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Bindi Irwin, la hija del recordado ‘cazador de cocodrilos’, lucha contra una dura enfermedad que afecta a las mujeres
Ella, al igual que su padre, se convirtió en una animalista.
El nombre de Bindi Irwin no resulta conocido a primera vista. Sin embargo, se le reconoce como la hija del famoso ‘cazador de cocodrilos’, Steve Irwin, quien hace unos años murió por cuenta de una mortal picadura de una raya.
A pesar de los riesgos que implica estar tan cerca de los animales y que llevó a la muerte a Irwin, su hija Bindi siguió sus pasos y hoy en día es una reconocida animalista que lucha por la preservación de los animales, sobre todo de aquellos que están en vía de extinción.
Pero una noticia no cayó bien entre sus seguidores, cuando ella misma por medio de sus redes sociales reveló que padece endometriosis hace más de diez años y que por eso mismo debió someterse a una cirugía.
“Durante una década he luchado contra una fatiga, un dolor y unas náuseas insuperables. Tratar de seguir siendo una persona positiva y ocultar el dolor ha sido un camino muy largo”, confesó Irwin a sus más de cinco millones de seguidores en Instagram.
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Añadió que “estos últimos 10 años han incluido muchas pruebas, visitas al médico, escaneos, etc. Un médico me dijo que era simplemente algo con lo que te enfrentas como mujer y me rendí por completo, tratando de sobrevivir al dolor”.
La endometriosis es un trastorno a menudo doloroso que afecta más comúnmente los ovarios, las trompas de Falopio y el tejido que recubre la pelvis, según refiere un artículo de la revista especializada en temas de salud, Mayo Clinic.
Los especialistas explican que cuando la endometriosis afecta a los ovarios se pueden formar quistes y causar mucho dolor abdominal. El tejido circundante puede irritarse y eventualmente desarrollar tejido cicatricial y adherencias, es decir, bandas de tejido fibroso que pueden hacer que los tejidos y órganos pélvicos se peguen entre sí.
Irwin decidió someterse a una cirugía y reveló lo que los médicos encontraron dentro de su cuerpo.
“Ellos encontraron 37 lesiones, algunas muy profundas y difíciles de eliminar, y un quiste de chocolate. Las primeras palabras de los doctores cuando estaba en recuperación fueron: ‘¿Cómo viviste con tanto dolor?’. La verdad, el dolor que viví por años es indescriptible”, confesó la australiana.
Y agregó: “Le doy las gracias a mi familia y amigos que han estado en este viaje conmigo, gracias por alentarme a encontrar respuestas cuando pensé que nunca saldría de esto”.
Aunque la causa exacta de la endometriosis no es clara, expertos estiman que puede presentarse en algunas mujeres por un trastorno del sistema inmunitario, incapaz de reconocer el tejido endometrial que está creciendo fuera del útero.
Irwin ahora se recupera de manera satisfactoria del procedimiento quirúrgico e hizo un llamado a las mujeres que padecen esta enfermedad.
“Estoy en el camino de la recuperación y la gratitud [...] Para aquellos que cuestionan los planes cancelados, los mensajes sin responder y la ausencia, había estado poniendo toda mi energía en mi hija y familia. Soy consciente que millones de mujeres luchan con una historia similar”, escribió en esa red social.
Puntualizó señalando que “hay un estigma en torno a esta terrible enfermedad. Estoy compartiendo mi historia para cualquiera que lea esto y esté lidiando silenciosamente con este dolor y que todavía no tiene respuestas. Dejen que esta sea su prueba de que su dolor es real y que necesitan ayuda”.
Más de la enfermedad
Entre los síntomas de esta enfermedad se encuentra el dolor pélvico, que es asociado a menudo a los períodos menstruales, pero es mucho peor de lo habitual y el cual puede aumentar con el tiempo.
- Dolor fuerte (dismenorrea): el dolor pélvico y los cólicos pueden comenzar antes y continuar durante varios días después de que comience el período menstrual. El dolor también se puede presentar en la región lumbar y en el abdomen.
- Dolor al tener relaciones sexuales: suelen ser comunes estos dolores durante las relaciones sexuales o después de estas.
- Dolor al defecar o al orinar: se presenta especialmente durante un período menstrual.
- Sangrado excesivo: se pueden presentar períodos menstruales abundantes esporádicos o sangrado entre períodos (sangrado intermenstrual).
- Infertilidad: puede suceder que esta sea diagnosticada primero en aquellas personas que buscan tratamiento para la infertilidad.
Los especialistas han señalado que esta enfermedad puede estar acompañada de fatiga, diarrea, estreñimiento, hinchazón o náuseas, especialmente durante los períodos menstruales.
