ejército.
Ucranianos “felices” por la rebelión del grupo Wagner
Los habitantes de Kiev afirman sentirse “muy felices” por la rebelión de la milicia rusa Wagner y confían en que ese motín debilite a las tropas rusas y favorezca la contraofensiva para recuperar territorios perdidos desde el inicio de la guerra.
“Esperaba algo, pero no tan rápido y no aquí. Pensé que todo comenzaría después del final de la guerra, pero comenzó antes y es algo muy bueno”, asegura Ilya Tsvirkoun, de 21 años, entrevistado por la AFP en el centro de la capital.
El presidente ruso, Vladímir Putin, “va a tener que retirar algunas tropas porque necesitará ayuda allí y de repente será más fácil para” las fuerzas ucranianas, estima el joven.
Las tropas de Kiev iniciaron a principios de junio una ofensiva en el sur y el este del país para liberar territorios ocupados por Rusia.
Otro residente de Kiev, Bogdan Teodorovski, de 19 años, considera “muy divertido” que el jefe de la milicia Wagner Yevgueni Prigozhin se rebelara contra las tropas regulares rusas.
“Todo lo que tenemos que hacer es observar la batalla entre el ejército ruso y el grupo Wagner. Espero que nos dejen en paz y se enfrenten entre sí”, dice a la AFP.
María, de 22 años, pensó primero “que se trataba de una especie de acuerdo entre el ministerio de Defensa (de Rusia) y Wagner, para desviar la atención de nuestra contraofensiva y reforzar sus efectivos”, explica.
Incidencia sobre los combates
También cree que “esto afectará a los combates, porque sabemos que la región de Bajmut estaba dominada por Wagner y que se consideraba peligrosa para nuestras tropas”.
La batalla continúa alrededor de Bajmut, ciudad en el este del país cuya toma fue reivindicada el 20 de mayo por los hombres del grupo Wagner, al precio de innumerables pérdidas en ambos campos después de una decena de meses de combates.
Desde entonces, los paramilitares se han retirado de la zona, dejando su lugar al ejército regular ruso, dando a los ucranianos la oportunidad de atacar los flancos de la ciudad.
“Las tropas de Wagner han comenzado su ofensiva, y van a llegar a Moscú”, predice por su parte Mijailo, de 50 años, diciéndose “muy feliz de que haya sucedido”.
“Creo que nuestras fuerzas armadas tienen todas las posibilidades de triunfar. Creo que la rebelión de Wagner debilitará a las tropas rusas y a las fuerzas políticas internas de Rusia. Es fantástico”, añade.
Olga, de 45 años, espera que el conflicto entre el grupo Wagner y el ejército ruso “ponga fin a esta guerra, a nuestra miseria y a nuestro sufrimiento”.
En la noche del viernes al sábado, tres personas murieron y once resultaron heridas en la capital ucraniana durante una nueva ola de ataques aéreos rusos contra varios objetivos en todo el país.
El grupo Wagner despliega tanques y rebeldes armados en la ciudad rusa de Rostov
En las calles de Rostov del Don, en el sur de Rusia, se oyen las sirenas de las ambulancias y de los coches de policía, después de que el grupo paramilitar Wagner asegurase haber tomado varias instalaciones clave.
Esta ciudad portuaria situada a unos 100 km de la frontera ucraniana reviste una importancia estratégica porque, desde allí, el mando militar ruso del sur del país coordina las operaciones del ejército en el país vecino.
En un cruce del centro de Rostov, hay apostados un vehículo blindado equipado con una ametralladora y una docena de hombres de uniforme con brazaletes plateados, según varios periodistas.
En otros puntos de la localidad, como en las inmediaciones de una juguetería y de un circo, también hay estacionados vehículos blindados de transporte de tropas, explicaron las mismas fuentes.
Los peatones se paran ante el paso de los vehículos militares y de hombres armados con fusiles y con sus brazaletes plateados bien visibles.
El jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, afirmó que sus tropas tomaron el control del principal centro de mando militar ruso para las operaciones en Ucrania y de una base aérea de la ciudad, y prometió derrocar a los principales jefes militares.
Según él, 25.000 combatientes lo secundan.
A diferencia de lo que ocurre con otras grandes ciudades rusas, más alejadas del frente, este municipio, de cerca de un millón de habitantes, ha sufrido daños colaterales del conflicto en la vecina Ucrania.
*Con información de Europa Press y AFP