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Bolsonaro la emprende contra Petro, Maduro y Ortega, de cara a las elecciones presidenciales de octubre
Más de 156 millones de personas están habilitadas para votar en Brasil.
Queda una semana para que los brasileños acudan nuevamente a las urnas y decidan el futuro de su país con la elección de presidente, en la que ha sido una contienda electoral de polarización y acusaciones mutuas.
Los candidatos se juegan sus últimas cartas y buscan sumar los apoyos suficientes que les garanticen ocupar el cargo más importante del país.
Este viernes, el presidente Jair Bolsonaro aprovechó uno de los últimos eventos en el estado Minas Gerais (previo a los comicios) para “descalificar” a su principal adversario. El mandatario se valió de comparaciones con los gobiernos de Colombia, Nicaragua y Venezuela para arremeter contra Luiz Inácio Lula da Silva.
“Todas las mañanas me despierto, me arrodillo, rezo un padrenuestro y le pido a nuestro Dios que nuestro pueblo brasileño nunca sienta los dolores del comunismo”, señaló haciendo alusión a América Latina.
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Uno de sus comentarios estuvo dirigido hacia su homólogo colombiano, Gustavo Petro, sobre quien aseguró que había ido a la ONU para “defender la liberación de la cocaína”, y agregó que “ese nuevo presidente de Colombia es un viejo amigo de Lula da Silva”.
Su discurso también tuvo espacio para el nicaragüense Daniel Ortega, sobre el que hizo referencia, a propósito de la orden con la que la señal de CNN en español sale del aire.
“¿Qué acaba de pasar con la señal de CNN en Nicaragua? Lo cortó Ortega, un amigo de Lula. No queremos eso y no lo haremos en nuestro Brasil, porque también respetamos la libertad de prensa, que muchas veces me ha exagerado y calumniado”, dijo el mandatario brasileño.
En cuanto a Venezuela, el gobernante conservador volvió a hacer referencia a su contrincante (quien encabeza la intención de voto), para señalar que ese país había sido “llevado al fracaso” por la “izquierda amiga de Lula”.
¿Tono electoral en Asamblea General de la ONU?
Durante su intervención en el pleno de las Naciones Unidas (este martes 20 de septiembre), el presidente brasileño presentó un balance de su paso como jefe de Estado con un ‘tono electoral’, en el que aseguró que había “acabado con la corrupción sistémica en el país”.
Bolsonaro destacó la puesta en marcha de programas sociales en el marco de la pandemia de covid-19, así como la campaña de vacunación (pese a haber mostrado en diferentes ocasiones una postura “incrédula” sobre los alcances de la enfermedad).
También resaltó la estrategia para atraer mayores inversiones y una apuesta por la ciencia y la tecnología.
Esto proponen Lula da Silva y Bolsonaro
Restan nueve días para que ambos candidatos se midan en las urnas (pese a que hay 11 registrados, el pulso ha estado entre ellos dos). En cuanto a los programas sociales y de economía, el actual mandatario busca con el programa Auxilio Brasil impulsar el empleo, también promete dar prioridad en la infraestructura de “las regiones menos desarrolladas”.
Por su parte, Lula enfatiza en renovar y ampliar el programa Bolsa Familia y un aumento del salario mínimo.
En materia medioambiental (uno de los puntos de mayor algidez), Bolsonaro dice que le dará continuidad a “Verde Brasil” y “Guardianes del Bioma”, pese al rechazo de algunos expertos para los que estos proyectos no han tenido una amplia eficacia en el cuidado de la Amazonia.
Lula asegura que, de llegar nuevamente a la Presidencia, enfrentará directamente la minería ilegal, la deforestación y los incendios que han asediado al “pulmón del planeta” durante los últimos meses.
En lo concerniente a relaciones internacionales, el exmandatario espera “restablecer” los vínculos del ‘gigante suramericano’ con otros países de la región, pero también con Europa, China y Sudáfrica. Su contrincante le apunta a “más acuerdos bilaterales y multilaterales, y llevar a Brasil a integrar finalmente” la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (Ocde).
A la fecha, Luiz Inácio Lula da Silva amplió en 14 la ventaja sobre el actual presidente, según los datos publicados por el Instituto Datafolha, aumentando las posibilidades de resultar ganador en primera vuelta.