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Bill Gates se escapó con su exnovia después de casarse con Melinda
Tras el anuncio de divorcio de la pareja, comienzan a conocerse detalles de supuestas infidelidades y arreglos particulares a los que habrían llegado cuando se casaron.
Bill Gates, el multimillonario cofundador de Microsoft, y su esposa Melinda, parecían hasta hace unos días tener un matrimonio soñado. Los dos habían creado juntos no solo el mayor imperio tecnológico por años sino también una gigantesca fundación que combate la pobreza y las enfermedades. Hace unos días, ambos anunciaron su divorcio después de 27 años de casados. “Tras mucho pensar y mucho trabajo en nuestra relación, hemos tomado la decisión de finalizar nuestro matrimonio”, dijeron en un comunicado conjunto publicado en Twitter.
Numerosos medios han comenzado a escudriñar la vida del magnate para entender esa ruptura. Un artículo de la revista Time llamado “El verdadero Bill Gates”, publicado en 1997, cuenta unos detalles sorprendentes de la relación que tenían ambos. Después de casarse con su esposa, Bill Gates pasaba un fin de semana largo todos los años en una acogedora cabaña en la playa de Carolina del Norte, con su antigua novia, relata la publicación.
El multimillonario fundador de Microsoft, según Time, se aseguró de que el extraño arreglo fuera parte del trato cuando se casó con Melinda French en 1994. El magnate hablaba de esas escapadas como encuentros de dos nerds que solo pasaban un buen tiempo juntos. La mujer que asistía a esas particulares citas se llama Ann Winblad, quien ahora también está felizmente casada.
El perfil de Gates cuenta otro dato curioso. El magnate incluso buscó la aprobación de Winblad antes de proponerle matrimonio a Melinda. “Cuando estaba solo pensando en casarme con Melinda, llamé a Ann y le pedí su aprobación”, dijo, y agregó que Winblad le dio el visto bueno a la otra mujer.
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La pareja, una de las más adineradas del mundo -su fortuna es estimada en unos 130.000 millones de dólares- anunció que seguirá trabajando junta en la Fundación Bill y Melinda Gates, creada hace más de dos décadas para combatir la pobreza, las enfermedades y la desigualdad en el planeta.
Pero “ya no creemos que podamos crecer juntos como pareja en esta próxima etapa de nuestras vidas”, indicaron los Gates, que tienen tres hijos, sin explicar las razones de su separación.
La pareja, sumamente discreta en cuanto a su vida personal, aunque Melinda ha evocado algunas veces tensiones en su matrimonio, pidió “espacio y privacidad” para su familia mientras comienzan “a navegar esta nueva vida”.
Bill Gates, de 65 años, es actualmente el cuarto hombre más rico del mundo, según Forbes, detrás de otros dos estadounidenses, Jeff Bezos y Elon Musk, y del francés Bernard Arnault.
Creó sus primeros programas de software en el garaje de sus padres antes de cofundar Microsoft. Conoció a Melinda, hoy de 56 años, cuando era una joven empleada de Microsoft en 1987, año en el que se graduó como licenciada en informática.
Se casaron en 1994 y a lo largo de los años ambos se distanciaron de la informática -Bill Gates dejó la empresa en 2014- para consagrarse a tiempo completo a la filantropía. Ambos residen en Seattle, en el estado de Washington (oeste), donde también está la sede de Microsoft. Uno de los objetivos de la fundación es erradicar la poliomielitis y la malaria.
También invierten en educación inicial, especialmente para niñas, y han destinado más de 1.000 millones de dólares a combatir la pandemia de covid-19, contribuyendo al mecanismo Covax, la iniciativa mundial que organiza la compra de vacunas para 92 países pobres del mundo y decenas de otros países.
Los Gates transfirieron 20.000 millones de dólares de acciones de Microsoft a su fundación, que es la mayor organización caritativa privada del mundo. Desde el año 2000 la fundación, que cuenta con 1.600 empleados, ha invertido 53.800 millones de dólares, señala su sitio web.
El multimillonario Warren Buffett también ha donado miles de millones de dólares al organismo, y ha prometido donar la mayoría de la fortuna a la fundación cuando muera.
Los Gates aseguran que el progreso es tangible: el número de menores de cinco años que mueren cada año cayó a la mitad desde el año 2000. “Millones de niños más están sobreviviendo. Eso nos torna optimistas”, dice la pareja en el sitio de la fundación.
Otro matrimonio extremadamente adinerado, el del fundador de Amazon Jeff Bezos y su esposa MacKenzie, finalizó en julio de 2019. Bajo el acuerdo de divorcio, MacKenzie recibió casi 20.000 millones de acciones de Amazon.com, es decir una participación de 4 % en la compañía valorada en 58.000 millones.
En 2020, Scott donó 6.000 millones de dólares a casi 400 organizaciones, incluidos bancos de alimentos, asociaciones de ayuda a inmigrantes y universidades en dificultades, sin exigir ninguna contrapartida.
Jeff Bezos donó 10.000 millones de dólares para la lucha contra el cambio climático, la mayor contribución caritativa de 2020, pero sus participaciones han sido más lentas y proporcionalmente más limitadas que las de su exesposa, aunque se considera que su fortuna es tres veces mayor.
Ahora, todos le hacen estas cuentas a los Gates.