Brazilian President Jair Bolsonaro coughs through his mask during a ceremony to sign a law that expands the federal government's ability to acquire COVID-19 vaccines, at Planalto presidential palace in Brasilia, Brazil, Wednesday, March 10, 2021. (AP Photo/Eraldo Peres)
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. | Foto: AP

MUNDO

Bolsonaro pide tratar el coronavirus en Brasil con té indígena

El presidente de Brasil recomendó en su momento fármacos que se han mostrado ineficaces contra la covid-19, como la cloroquina y la ivermectina.

28 de mayo de 2021

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien ha tenido serías diferencias con los indígenas, ahora promueve un tratamiento contra el coronavirus que no está comprobado científicamente. Se trata de tres tipos de té que consumen los indígenas de la Amazonía.

El mandatario brasileño dijo que durante un viaje que llevó a cabo este jueves en el estado de Amazonas, habló con “varios” nativos balaios y yanomami para conocer su situación frente a la covid-19.

“Les pregunté si alguno había muerto y me dijeron que no, que ninguno había muerto en la comunidad de los balaios. ¿Y no murieron por qué? ¿Tomaron algo? Vamos allá, anoten ahí, según ellos, hay video de eso, tomaron té de carapanaúba, saracura o jambu”, contó Bolsonaro en medio de su tradicional transmisión de los jueves por redes sociales.

El presidente de Brasil insistió en que “no hay comprobación científica, pero tomaron eso”.

Vale destacar que la carapanaúba es una especie de planta arbórea, cuya corteza es usada por los pueblos amazónicos para crear un té con supuestas propiedades antimaláricas, mientras que la saracura y el jambu son otras dos plantas medicinales; a la primera se le conoce como el viagra de la Amazonía, mientras que a la segunda los indígenas le atribuyen propiedades analgésicas.

“Puede ser coincidencia o no, puede haber algún principio activo en la raíz, no sé, pero debemos intentarlo. Hay un proverbio que dice que es peor tomar una mala decisión que una indecisión (...). Puedes tomar un té de esto aquí y puedes curarte o también no curarte”, agregó Bolsonaro, quien animó a los brasileños a probar el té con dichas plantas para ver si funciona contra el coronavirus.

Además Bolsonaro afirmó que las conversaciones que sostuvo con los indígenas las grabó en video y que pronto las divulgará con “subtítulos en inglés”.

El pasado fin de semana el gobierno del estado de Maranhão multó a Jair Bolsonaro por no usar tapabocas y generar aglomeraciones y reuniones masivas durante un evento en la ciudad de Açailândia.

La multa fue impuesta por la Superintendencia de Vigilancia Sanitaria (Suvisa) de Maranhão, entidad que sostiene que Bolsonaro incumplió la obligación de usar tapabocas y “promovió aglomeraciones de más de 100 personas sin control sanitario”.

El monto de la multa no será fijado hasta que la Presidencia brasileña presente su defensa en un plazo de 15 días. De acuerdo con la ley actual, la multa puede ir desde los 300 euros hasta los 230.000 euros.

De hecho, fue en el estado de Maranhão donde días atrás las autoridades brasileñas detectaron por primera vez casos de la “variante india” del coronavirus en seis tripulantes que llegaron al país a bordo de un buque carguero con bandera de Hong Kong.

Los exámenes “identificaron la variante B.1.617.2 del virus en muestras tomadas a tripulantes del MV Shandong Da Zhi”, proveniente de Sudáfrica, informó la Secretaría de Salud del estado de Maranhão, donde el carguero se encuentra anclado.

“En total, 15 miembros de la tripulación dieron positivo por covid-19 y nueve dieron negativo. De las seis muestras con mayor carga viral enviadas para secuenciación genética, todas dieron positivas al B.1.617.2”.

Brasil batalla contra una de las peores epidemias de covid en el mundo, agravada en parte por la “variante brasileña”, más contagiosa, que surgió en noviembre en los alrededores de la ciudad amazónica de Manaos.

Al igual que esa mutación detectada en Brasil, la identificada por primera vez en India fue catalogada como “variante de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ambas son consideradas por los científicos como potencialmente más peligrosas que las cepas originales.