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Bombas de racimo, ¿qué son y por qué Estados Unidos se las entrega a Ucrania?
Esta maniobra generó molestias en el gobierno ruso. Aclaró que un trato de este tipo puede dar paso al inicio de una tercera guerra mundial.
La guerra entre Rusia y Ucrania ya cumple dos años y tres meses, tras su inicio en marzo del año 2021, luego de una invasión de tropas rusas a territorio ucraniano que desató un sinfín de coyunturas mundiales, las cuales hoy siguen generando novedad.
En un principio, se habló de que este conflicto bélico tendría una duración relativamente corta, debido a la diferencia militar entre ambas naciones; sin embargo, Ucrania, a base de resistencia y con la ayuda humanitaria de otros países, se ha convertido en un hueso duro de roer que incluso ha contraatacado a la nación liderada por Vladimir Putin.
Apoyos que han continuado hasta esta etapa de la guerra, como el reciente anuncio de Estados Unidos sobre entregar bombas de racimo para las fuerzas ucranianas.
Esta decisión fue muy controversial, no solo por el apoyo que continúa brindando el país norteamericano a la nación presidida por Volodímir Zelenski, también por los detalles de esta arma letal de destrucción.
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Según Greenpeace, esta arma se trata de “una bomba “contenedor” que puede ser lanzada desde tierra, mar o aire y que, al abrirse durante la trayectoria, expulsa entre varias docenas y varios cientos de submuniciones que se dispersan en amplias superficies. En teoría, estallan cuando chocan contra el suelo, pero esto no siempre es así”.
Estas armas están prohibidas por la Convención de Oslo del año 2008, la cual no fue firmada por Estados Unidos, ni tampoco por Ucrania, y están ligeramente obsoletas, por lo que su uso puede ser incluso contraproducente.
De esta manera lo índica Human Rights Watch (HRW), asegurando que esto incluso puede entorpecer las maniobras realizadas por las fuerzas militares, a causa de fragmentos que pueden quedar sin estallar en el terreno de guerra, además de poseer explosiones descontroladas en el caso de las que están llegando al final de su vida útil.
Esta maniobra generó fuertes molestias en el gobierno ruso, el cual, a pesar de asegurar que se trata de una muestra de debilidad al recibir este armamento, aclaró que un trato de este tipo puede dar paso al inicio de una tercera guerra mundial.
Sin embargo, es necesario recordar que ya durante marzo de 2022 se advirtió que las fuerzas rusas se encontraban utilizando este tipo de armas para bombardear al menos tres barrios residenciales de Ucrania, lo que llegó a ser catalogado por distintas organizaciones como un crimen de guerra.
Por su parte, en el anuncio de este apoyo por parte del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se aseguró que el compromiso para enviar bombas de racimo a Ucrania fue una “decisión difícil” pero necesaria. Y es que las fuerzas ucranianas “se están quedando sin munición” y el armamento anunciado funciona como “transición”, para ganar tiempo hasta conseguir nuevos proyectiles de artillería, esgrimieron en su defensa.
Finalmente, Zelenski, luego de recibir este apoyo, se reunió con el máximo mandatario de Turquía, Recep Erdoğan, desde donde aseguró: “Sin armas de largo alcance, no solo es difícil llevar a cabo misiones ofensivas, también, para ser honesto, operaciones defensivas”, insistió.
Se espera que en un periodo de tiempo relativamente corto, este conflicto bélico pueda llegar a su fin, el cual ha cobrado miles de víctimas militares y civiles, además de generar nuevas dificultades a nivel mundial afectando a un gran número de naciones.