Igualmente, se han definido algunos factores que ponen a una mujer en riesgo de desarrollar endometriosis como: no haber dado a luz, comenzar el período a una edad temprana, pasar por la menopausia a una edad avanzada, ciclos menstruales cortos, (por ejemplo, menos de 27 días) y períodos menstruales intensos que duran más de siete días.
Así mismo, tener niveles más altos de estrógeno en el cuerpo o una mayor exposición durante toda la vida al estrógeno que produce el cuerpo, bajo índice de masa corporal, uno o más familiares (madre, tía o hermana) con endometriosis, cualquier afección médica que impida el paso normal de sangre del cuerpo durante los períodos menstruales y trastornos del aparato reproductor.
Consecuencias
Le endometriosis puede afectar la fertilidad. De acuerdo con estudios, se ha establecido que entre un tercio y la mitad de las mujeres con endometriosis tienen dificultad para quedar embarazadas.
Los especialistas señalaron que para que una mujer quede embarazada un ovario debe liberar un óvulo, que debe viajar a través de la trompa de Falopio vecina, ser fertilizado por un espermatozoide y adherirse a la pared uterina para comenzar el desarrollo.
Sin embargo, debido a la endometriosis se puede obstruir la trompa e impedir que el óvulo y el espermatozoide se unan. Incluso podría afectar la fertilidad de formas menos directas, como al dañar el esperma o el óvulo.
Sin embargo, han advertido que muchas personas con endometriosis de leve a moderada pueden concebir y llevar un embarazo a término. Por eso, los médicos recomiendan que las mujeres con esta enfermedad no demoren en tener hijos porque la afección puede empeorar con el tiempo.
Así mismo, han señalado que se presentan tasas más altas de riesgo de padecer cáncer de ovarios en las mujeres con endometriosis, aunque algunos estudios han señalado que el número de mujeres que presentan este tipo de cáncer no está asociado con la enfermedad.
En otros casos, aunque no es frecuente, se puede presentar el cáncer conocido como adenocarcinoma y que estaría asociado con la endometriosis. Este podría desarrollarse más tarde en la vida en las personas que han tenido la enfermedad.
Steve Irwin: el padre de Bindi
El padre de Bindi, Stephen Robert Irwin, más conocido como Steve Irwin, fue un cuidador de zoológico, conservacionista y se convirtió en una personalidad de la televisión australiana que alcanzó su fama como El cazador de cocodrilos.
Nació el 22 de febrero de 1962, Upper Ferntree Gully, Australia, y murió el 4 de septiembre de 2006 cuando la raya a la que seguía, un animal habitualmente inofensivo, lo atacó con su cola, que funciona como un arpón y le atravesó el corazón.
“No tengo miedo de perder mi vida. Si tengo que salvar un cocodrilo, un koala, un canguro o una serpiente, lo haré”, solía decir.
Este hombre, reconocido mundialmente, tras su muerte, dejó huérfanos no solo a sus hijos, sino a los 150 cocodrilos y los demás animales de la reserva y centro de rehabilitación a los que les dio un hogar y dedicó su vida a protegerlos.
Irwin se había hecho famoso mundialmente con sus programas del canal Animal Planet. Tanto los telespectadores como quienes visitaban el zoológico extrañarán su excesivo entusiasmo, sus excentricidades y sus bermudas caqui.
Además era reconocido por expresiones como “¿No es una belleza este amigo?”, al referirse a cualquier animal. En su programa utilizaba con regularidad la palabra “crikey”, con la que se refería a situaciones contrarias como miedo o emoción.
Algunos lo consideraban un demente porque seguía grabando aunque alguno de sus invitados estuviera mordiéndolo, o por la naturalidad con la que se aproximaba a ellos.
A sus 44 años y después de 35 en el oficio, sólo una herida le había causado una operación de rodilla. Nadie esperaba que muriera de la forma como se produjo su fallecimiento, no en las fauces de un feroz animal, sino por una punzada de una mansa mantarraya, una especie casi nunca ataca.
“Es irónico”, dijo Phillipe Cousteau, nieto del legendario Jacques Cousteau, con quien Irwin estaba haciendo un documental sobre los animales más mortales del océano.
“Habíamos estado grabando tiburones y ese día no pudimos salir por el mal tiempo”. Por eso Steve decidió grabar unas imágenes sin riesgo en aguas poco profundas, para un proyecto de programa de su hija Bindi, de 8 años.
Quienes presenciaron la escena, que quedó registrada en cámara, cuentan que Irwin estaba simplemente nadando encima del animal, sin contacto alguno, cuando éste le lanzó la cola al pecho.
El cazador de cocodrilos reaccionó instintivamente, se arrancó el enorme aguijón y segundos después se desplomó. El video y los testigos hicieron que las autoridades lanzaran la hipótesis de que el animal se sintió acorralado. En Australia solo se registran tres muertes por esta causa desde 1945.