Bill Gates, ¿hipócrita?

Una cascada de críticas soporta Bill Gates, el cofundador de Microsoft, porque Cascade Investment, una de sus empresas, terminó unida a las ofertas a Signature Aviation para comprar el operador de jet privado más grande del mundo.

Lo contradictorio –y por lo cual le llaman hipócrita– es que el multimillonario ha sido una de las figuras internacionales más insistentes en hablar sobre cambio climático y sus efectos en unos años.

La noticia se produce un mes antes de que Gates publique uno de sus libros más esperados y que tituló Cómo evitar un desastre climático: las soluciones que tenemos y los avances que necesitamos, donde expone detalladamente cada uno de sus planes sobre cómo los países pueden lograr cero emisiones de gases de efecto invernadero.

La intención de la polémica adquisición también se genera justo un mes después que él anunciara que el cambio climático podría ser peor que la pandemia del coronavirus, que ha dejado centenares de muertos en el mundo y que no se detiene.

“Una crisis global ha conmocionado al mundo. Está provocando un trágico número de muertes, haciendo que la gente tema salir de casa y provocando dificultades económicas que no se han visto en muchas generaciones. Sus efectos se están propagando por todo el mundo“, escribió Gates.

Lo paradójico es que Signature Aviation gestiona 1,6 millones de vuelos en jets privados en un año. Y cada vuelo que realiza un jet emite hasta 40 veces más carbono por pasajero que un vuelo comercial regular, según lo informado por la firma de aviación Honeywell Aerospace en 2019.

Por esto, las críticas contra el magnate no se han hecho esperar. Al tiempo de señalarlo de hipócrita, varios de sus seguidores se refirieron a las incoherencias en la última empresa comercial del multimillonario en las redes sociales.

La polémica se volverá a agudizar en febrero, cuando este empresario, informático y filántropo lance su libro, porque justo en ese momento podría conocerse si Cascade ganará la licitación de Signature.

Realmente, la oferta se produce en un momento difícil para la aviación en el mundo como consecuencia de la covid-19. Gran cantidad de aeropuertos y fronteras están cerrados por la agudización de la pandemia y se les insiste a los viajeros que permanezcan en casa. No obstante, el negocio avanza porque mientras las aerolíneas comerciales tienen afectadas sus cifras, las privadas gozan de buena salud porque hay millonarios decididos a viajar por el mundo, pese a las restricciones.

Gates seguramente está acostumbrado a este tipo de críticas por sus contradicciones. Tiene cuatro jets privados y los considera sus ‘placeres culpables’.